El presidente de Colombia, Gustavo Petro, informó que había propuesto cambios a EEUU en la política antidrogas, entre ellos el tema de la extradición de los narcotraficantes a territorio estadounidense.

«Les propusimos que narcotraficante que no negocie con el Estado [colombiano] se va extraditado; narcotraficante que negocie con el Estado y reincida, se va extraditado sin ningún tipo de negociación en los EEUU», señaló el mandatario el miércoles, durante una declaración conjunta con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

La tercera opción, en palabras de Petro, es que el capo que decida negociar con el Estado colombiano «y deje de ser definitivamente narcotraficante, no se extradita».

La propuesta fue presentada el martes ante una delegación estadounidense liderada por el director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, Rahul Gupta, quien visitó Colombia y tuvo reuniones con Petro y varios ministros sobre diversos temas.

En la actualidad, la posibilidad de que un narco negocie con la justicia colombiana y deje de delinquir en ese país para evitar su extradición a EEUU, no existe.

En el país suramericano rige la extradición habilitada por el Congreso en 1997, como un acuerdo por vía administrativa; desde entonces, las solicitudes de extradición llegan desde el Departamento de Justicia de EEUU hasta el ministerio par colombiano, pasan por el visto bueno de la Corte Suprema y finalmente de la firma del presidente.

Antes, hubo un tratado de extradición que Colombia y EEUU firmaron en 1979, y que Bogotá comenzó a aplicar en 1987. Sin embargo, el procedimiento se prohibió en la Constitución de 1991.

De acuerdo con Petro, se presentaron otras tres propuestas a la delegación estadounidense para cambiar la políticas de drogas, pero no reveló de qué se tratan esos puntos restantes.

«Adoptar una política holística»

La delegación estadounidense se refirió a la propuesta de Petro en una conferencia de prensa en Bogotá, en la que estuvieron Gupta, Todd Robinson, subsecretario de Estado de la Oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley; y Peter Natiello, administrador adjunto senior de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).

Los funcionarios estadounidenses consideraron que el tema debe ser discutido por las carteras de Justicia de ambos países, y aseguraron que no pudo abordarse de manera integral durante la reunión en Bogotá porque no contaban con representantes de ese departamento en la mesa.

«Esto es obviamente algo que el Departamento de Justicia debe discutir. Reconocemos la importancia de la extradición, pero esta es una opción que tenemos en nuestra caja de herramientas, no la única. Continuaremos negociándolo y discutiéndolo con el nuevo Gobierno», indicó Robinson.

Gupta, por su parte, expresó que «es importante que haya una oportunidad para que ambas naciones discutan cuál es el plan».

Del mismo modo, la delegación estadounidense descartó que haya tensiones con el nuevo Gobierno colombiano. «La nueva administración lleva 16 días en el cargo y han dejado claras sus prioridades y creemos que esas prioridades encajan con las nuestras. Queremos adoptar una política holística para la lucha contra las drogas», aclaró Robinson.

(RT)