Una investigación de la empresa de análisis de redes sociales Graphika y la Universidad de Stanford detectó que, en el marco de una operación encubierta patrocinada por Estados Unidos en las plataformas de las redes sociales, cientos de cuentas falsas difundían narrativas pro occidentales contra Rusia, China e Irán para influir en la opinión pública en Asia Occidental y Asia Central durante más de cinco años, tal y como recoge la revista estadounidense Forbes. 

En algunos casos, esas cuentas se hacían eco de mensajes de medios de comunicación financiados por el Gobierno de EEUU, como Voice of America o Radio Free Europe, y compartían las noticias que contenían enlaces a sitios web patrocinados por el ejército estadounidense. 

Cuentas promocionaban la política exterior de EEUU en al menos siete idiomas, incluidos farsi, ruso, árabe y urdu lanzando críticas a las políticas de los países como Rusia, Irán y China, y acusaciones de calado bastante grave. 

Por ejemplo, en alguna ocasión se ha llegado a acusar falsamente a Rusia de asesinar a civiles inocentes, y han destacado las atrocidades que supuestamente los soldados rusos habrían cometido en el territorio ucraniano durante la operación militar rusa lanzada desde el 24 de febrero. 

En otro ejemplo, numerosas publicaciones en Facebook e Instagram también contrastaron injustamente las posibilidades de las mujeres iraníes con las disponibles para las mujeres en el extranjero. 

Según el informe, Meta, empresa matriz propietaria de Facebook e Instagram, y Twitter se vieron obligar a bloquear esta campaña de propaganda. Se trata así de la primera vez que Facebook y Twitter desarticulan una campaña de publicidad promovida por EEUU al considerar que infringe sus normas. 

El país de origen de las cuentas, según Meta, era Estados Unidos, mientras que según Twitter, los presuntos países de origen de estas campañas propagandísticas y desinformación eran Estados Unidos y el Reino Unido. 

Campaña de EEUU fue una operación fallida  

Sin embargo, la investigación muestra que ninguna de las tácticas de propaganda logró llegar a una audiencia considerable. 

Solo el 19 % de las cuentas encubiertas descubiertas tenían más de 1000 seguidores, y la mayoría de las publicaciones y tuits solo recibieron un puñado de ‘Me Gusta’ o ‘Retuits’. 

(HispanTV)