¿Qué ha hecho el BRICS mientras occidente invade, bloquea o asedia países? El nuevo capítulo de Entre Líneas responde esa interrogante con un seguimiento a los movimientos del bloque. Los BRICS han podido demostrar que buscan controlarse a sí mismos y lo que poseen antes de buscar, controlar a otros y eso es un innegable punto a favor si se habla de la construcción de un nuevo orden global.

En términos financieros directos: en julio de 2014 los BRICS crearon su propio Banco Nacional de Desarrollo (NBD) recabando 50.000 millones de dólares en capital para su puesta en marcha. La institución hoy es un pozo compartido entre todos los Estados miembros con la posibilidad de que otras economías en desarrollo pueden solicitar apoyo financiero. El objetivo de este ente es movilizar recursos para la infraestructura y el desarrollo sostenible en los países BRICS y otras plazas en desarrollo. El banco está totalmente controlado por sus socios.

Desde esta instancia, los BRICS han conseguido descentralizar la influencia económica de las potencias occidentales tradicionales y del Fondo Monetario Internacional, y en 2018 anunciaron que trabajan en el establecimiento de una nueva compañía de calificación crediticia para romper el dominio de las tres grandes empresas de los países desarrollados (Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch) que controlan cerca del 90% del mercado mundial de ‘rating’.

El rol de Sudáfrica en el nuevo orden

A diferencia de los anuncios de Benetton y las campañas de “inclusión” propias del partido Demócrata en EE.UU. en las que cada serie o película debe integrar a un latino, un asiático o a un afroamericano, Sudáfrica dentro del grupo BRICS es mucho más que el representante negro del grupo: Sudáfrica ha servido de puente a países como Egipto y Kenia a las cumbres del BRICS y se ha buscado la manera de estrechar lazos con la Unión Africana en pleno.

Y hay más

Pudiéramos pensar que ya con el BRICS termina todo, pero el mismo analista de Goldman Sachs que acuñó el término BRICS hace más de una década, mencionó en 2007 a Next Eleven (los próximos 11): un grupo formado Bangladesh, Egipto, Indonesia, Irán, México, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Turquía, Vietnam y Corea del Sur, países que se presentan como atractivos destinos de inversión y que también darán que hablar como coalición.

En las proyecciones de futuro desde la perspectiva de los inversionistas no se asoma ningún plan que dependa de Estados Unidos ni su sectaria “comunidad internacional”, ni sus maltrechos “amigos” de la Unión Europea.

(Naile Manjarrés / LaIguana.TV)