Una nueva imagen del telescopio espacial Hubble ilustra dos galaxias que parecen entrelazarse, formando una especie de caracol interestelar. Sin embargo, esa es exactamente la razón por la que los astrónomos deben tener tanto cuidado al estimar la distancia en el espacio.

Y es que en realidad las dos galaxias que se llaman SDSS J115331 y LEDA 2073461 no se entrelazan de ninguna manera, a pesar de que puede parecer que lo hacen. Flotan a más de 1.000 millones de años luz de la Tierra y están completamente separadas una de otra.

Las galaxias, en efecto, pueden chocar en el espacio con bastante frecuencia, arrastradas a lo largo de las ‘superautopistas de materia oscura’ hacia los nodos de los cúmulos de galaxias, donde se dirigen hacia un centro galáctico mutuo. Pero el espacio es grande y hay muchas cosas en él, por lo que los científicos deben tener cuidado al interpretar dos objetos que parecen estar en el mismo lugar.

La distancia es una de las herramientas más importantes para la interpretación del universo. El tamaño, la masa y el brillo de muchos objetos no pueden medirse con precisión sin una medición exacta de la distancia. Pero las distancias en el espacio también pueden ser difíciles de medir. No se puede saber la distancia de un objeto con solo mirarlo, a menos que se conozca la cantidad de luz que emite.

Sin embargo, a partir de cierta distancia, los objetos individuales se vuelven cada vez más difíciles de ver. Por ello, los científicos recurren a otras herramientas, como la forma en que la expansión del universo estira la luz de los objetos lejanos.

Por eso, cosas como una supernova de tipo Ia (un tipo de supernova que ocurre en sistemas binarios donde una de las estrellas es una enana blanca), que tiene un brillo intrínseco conocido, son una herramienta útil para medir la distancia en el espacio. Para los objetos relativamente cercanos, podemos utilizar el paralaje, es decir, la forma en que los objetos se mueven en el cielo en relación con los demás.

Así es como sabemos que SDSS J115331 y LEDA 2073461 no están en medio de una colisión gigante, aunque también hay otras pistas: las dos galaxias están demasiado pulcras. Una colisión las estropearía.

Aunque las galaxias superpuestas no ayuden a los científicos a comprender mejor las colisiones y fusiones galácticas, pueden servir para entender las galaxias espirales. Cuando está iluminado por una galaxia más lejana, el polvo interestelar de una galaxia en primer plano puede ser más fácil de ver. Los científicos utilizaron esta peculiaridad de la alineación para cartografiar la distribución del polvo interestelar en múltiples galaxias.

No está claro si la imagen del Hubble de SDSS J115331 y LEDA 2073461 se utilizará para este propósito. Pero es increíblemente bonita de ver.

(Sputnik)