El filósofo y analista político venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela abordó en la nueva edición de Desde Donde Sea la movilización parcial de efectivos militares que anunció Vladimir Putin hacia el frente de guerra en Ucrania

Para Pérez Pirela, esta respuesta rusa obliga a posar la mirada al otro lado del tablero, donde resulta evidente que, desde finales de agosto, Ucrania ha retomado posiciones –algunas de ellas estratégicas– en zonas que Rusia controló con relativa rapidez tras el inicio de las hostilidades, a finales de febrero. 

Por ello, en su opinión, no resulta inapropiado pensar que el envío permanente de armas, instructores de campo, asesores militares y dinero a manos llenas han sido extremadamente importantes para esos fines. 

El analista observó que, si se hila más fino, se aprecia que muy por, sobre todo, los avances en el sureste ucraniano le han dado al gobierno de Volodímir Zelenski una bocanada de oxígeno para exigir cada vez más y vender exitosamente la especie del fracaso de las fuerzas rusas ante un ejército aparentemente más débil y desprovisto. 

Informes de la prensa occidental apuntaron reiteradamente que las fuerzas ucranianas apenas encontraron resistencia e incluso se mencionó abiertamente la posibilidad de un retroceso para evitar enfrentamientos que podrían traducirse en derrotas humillantes para Rusia

Desde Moscú, contrastó, estos mismos eventos fueron presentados como un repliegue táctico. Aún no ha sido explicado por qué se abandonaron posiciones que se consideraron estratégicas para abastecer las líneas en el sureste o por qué estas estaban pobremente defendidas. 

De nuevo hace falta poner el foco en los detalles para ofrecer una interpretación convincente, observó. 

(LaIguana.TV)