El filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela comentó que el periodista argentino Bruno Sgarzini publicó en su sitio web una pesquisa en la que se presentan detalles que permiten concluir sin atisbo de duda que el interés estadounidense por cortar la dependencia energética de Europa con Rusia es un asunto de muy larga data y que en la última década se han dado pasos concretos para lograrlo.

Así, sintetizando lo recopilado por Sgarzini, refirió que la Revolución Naranja promovida por Estados Unidos en Ucrania durante 2005, el Kremlin comprendió que su vecino pronto dejaría de ser un territorio confiable para trasladar el gas y aceleró la construcción del Nord Stream en el Báltico. A este proyecto sumó un segundo ramal –el South Stream– que trasladaría gas desde el sur de Rusia hasta Italia pasando por el Mar Negro, Bulgaria, Serbia, Hungría y Eslovenia.

(LaIguana.TV)

 

 

 

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