El alto comisionado para la Paz de Colombia, Danilo Rueda, confirmó el miércoles que tuvo un encuentro con Iván Márquez, líder de una disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conocida como Segunda Marquetalia, y aseguró que está «vivo» y «lúcido».

En una entrevista con Blu Radio, Rueda no precisó cuándo ni dónde ocurrió la reunión. «Fue hace unos días y lo vi lúcido«, dijo.

El alto comisionado aseveró que los acercamientos aún están en una etapa preliminar, al referirse a las posibilidades de que esta facción de las extintas FARC, que abandonó el acuerdo de paz en 2019, se una al proceso de diálogo como parte de la propuesta presidencial de «paz total».

«Todo esto es una fase de exploración y por lo tanto no podemos decir que hay mesa. Estamos en verificación mutua de voluntades», añadió.

La Segunda Marquetalia se encuentra entre la decena de grupos armados que se plegaron a la propuesta de «cese al fuego multilateral» hecha por el presidente colombiano, Gustavo Petro.

Hace casi un mes, Rueda dijo que tenía conocimiento de que Márquez estaba entre «enfermo» y «convaleciente», pero hasta ese momento no se habían visto personalmente.

Distintas versiones

Las informaciones sobre Márquez han sido contradictorias desde julio pasado. En un principio, el expresidente Iván Duque afirmó que las autoridades se encontraban verificando reportes que indicarían que el guerrillero habría muerto en un ataque con explosivos.

Posteriormente, el exmandatario aseveró que Márquez estaba internado en un hospital en Caracas en estado «vegetativo», luego de haber sufrido un atentado en el país vecino. Sin embargo, también asomó que podría haber fallecido en «un acto confuso» en territorio venezolano, según «algunas fuentes».

La controversia no quedó allí. La Segunda Marquetalia difundió un comunicado en video donde aseveró que su jefe estaba vivo y que había «sufrió pequeñas afectaciones» en el ataque perpetrado contra él en Venezuela.

Según esta versión, Márquez «fue víctima de un atentado criminal dirigido desde los cuarteles del Ejército» y la Policía de Colombia con apoyo de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU y la Administración de Control de Drogas del país norteamericano.

(RT)