El expresidente de EEUU Donald Trump aseguró que podría «fácilmente» ser primer ministro de Israel. Así lo expresó el domingo en un mensaje a través de la red social Truth Social, donde destacó su labor a favor del pueblo israelí e invitó a los judíos que residen en territorio estadounidense a apreciar más sus logros.

«Ningún presidente ha hecho más por Israel que yo. Sin embargo, sorprendentemente, nuestros maravillosos evangélicos lo aprecian mucho más que las personas de fe judía, especialmente las que viven en Estados Unidos», escribió Trump.

Al mismo tiempo, el magnate instó a los judíos estadounidenses a «actuar juntos» y apreciar «lo que tienen en Israel, «antes de que sea demasiado tarde».

«Insultante y repugnante»

Desde la Liga Antidifamación (Anti-Defamation League), una organización judía con sede en EE.UU., rechazaron la posición de Trump, la cual fue catalogada de «insultante y repugnante». «No necesitamos que el expresidente, que se gana el favor de extremistas y antisemitas, nos dé lecciones sobre la relación entre Estados Unidos e Israel. No se trata de un ‘quid pro quo’; se basa en valores compartidos e intereses de seguridad», expresó su director ejecutivo, Jonathan Greenblatt.

El Comité Judío Estadounidense (AJC, por sus siglas en inglés) reaccionó de forma similar en un mensaje a través de Twitter: «El apoyo al Estado judío nunca da licencia para sermonear a los judíos estadounidenses, ni da derecho a emitir juicios infundados sobre los lazos entre los judíos estadounidenses e Israel. Y para ser claros, esos lazos son fuertes y duraderos».

Entretanto, Halie Soifer, directora ejecutiva del Consejo Democrático Judío de América (JDCA), afirmó que la mayoría de los judíos estadounidenses que apoyaron en las elecciones presidenciales a Joe Biden ven las políticas de Trump «alineadas con los extremistas», y perciben que van en contra de la «seguridad, democracia y valores» de su comunidad. «Esto no tiene nada que ver con Israel», aseveró.

No es la primera vez que Trump critica la postura de los judíos estadounidenses. A finales del año pasado fue acusado de antisemitismo luego de afirmar que los judíos que viven en el país norteamericano «ya no aman Israel» y que los cristianos evangélicos quieren más al país hebreo que los propios judíos. También acusó a Israel de haber perdido el «poder absoluto sobre el Congreso» y que en la actualidad es «exactamente lo contrario», acusando de orquestar el aparente cambio al expresidente norteamericano Barack Obama y al actual mandatario, Joe Biden.

(RT)