Kiev está preparando una «sangrienta provocación» en la ciudad de Volchansk, en la provincia de Járkov, contra sus propios ciudadanos para acusar a Rusia de crímenes de guerra, informó este lunes (hora local) el Ministerio de Defensa ruso.

«El régimen de Kiev está preparando una sangrienta provocación con la muerte de sus propios ciudadanos para acusar a la Federación Rusa de crímenes de guerra», reza un comunicado publicado en el canal de Telegram del organismo.

De acuerdo con el comunicado, este 24 de octubre, una unidad de mercenarios extranjeros va a disparar artillería contra una «multitud de civiles», mientras se distribuye ayuda alimentaria a los residentes.

Se señala que esta «acción terrorista» de falsa bandera fue planeada por las autoridades ucranianas para «desacreditar a las Fuerzas Armadas rusas y acusar a Rusia de matar civiles».

Plan de Kiev para el lanzamiento de una bomba sucia

Anteriormente, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, mantuvo el 23 de octubre conversaciones telefónicas con sus homólogos de Francia y Turquía, Sébastien Lecornu y Hulusi Akar, así como con su par del Reino Unido, Ben Wallace, para abordar las preocupaciones de Moscú por la puesta en marcha por parte de Kiev de un plan para el lanzamiento de una bomba sucia, un tipo de arma que combina explosivos convencionales y sustancias radiactivas.

Citando fuentes fidedignas de varios países, incluida Ucrania, la agencia RIA Novosti asegura que, bajo la dirección de supervisores occidentales se iniciaron trabajos para la producción de dichos artefactos, que ya se encuentran en su fase final, y estarían a cargo del Instituto de Investigación Nuclear de Kiev y una planta de enriquecimiento de uranio en la ciudad de Zhióltye Vody, en la región de Dnepropetrovsk.

Según la información suministrada por el medio, el propósito de Ucrania al recurrir a esas prácticas es que se culpe a Rusia del uso de armas de destrucción masiva en el marco de su operación especial en ese territorio. Esa situación socavaría aún más la confianza en Moscú y agudizaría la campaña antirrusa desde Occidente, donde plantean la posibilidad de privar a Rusia del estatus de miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

(RT)