La violencia criminal azota a Ecuador y, lamentablemente, se trata de un problema que ha ido ‘in crescendo’, pues tras largos meses de sucesivos motines carcelarios y de sucesivos estados de excepción en la provincia de Guayaquil, el gobierno de Guillermo Lasso se ha mostrado impotente para frenar la violencia homicida de las bandas de crimen organizado que operan en el país.  

Así lo expresó el filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde Donde Sea, producción exclusiva de LaIguana.TV dedicada al análisis geopolítico que se transmite todos los jueves a las 7:00 p.m., hora de Venezuela.  

Los al menos 18 eventos con explosivos registrados en las provincias de Guayas y Esmeraldas del país andino, motivaron al especialista a comentar lo que Lasso calificó como «atentados terroristas», que se habrían detonado en razón del traslado de más de 1.000 presos pertenecientes a organizaciones criminales del narcotráfico desde la Penitenciaría del Litoral –la más grande del país– hacia otros centros de reclusión.   

Pérez Pirela refirió que, como respuesta, el mandatario ecuatoriano decretó un nuevo estado de excepción y un toque de queda nocturno en esos territorios por 45 días y viajó a Guayaquil para, según dijo, dirigir las operaciones desde el terreno.  

De acuerdo con los reportes oficiales consultados a propósito de la preparación del programa, los hechos dejaron un saldo de cinco policías muertos y 28 personas detenidas, además de daños materiales contra infraestructuras civiles, incluyendo hospitales.  

Explicó además que el nuevo estado de excepción da prerrogativas a la Policía, a las fuerzas militares y a los organismos de inteligencia para allanar viviendas y detener a quienes se sindique de participar o colaborar con la violencia terrorista.  

En este marco, actores políticos de otras provincias como Manabí o Pichincha –donde está la capital, Quito– están solicitando a Lasso medidas represivas similares, bajo el argumento de que es la única manera de controlar al crimen organizado. 

El analista también indicó que a pesar de los apresamientos –al final de la jornada habían ascendido a 56– así como de la extensa campaña propagandística desplegada por el gobierno ecuatoriano a través de la oficina de prensa del presidente y las cuentas de funcionarios en las redes sociales, la noche del miércoles se saldó nuevamente con números rojos.  

A este respecto refirió que un nuevo motín carcelario en Guayaquil dejó al menos dos reclusos fallecidos y seis más heridos, todo ello en un marco de militarización y de múltiples protocolos de seguridad, aún dentro de la Penitenciaría de la Libertad.  

Frente a esto, el Ejecutivo convocó este jueves a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional para discutir acciones que permitan frenar la violencia en el país, dijo para concluir.  

(LaIguana.TV)