El presidente de la República, Nicolás Maduro, intervino este martes 08 de noviembre en la 27° Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático COP27, que se desarrolla en Egipto.

Durante su comparecencia destacó que “la crisis climática es una realidad insoslayable que solo puede enfrentarse con hechos concretos, urgentes e inmediatos”, esto luego de analizar los datos más recientes que indican un deterioro global en el planeta.

“Lo dicen las  proyecciones más vigentes: de seguir a este ritmo autodestructivo, en 30 o 40 años será inhabitable el planeta”, comentó desde el Centro Internacional de Convenciones de la ciudad de Sharm El-Sheikh luego de citar cifras que confirman el desequilibrio ambiental en el que vivimos.

Por ejemplo, comentó que “Venezuela es responsable de menos del 0,4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero”, pero los ciudadanos de este país deben “pagar las consecuencias de un desequilibrio causado por las principales economías occidentales”.

Ante más de 190 presidentes y líderes mundiales, el Primer Mandatario aprovechó la ocasión para concretar la creación de un fondo de pérdidas y daños climáticos, propuesta que se ha venido abordando desde cumbres anteriores pero se ha venido postergando y postergando.

“Afinemos los mecanismos para que el auxilio financiero sea de forma directa, justa, oportuna y expedita de manera que llegue a los pueblos más afectados la indemnización por los daños ambientales, dijo.

“Se agotó el tiempo de los discursos y también el de los lamentos. Sólo queda actuar radical y certeramente en favor de otro mundo posible y de una vida verdadera”, advirtió al cerrar su discurso.

 A continuación las frases más destacadas durante su intervención:

– La crisis climática es una realidad insoslayable que solo puede enfrentarse con hechos concretos, urgentes e inmediatos. Resulta doloroso por partida doble tener que admitir, además, que la dimensión de esta crisis no nos toma por sorpresa.

– Hemos perdido mucho tiempo, cada hora, cada mes, cada  año de inacción, de vacilación, de indolencia, se traduce hoy en ecosistemas destruidos, en especies extintas y en el deterioro de las  condiciones de un planeta.

– Ayer nos amenazaba el cambio climático, pero hoy es el colapso absoluto del ecosistema quien se levanta frente a nosotros. Lo dicen las  proyecciones más vigentes: de seguir a este ritmo autodestructivo, en 30 o 40 años será inhabitable el planeta.

– «Terribles desequilibrios ambientales que hoy afectan de manera dramática la vida en todo el planeta parecen indicar que el cambio climático es un hecho irreversible».

– Esta crisis climática, lo sabemos, tiene y tendrá consecuencias definitivas en el planeta que nos obligan a modificar.

– Venezuela es responsable de menos del 0,4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. No obstante, el pueblo venezolano debe pagar las consecuencias de un desequilibrio causado por las principales economías occidentales.

– Será inútil, como ha sido hasta hoy, cualquier esfuerzo que emprendamos por paliar las consecuencias de este desastre ambiental, si no tenemos el coraje de reconocer que esa y no otra es la causa del desastre que se avecina

– «Hemos perdido mucho tiempo, cada hora, cada mes, cada año de inacción, de vacilación, de indolencia, se traduce hoy en ecosistemas destruidos, en especies extintas y en el deterioro de las condiciones de vida del planeta»

– Es necesario concretar sin demoras, ni artificios burocráticos el fondo de pérdidas y daños climáticos del que venimos hablando hace unos años en cumbres anteriores. Sobre esta propuesta impostergable debemos trabajar hasta el último detalle

– Afinemos los mecanismos para que el auxilio financiero sea de forma directa, justa, oportuna y expedita de manera que llegue a los pueblos más afectados la indemnización por los daños ambientales

– Cualquier acuerdo que se tome hoy debe atacar la raíz del problema y atender prioritariamente a los más vulnerables

– Son los pueblos originarios quienes nos enseñan que la naturaleza no es un ser aparte e inanimado, separado del ser humano sino nuestra totalidad: nosotros somos la extensión física y espiritual de la naturaleza y ella es la nuestra

– Se agotó el tiempo de los discursos y también el de los lamentos. Solo queda actuar radical y certeramente en favor de otro mundo posible y de una vida verdadera

(LaIguana.TV)