Más de 300 neonazis se congregaron en la Ciudad de México para celebrar El Imperio Contraataca, un concierto clandestino del que participaron cinco grupos –tres mexicanos y dos españoles–, reveló El País.

El rotativo español logró acceder al espacio, conversó con algunos de los participantes y divulgó al público una parte de la experiencia, para la que se tomaron amplias medidas de seguridad, incluyendo mantener en secreto el sitio hasta 24 horas antes, vender los boletos en una página de internet e implementar chequeos electrónicos.

Según se detalla en el informe, «todos los asistentes tuvieron que atravesar un riguroso filtro de seguridad para poder ingresar al recinto; su identidad era verificada con un código QR, una identificación oficial y una larga lista con más de tres centenares de nombres».

Siempre siguiendo esta versión, la mayor parte de los neonazis eran hombres con la cabeza rapada y tatuajes alusivos, pero también cerca de una veintena de mujeres participó en la fiesta.

A juzgar por el testimonio que ofreciera uno de los organizadores, la mayoría de los concurrentes se conoce e incluso es capaz de identificar rápidamente a cualquier extraño.

«¿Ves a ese tipo que está allá, en el puesto de cervezas? Ese es un antifascista. Lo tenemos bien ubicado. No sabemos cómo compró su boleto ni cómo logró entrar. Solo estamos esperando que se le ocurra hacer o decir algo para partirle su madre y sacarlo de aquí», dijo a El País uno de los responsables, en referencia a un hombre ubicado cerca del puesto de bebidas.

Otro comentó que se veían forzados a ser discretos, pues a su juicio son perseguidos por los antifascistas.

«Si nosotros somos 300 acá, allá afuera fácil se juntan 1.000 antifascistas que nos quieren matar. Vienen a romper nuestros eventos, nos lanzan cócteles molotov, y si vamos solos por la calle y nos encontramos con un grupito de ellos, no van a dudar en partirnos la madre. Así como nosotros sabemos quiénes son, ellos también nos tienen vigilados», manifestó esta persona, cuya identidad se mantuvo en reserva.

En el trabajo periodístico se destaca que la estrella de la noche fue la banda española Batallón del Castigo, conformada por reos fascistas en una cárcel de Madrid a inicios de la década de 1990.

(LaIguana.TV)