El filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa Desde Donde Sea, aseguró que aunque Jair Bolsonaro apareció en las redes sociales para pedir a sus seguidores que expresaran su disconformidad «dentro del juego democrático» y despejaran las carreteras, la realidad es que él mandó a las personas a generar caos en las calles.

«Él los mandó, intentando voltear la historia», aseveró Pérez Pirela antes de citar la última alocución que dirigiera el mandatario a sus seguidores:

«Quiero hacerles un llamamiento: desbloqueen las carreteras. Eso no me parece que forme parte de manifestaciones legítimas (…). Otras manifestaciones que se están realizando por todo Brasil, en plazas… son parte del juego democrático. Siéntanse a gusto», dijo el gobernante.

Pese al enrarecido clima, Pérez Pirela considera que es muy poco probable que los militares brasileños se sumen a la aventura golpista que le proponen las masas bolsonaristas del sureste brasileño, en buena medida porque el equipo de Bolsonaro ya inició la transición, aunque también por el espaldarazo internacional que recibió Lula apenas se anunció su triunfo.

A su juicio conviene no minimizar ni menospreciar la fuerza de la ultraderecha en Brasil, muy especialmente porque Da Silva ganó con una coalición que agrupa desde la centroderecha hasta la izquierda revolucionaria, es decir, de un bloque cohesionado por su oposición a Jair Bolsonaro antes que por otras afinidades.

Si se hacen cuentas más allá de los porcentajes del domingo y se deja de lado la posición personal de Lula, históricamente ubicado en el ala izquierda de la socialdemocracia, es claro que la ultraderecha es una fuerza política con amplia penetración, oportunidades de crecimiento y gran presencia en casi todas las instancias de gobierno, aseguró el especialista.

Adicionalmente mencionó que el mapa sociopolítico de Brasil es cualitativamente diferente al de 2003, cuando el PT asumió por primera vez la presidencia. Ahora los ciudadanos son más conservadores y están más comprometidos con la agenda populista de derecha al estilo de Donald Trump que con la democracia liberal y todavía menos con la izquierda.

Así las cosas, Bolsonaro y sus aliados perdieron la presidencia, pero tienen la mayor bancada en el Parlamento, tienen incidencia en el Poder Judicial y ganaron también la mayoría de gobernaciones y alcaldías.

En términos prácticos, explicó, esto significa que para salir adelante, el gobierno de Lula requerirá de numerosas alianzas y concesiones, que en el peor caso se pueden traducir en el incumplimiento de sus promesas de campaña, particularmente las que tienen que ver con beneficios sociales.

Un interpretación semejante le mereció el papel del líder petista en la consolidación de un proyecto común a las izquierdas de la región y el fortalecimiento de la integración latinoamericana y si bien es imposible negar que en este momento él representa una referencia para todos los gobiernos progresistas de América Latina, son inocultables las diferencias políticas y en enfoques de gestión entre los presidentes que reconocerían su liderazgo.

En su opinión, aunque casi todos esos gobiernos de tinte progresista tienen al menos seis meses de ejercicio, de momento no se ha priorizado la agenda regional, en buena medida por la atención que requieren sus problemas nacionales, pero también porque se está mirando más hacia afuera –Estados Unidos, la Unión Europea y China– que hacia adentro.

Todo esto le hizo pensar que Lula, quien también tendrá que lidiar con las consecuencias de las gestiones de Michel Temer y Jair Bolsonaro, enfrentará dificultades para cohesionar perspectivas tan dispares y que es bastante posible que su mediación no baste para tejer redes duraderas.

No obstante, aunque no pueda ser profeta en su tierra, paradójicamente sí podría alcanzar la meta de apuntalar el rol de Brasil en instancias como los BRICS o las Naciones Unidas, consiguiendo incluso un asiento para su país en la eventual ampliación del Consejo de Seguridad anunciada en la recién concluida Asamblea General, dijo para cerrar este punto.

(LaIguana.TV)