En la edición 474 de su programa Desde Donde Sea, Miguel Ángel Pérez Pirela disertó sobre el alcance político de la asistencia del presidente Nicolás Maduro a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) que se celebra en el balneario Sharm el Sheikh en Egipto entre el 6 y el 18 de noviembre, pues acabó por devenir en un escenario para el regreso con pie firme de Venezuela a los foros internacionales. 
 
Sobre esto indicó que aunque formalmente la cumbre tiene como objetivo renovar y extender lo pactado en el Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático y efectivamente las intervenciones públicas giran en torno a ese acuciante tema, también es un espacio para conseguir acuerdos en otras esferas y posicionarse políticamente. 
 
Pérez Pirela también destacó que la aparición del presidente Nicolás Maduro en la COP27, así como sus encuentros con líderes de gran peso en el concierto internacional, dejan en evidencia el estruendoso fracaso de la estrategia de cambio de régimen adelantada por la Casa Blanca y la desaparición fáctica de Juan Guaidó como figura política.
 
A su parecer, la administración Biden enfrenta problemas de mucho mayor calado y relevancia que Guaidó, como las elecciones de medio término, en las que a contrapelo de lo que habían vaticinado casi todas las encuestas y analistas, el Partido Republicano no arrasó, aunque se proyecta que controle la Cámara de Representantes.   
 
«En lo particular, para nosotros fue una sorpresa porque pensábamos que los republicanos se harían con un mayor número de escaños y de curules», acotó, antes de añadir que si bien todavía no se han anunciado oficialmente los resultados, el inesperado bajo rendimiento de los republicanos ha sido achacado al expresidente Donald Trump, cuyos candidatos resultaron derrotados en muchos espacios en los que se auguraba una victoria, si no cómoda, al menos casi segura. 
 
Antes de ahondar en estos temas, el especialista se permitió comentar brevemente otros eventos que han marcado la pauta informativa esta semana. 
 
Rusia se repliega en Ucrania y EEUU impulsa conversaciones de paz
 
En un nuevo giro de los acontecimientos de la guerra en Ucrania, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció este miércoles el retiro de sus tropas de la región de Jersón, una de las zonas que recientemente votó a favor de adherirse a la Federación de Rusia. 
 
El comunicador manifestó su preocupación por este repliegue, pues de facto estaría dejando en manos del ejército ucraniano territorios que ha reconocido como suyos, a lo que se suma que hace bastante advirtió que respondería –incluso con fuego nuclear– a cualquier ataque contra su soberanía. «Esto no es tan simple», insistió. 
 
En continuidad con la reseña de este acontecimiento refirió que según explicara el Comandante de la Agrupación Conjunta de Tropas, Serguéi Surovikin, la decisión, que calificó como «difícil», se tomó para preservar las vidas de los combatientes rusos y destinar los recursos a otros frentes activos en el marco de la «operación militar especial». 
 
Admitió que si bien no tenía a disposición datos verificables sobre el estatus de la guerra en el campo de batalla, este reporte público deja entrever que si bien Rusia ha bombardeado instalaciones estratégicas en todo el territorio ucraniano durante las últimas semanas y el presidente Vladímir Putin anunció una movilización parcial a mediados de septiembre, Moscú enfrenta dificultades en el terreno. 
 
De las palabras de los altos mandos militares rusos también dedujo que las fuerzas de combate no tienen control pleno del territorio en disputa, puesto que se ordenó la evacuación de los civiles que manifestaran su deseo de abandonar la zona.  
 
A lo anterior sumó que coincidencia o no, a la víspera también se comunicó el deceso del jefe adjunto de la Administración de la región de Jersón, Kiril Stremoúsov, en un accidente de tránsito cuyas causas están siendo investigadas. 
 
Para aportar contexto, mencionó que a finales de la semana anterior, The Washington Post reveló que el gobierno de los Estados Unidos estaría impulsando a Ucrania a entablar negociaciones de paz con el Kremlin, pero que el anuncio se retrasaría hasta después de las elecciones de medio término. 
 
En el trabajo periodístico se explica que Washington no pretende obligar a Ucrania a sentarse a negociar, sino garantizar que el gobierno de Volodímir Zelenski siga contando con el respaldo de otros países, que ya comienzan a sufrir en carne propia las consecuencias de la inflación y la dieta energética. 
 
De otro lado comentó que desde la cancillería rusa, María Zajárova reiteró que su país está abierto a sentarse de nuevo en la mesa con la parte ucraniana, pese a los impedimentos de Kiev para pactar la paz. 
 
Zajárova se refería a que la Rada Suprema (Parlamento) aprobó una resolución que le prohíbe a Zelenski negociar el fin de la guerra con la Federación de Rusia mientras Putin permanezca en el poder, una condición a la que él no ha declinado públicamente, precisó el analista. 
 
En ese orden valoró que aunque este escenario luce poco probable, Occidente no parece haber desechado la idea de intentar un «cambio de régimen» por medio de la instalación de gobierno paralelo «en el exilio», si no en el corto plazo, al menos en el mediano, como se deduce de la reseña que hiciera la agencia española EFE de una reunión de políticos opositores rusos celebrada en Polonia, en la que se admitió que el objetivo es conformarse como una alternativa política capaz de reemplazar a Vladímir Putin en el Kremlin. 
 
En cualquier caso, los informes de The Washington Post aparentemente son veraces. Este miércoles, tres fuentes del gobierno de Joe Biden informaron NBC que el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, viajó a Kiev para reunirse con Zelenski y otros altos mandos el pasado 4 de noviembre. 
 
Apuntó además que un funcionario ucraniano cuyo nombre permaneció en reserva relató a la cadena estadounidense que Sullivan manifestó la necesidad de poner fin al conflicto por medios diplomáticos, al tiempo que subrayó que en ese escenario, la posición de Ucrania se vería reforzada y no debilitada. 
 
Para cerrar este tema comentó que Estados Unidos y sus aliados evalúan la idoneidad de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se erija como mediador entre las partes. 
 
Xi Jinping insta al Ejército a prepararse para tiempos difíciles
 
Pasando a otro asunto relató que en concordancia con lo anunciado en el recién finalizado XX Congreso del Partido Comunista de China, el presidente Xi Jinping instó al Ejército de su país a prepararse para enfrentar tiempos de creciente inseguridad internacional. 
 
En concreto, Xi solicitó a las fuerzas castrenses de su país que se enfoquen en perfeccionar sus capacidades de combate y desarrollar nuevos equipos que les permitan estar a la vanguardia para garantizar la seguridad nacional, precisó. 
 
«Si China, que es ya la primera economía del mundo se prepara para la guerra, hay que estar alerta», subrayó.
 
En el Pentágono hay preocupación por la eventual emergencia de China en las arenas militares, algo que fue reconocido en público por el jefe del Comando Estratégico estadounidense (Stratcom), Charles A. Richard, para quien la guerra en Ucrania es apenas el preámbulo de una crisis mayor que «está por venir». 
 
Pérez Pirela puntualizó que en referencia al creciente poderío de Beijing, Richard señaló que «no va a pasar mucho tiempo antes de que seamos probados de maneras en las que no hemos sido desafiados en un largo tiempo». 
 
Este miércoles, el propio Biden declaró que está interesado en discutir con Xi las «líneas rojas» de las dos potencias en el marco de la próxima Cumbre del G20 que se celebrará en Bali, Indonesia, los días 15 y 16 de noviembre, a la que no asistirá el presidente ruso, Vladímir Putin, refirió el también director de LaIguana.TV.
 
Argelia formaliza su solicitud para incorporarse a los BRICS
 
Para cerrar el paseo geoestratégico de esta semana, comentó que el gobierno de Argelia presentó este lunes una solicitud oficial para obtener su membresía en el bloque BRICS, según informara la enviada especial para alianzas internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores del país africano Leila Zerrougui.
 
En concreto, la funcionaria dijo a medios locales que recordó que el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune participó como invitado en la cumbre del BRICS, celebrada en junio pasado bajo auspicios de China y apuntó que Beijing y Moscú dieron la bienvenida a la adhesión argelina. 
 
El especialista resaltó que este anuncio confirma la ampliación del grupo, al que también han manifestado interés en unirse Irán, Argentina, Turquía, Egipto, Arabia Saudita e Indonesia. 
 
Para evaluar en su justa medida Conviene recordar que tras la crisis en el mercado de la energía derivada de las sanciones impuestas a los hidrocarburos rusos, Argelia, país fundador de la OPEP, se posicionó como un proveedor alternativo de gas para Europa.
 
Sin embargo, las relaciones con el continente entraron en una nueva fase de tensión luego de que España, su principal comprador de gas, optó por respaldar a Marruecos en la disputa del Sahara Occidental, en desmedro de la República Árabe Saharaui. 
 
«Qué mala decisión la de Sánchez desde el punto de vista internacional, no ha pegado una», criticó. 
 
El regreso de Maduro al juego internacional
 
Ya entrando en el tema principal de la disertación apuntó que la Cumbre Climática de las Naciones Unidas que se desarrolla en Egipto, marcó el regreso presencial del presidente venezolano, Nicolás Maduro, a los foros internacionales del más alto nivel, tras al menos cinco años de vetos y cercos diplomáticos impulsados por Estados Unidos y sus aliados. 
 
A este respecto relató que Maduro arribó a El Cairo la noche del pasado sábado (hora local) con una propuesta concreta que ya había discutido jornadas atrás con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, y el presidente electo de Brasil, Lula da Silva: celebrar una cumbre de presidentes suramericanos en defensa del Amazonas. 
 
El mandatario venezolano aseguró que sería el vocero la COP27 de los países que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), es decir, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, y Santa Lucía. 
 
«Maduro fue contundente, fue un viaje cuando menos exitoso, que tras años de injustas sanciones y bloqueos, pone de nuevo a Venezuela en el centro de la política internacional», observó. 
 
En la misma línea, Maduro dijo a los medios que respaldaría la postura de la Comunidad de Estados del Caribe (Caricom) relativa a la toma de decisiones en el seno de la conferencia para la mitigación de los efectos del cambio climático en la región y puntualizó que acompañaría la posición del Grupo de los 77 + China sobre la creación de un fondo de compensación dirigido a financiar los daños padecidos por los países de bajos ingresos por causa de la crisis climática, que se atribuye principalmente a las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la actividad económica de los países del norte global, resumió el analista.
 
A su parecer, en obviar sus deudas pendientes en la materia, este recuento de iniciativas despeja cualquier duda de la beligerancia venezolana en los asuntos climáticos en instancias de alcance mundial, como es el caso del G77 + China, del que participan 134 naciones del sur global más el gigante asiático. 
 
Trascendió que antes de dirigirse al balneario de Sharm el Sheikh, donde se instalaría la COP27, Maduro recorrió la capital egipcia y fue saludado animadamente por residentes y comerciantes locales. 
 
La nota merece mención porque Egipto no es un país con el que Venezuela mantenga estrechas relaciones, al tiempo que demuestra que las campañas de demonización del presidente venezolano y de su administración tienen un límite y no son necesariamente compartidas por «todo el mundo», como a menudo se hace creer. 
 
En todo caso, se esperaba que la presencia del jefe de Estado de Venezuela acaparara la atención de las cámaras solo por el hecho de estar allí, pero lo cierto es que hubo mucho más que reseñar que su mera asistencia. 
 
«Me impactó mucho como medios internacionales y medios privados locales que antes atacaron duramente a Maduro, reseñaron encuentros con otros mandatarios en titular de primera línea. Cómo han cambiado las cosas», reconoció. 
 
En detalle precisó que el lunes, Maduro sostuvo un breve encuentro en los pasillos del recinto que aloja a la COP27 con el mandatario francés, Emmanuel Macron, quien a pesar de apoyar ante las cámaras el pretendido «gobierno interino» de Juan Guaidó, en rigor, nunca cortó nexos diplomáticos con Caracas y departió amistosamente con Maduro.
 
«Su embajador aquí en Caracas ha sido un activista como pocos en los golpes de Estado, de los intentos de invasión. Es un golpista. No podemos olvidarlo. Tampoco podemos olvidar que presidentes franceses han estrechado manos de presidentes que luego han acabado muertos, como hizo Sarkozy con Gadafi, que no se nos olvide»
 
En el intercambio, Macron aseguró que le «encantaría» –fue la palabra que utilizó– establecer una charla más extensa con su par venezolano e iniciar intercambios bilaterales que pudieran resultar «útiles» para el país y para toda la región, al tiempo que se comprometió en público a contactarlo por teléfono, una vez concluyera la cumbre climática. 
 
«Macron llamó presidente a Maduro y dijo que lo llamaría él mismo. Por eso es que Guaidó no halla dónde meterse y no le quedó otra cosa que tuitear como loco mientras Maduro sostenía este y otros encuentros. Se empieza a caer la pantomima del gobierno interino», puntualizó, antes de exigir nuevamente que los partícipes de la farsa paguen sus cuentas con la justicia.  
 
Pérez Pirela puntualizó que en primera instancia, las imágenes muestran que el presidente francés fue trasladado por una tercera persona –por su vestimenta pareciera que se trató de un personero de alguna nación de Medio Oriente– hacia donde estaba Maduro. Y aunque podría parecer un hecho sin trascendencia, pero en la diplomacia es importante quién propicia una conversación, particularmente tratándose del presidente de Francia, figura relevante dentro del orden internacional vigente más allá de su actual ocupante. En palabras sencillas: Macron buscó a Maduro y no al revés.
 
Además, de lo expresado por ambos dedujo que El Eliseo confía en que Gustavo Petro y Alberto Fernández puedan fungir como mediadores entre el gobierno venezolano –representado por Jorge Rodríguez– y voceros del ala de la oposición encabezada por Guaidó, en el contexto del Foro por la Paz. 
 
De otro lado recordó que como se sabe, el país galo tiene la segunda economía más grande de la Unión Europea, es un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y un peso pesado dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
 
A su juicio, por este motivo –e independientemente de las reseñas de la prensa–, la actuación de Macron podría valorarse como un intento de acercamiento hacia Venezuela de una Europa visiblemente afectada por las consecuencias de la guerra en Ucrania y ávida de energía barata. O, en todo caso, más barata que la que hoy le ofrecen suplidores como Estados Unidos y Noruega. 
 
Fuera de toda especulación señaló que el tema energético parece preocupar no solo a Macron. Esa se expresó el primer ministro de Portugal, António Costa, que admitió sin rubores frente a Maduro que los lusos enfrentaban los rigores de la inflación y el alza en los precios del crudo. 
 
Los contactos de alto nivel del mandatario venezolano no se limitaron a Francia y Portugal. En su segundo día en la cumbre, se vio a Maduro en reuniones bilaterales con los presidentes de Sudáfrica, Colombia y Suriname, así como con la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, indicó el analista.
 
En su opinión, aunque estos encuentros sin dudas fueron importantes y muy posiblemente tendrán consecuencias en el futuro cercano, la atención se la robó la conversación que sostuviera –de nuevo, en los pasillos, ante el ojo público– con el exsecretario de Estado y actual enviado especial del gobierno de Estados Unidos para el clima, John Kerry. 
 
La periodista Madelein García, adscrita a la cadena teleSUR, que grabó el intercambio, precisó que se trató de un intercambio de 30 segundos, mas en contraste con lo que sucedió con la mini-reunión con Macron, en esta oportunidad no se divulgó lo que se dijo, aunque era evidente que reinaba un ambiente cordial. 
 
Posteriormente, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, ofreció declaraciones a la prensa para mitigar el revuelo que causó el breve saludo, en las que aseguró que el mandatario venezolano había interrumpido a Kerry. 
 
En concreto, Price dijo que «Nicolás Maduro interrumpió lo que era una reunión en curso en la COP27 para involucrar al Enviado Especial Kerry, y esta fue en gran medida una interacción no planificada». 
 
«Los Estados Unidos queriendo mantener tranquila a la Florida. No lo lograron», aseguró, pues más allá de las medidas de «control de daños» adoptadas por la Casa Blanca justo el día que se celebraban las elecciones de medio término, es un hecho público que Caracas y Washington abrieron sus canales de comunicación directa, pese a que rompieron relaciones diplomáticas el 23 de enero de 2019. 
 
Por encima de estos decires, el comunicador relató que su regreso al país, Maduro calificó su paso por la COP27 como «exitoso», precisó que los saludos entre dignatarios son algo «natural» en estos espacios y explicó a los periodistas el papel que cumplen los encuentros bilaterales en la conformación de agendas concretas de cooperación, aunque no siempre aparezcan en los medios de comunicación.  
 
«En un solo viaje, Maduro anuló a la oposición extremista que se inventó un gobierno paralelo, que robó hasta más no poder y que expulsó a millones de venezolanos del país. Este viaje a Egipto tendrá consecuencias para la política interna y sobre las elecciones presidenciales de 2024» consideró. 
 
De vuelta a lo que dijera el presidente venezolano a su regreso al país, asimismo, valoró los encuentros con líderes de países que han manifestado hostilidad hacia su gobierno y hacia Venezuela como una demostración de que la realidad, siempre terca, acaba por imponerse. Es decir, no hay manera de negar quién ejerce las funciones presidenciales en Venezuela.
 
A ese respecto, subrayó que su administración está dispuesta a estrechar manos y mantener tratos amistosos con los países que alcen esas banderas, al margen de quienes ocupen las posiciones ejecutivas en el gobierno. 
 
«No olvidemos que estamos frente al canciller más longevo de Hugo Chávez Frías, al arquitecto de varios mecanismos de integración nuestroamericana. Maduro tiene la experiencia diplomática en relaciones internacionales de la que no dispone ningún otro político en Venezuela. Lo dejaron salir una vez, los que chantajean y aplican sanciones y solo eso fue suficiente para echar abajo la pantomima del gobierno paralelo», destacó.
 
El experto señaló que esta experiencia le ha servido no solo para conocer los vericuetos de la política exterior, la diplomacia y los foros de alto nivel, sino para leer los vientos y calcular el momento oportuno para presentarse nuevamente en un espacio global en lugar de enviar a un delegado, sin que ello se tradujera en un revés. 
 
A su parecer, tampoco puede obviarse que aún pesan sobre el mandatario prohibiciones de pisar territorio de la Unión Europea y que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos impuso sobre su cabeza una recompensa de 15 millones de dólares por supuestos cargos de narcotráfico, lo que en términos prácticos implica que no puede visitar el norte global, pero acotó la reconfiguración del orden geopolítico internacional es un hecho. El así llamado «Occidente colectivo» ya no es el único polo de poder existente y en este momento, requiere de los hidrocarburos venezolanos con urgencia, aunque en  público permanezca el trato hostil. 
 
Aunque a pesar de su pertinencia y relevancia se quedó en el tintero el discurso que pronunciara Maduro en la COP27, Pérez Pirela defendió la exclusión al considerar que el mandatario no se anotó un éxito por sus propuestas y consideraciones acerca del cambio climático, sino por haber aprovechado políticamente el espacio. 
 
Para ilustrar cuán trascendentes resultaron estos intercambios resaltó que aún en camino hacia Venezuela, comenzó a cobrar los saldos diplomáticos de la cumbre, en una intervención que realizara el presidente colombiano, Gustavo Petro, ante estudiantes de la Escuela de Asuntos Internacionales de Ciencias Políticas de París, pues al ser inquirido por un participante sobre las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, Petro aseguró que el resguardo de la selva amazónica sería una oportunidad de diálogo entre Washington y Caracas. 
 
Otra persona le preguntó a Petro acerca de sus expectativas sobre las elecciones en Venezuela y a lo que respondió: «Que sea el pueblo venezolano el que se exprese libremente. ¿Las negociaciones en México llevarán a eso? Mejor». 
 
En este punto recordó que en su conversación con Maduro, Emmanuel Macron mencionó que Petro y el presidente de Argentina, Alberto Fernández, viajarían en fecha próxima a la capital francesa para  participar en la quinta edición del Foro de París para la Paz, en el contexto de una intervención francesa en favor de la situación política en Venezuela. 
 
Ante esto, el mandatario venezolano apuntó que tenían «amigos en común» y que a la cita parisina acudiría como representante del Gobierno Bolivariano el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, a quien definió como una persona de toda su confianza. 
 
De estos comentarios se infirió que El Eliseo promocionaba un encuentro entre Rodríguez y algún vocero de Juan Guaidó para reactivar las negociaciones –suspendidas desde hace más de un año– una condición que ha sido impuesta por Estados Unidos para aliviar parcialmente las medidas coercitivas unilaterales sobre Pdvsa, especie que fue finalmente confirmada la noche de este jueves. 
 
Maduro sube, Guaidó se hunde
 
Para Pérez Pirela, la evidente conclusión de todos estos movimientos es que, gústese o no, Nicolás Maduro está más afianzado en su posición que nunca, mientras que Juan Guaidó, a quien Washington y otro puñado de naciones insiste en atribuirle el estatus de «presidente interino», ha venido desapareciendo de la agenda mediática alineada con Estados Unidos. 
 
Si bien en rigor el pretendido gobierno del exdiputado nunca tuvo el control del Estado y su operación fáctica se limitó al manejo doloso de activos venezolanos en el extranjero, la importante operación propagandística desplegada en su favor mostraba una realidad que nunca fue y que, finalmente, acabó por colapsar.
 
Varias razones explican este cambio de rumbo, que procedió a sintetizar como sigue: 
 
1) La incapacidad de Guaidó y sus agentes para concretar la estrategia de «cambio de régimen», a pesar de haber ensayado prácticamente todo, incluyendo la promoción activa de sanciones contra su país, un magnicidio frustrado y al menos dos intentos de invasión paramilitar desde Colombia. 
 
2) Si bien en su apogeo, por allá en 2019, el llamado «interinato» gozó del respaldo de unos 50 países y bloques como la Unión Europea, desde enero de 2021 esos apoyos fueron menguando significativamente y en el presente solo continúan sacándose la foto Estados Unidos, Canadá, Paraguay y el Brasil de Jair Bolsonaro, ya de salida en el gobierno. 
 
El punto de inflexión se produjo en enero de 2021, cuando se instaló el nuevo Parlamento en Venezuela, que debía sustituir al que fue electo en 2015. Entonces Bruselas no admitió los comicios celebrados en diciembre de 2020 ni a Maduro como presidente, pero rebajó a Guaidó al estatus de «líder opositor». 
 
«A partir de este momento se le empieza a quitar el apoyo a Guaidó y se empieza a configurar lo que acabó por eclosionar en Egipto», apuntó. 
 
Asimismo, los gobiernos de Argentina, Perú y, sobre todo, Colombia, restablecieron sus contactos con Venezuela en el más alto nivel y cerraron el capítulo del Grupo de Lima, organización liderada en las sombras por la Casa Blanca cuyo único objetivo era derrocar a Maduro. 
 
En esta formación resaltó el papel jugado por el expresidente colombiano Iván Duque, quien encarno el rol de punta de lanza de Estados Unidos contra Venezuela, al tiempo que figuraba como el principal aliado estratégico de Guaidó en el continente. 
 
Esto cambió radicalmente tras la llegada al gobierno de Gustavo Petro, que lejos de cooperar en el mantenimiento de un pretendido presidente en Venezuela, puso de lado las diferencias y restituyó las relaciones con el gobierno realmente existente: el de Nicolás Maduro. 
 
Guaidó no tomó bien esta conducta y ha usado sus plataformas en las redes sociales para señalar al mandatario neogranadino, pero la respuesta desde la Casa de Nariño ha sido el silencio. 
 
O casi, pues en un arranque de sinceridad, el beligerante embajador colombiano en Caracas, Armando Benedetti, lo ha calificado de «nadie», «pendejo» y «huevón», epítetos ciertamente groseros, aunque estrictamente apegados a la situación política local. 
 
Sobre este punto detalló que Benedetti, embajador de Colombia en Venezuela, tachó al exdiputado Juan Guaidó como «un pendejo» y «un huevón», en una entrevista concedida este 8 de noviembre a la periodista Luz Mely Reyes, directora del portal venezolano Efecto Cocuyo, con línea política abiertamente opositora.
 
«No hay análisis que adjuntar ante lo cristalino del embajador Benedetti. ¿Quién hubiera pensado que a Guaidó lo llamaría ‘pendejo’ y ‘huevón’ un representante diplomático de la Casa de Nariño. La política y sus cosas», apreció. 
 
Sus expresiones levantaron polvareda y al día siguiente, el diplomático se disculpó con Guaidó y con la oposición por la manera en que se refirió a ellos. «No debí haber dicho eso», manifestó. También reconoció que había recibido «un regaño suave» por parte de Petro. 
 
Dejando atrás estos comentarios, Pérez Pirela precisó que Benedetti fue una pieza clave en la devolución de Monómeros al Estado venezolano, que desde 2019 estaba en manos del interinato y bajo cuya gestión se produjo una crisis en el campo colombiano que atentó contra la seguridad alimentaria de millones de personas. 
 
3) Aunque se insistió reiteradamente en que Guaidó era el «líder» de una única oposición, esto jamás fue cierto y su posición se debilitó todavía más por su insistencia en permanecer en el inexistente cargo y debido a los numerosos escándalos de corrupción de su supuesta administración.
 
No gozó nunca de amplio respaldo popular –su formación política, Voluntad Popular, siempre ha obtenido resultados electorales precarios–, por lo que carecía de legitimidad interna y no fue capaz de construirla, a pesar de que tuvo condiciones para hacerlo. 
 
4) Finalmente, dijo para señalar, la imposición de sanciones a los hidrocarburos rusos tras el inicio de la guerra en Ucrania, decantó a la mayoría de naciones, incluyendo a Estados Unidos, a buscar fuentes alternativas de petróleo y gas para hacer frente a la crisis que, más pronto que tarde, sacudiría a sus propios países. 
 
En este caso, el crudo y el gas venezolano se convirtieron en mercancía apetecible para el mercado europeo, que a la postre fue el principal perjudicado con las restricciones que tenían como objetivo mermar las arcas de la Federación de Rusia. 
 
En relación con este asunto,  refirió que entrevista con el periodista Clodovaldo Hernández para su programa Cara a Cara, producción de LaIguana.TV, el experto petrolero Miguel Jaimes destacaba que en estas circunstancias, los intereses geopolíticos de largo plazo se imponen por encima de contingencias, con lo que queda claro el por qué aunque Washington tiene al menos cinco años tratando abiertamente de derrocar a Maduro, su agenda de largo plazo lo obligó a cambiar el enfoque, desplazar a Guaidó y priorizar el abastecimiento de energía fósil en el norte global. 
 
¿Quién ganó realmente las elecciones de medio término en EEUU?
 
Conforme con lo que indicara en la introducción, Pérez Pirela refirió las elecciones de medio término celebradas el pasado martes en los Estados Unidos, sorprendieron a propios y a extraños, pues no se concretó el escenario estimado como más probable: que el Partido Republicano, con Donald Trump a la cabeza, arrasaría en la Cámara de Representantes y tendría la mayoría en el Senado.
 
Y si bien todavía no se han anunciado resultados oficiales de la contienda, la tradición en el país norteamericano es que distintos medios de comunicación publiquen sus proyecciones, que en general, suelen parecerse bastante a las adjudicaciones comunicadas una vez concluya el conteo de votos. 
 
«Es un conteo lento, que en algunas partes puede llevar días y nadie critica a la democracia estadounidense; en Venezuela, si son las 11:00 pm del mismo día y no anuncian los resultados, ya empiezan a decir que esto no es una democracia», comparó. 
 
En todo caso, desde la misma madrugada de este miércoles, estaba claro que el Partido Republicano lograría la mayoría en la Cámara Baja, pero no por el amplio margen que habían pronosticado casi todas las encuestas y los opinadores especializados. 
 
Las elecciones de medio término en Estados Unidos llegaron a su fin tras el cierre de los colegios electorales, donde el Partido Republicano se perfila como parcial ganador para hacerse con el control de la Cámara de Representantes. 
 
De acuerdo con las últimas estimaciones de CNN correspondientes a la mañana de este 10 de noviembre  los republicanos obtuvieron 209 escaños en la Cámara Baja y los demócratas 191, al tiempo que 35 asientos siguen en disputa, pero con tendencia a inclinarse hacia el lado republicano, pero en el Senado, la historia es diferente. 
 
El gobernante Partido Demócrata disponía de una muy estrecha mayoría, garantizada por el voto de la vicepresidenta Kamala Harris y hasta el momento, los republicanos han cosechado 49 plazas –les bastarían dos más para hacer mayoría– y los demócratas vencieron en otras 48, lo que implica que el partido nominalmente vencedor contará con una mayoría muy frágil, que puede quebrarse en cualquier momento, apreció.
 
Señaló asimismo que las proyecciones de CNN indican que habrá segunda vuelta en el estado de Georgia (ningún candidato consiguió más del 50 % de los apoyos) y no se han anunciado pronósticos en Arizona y Nevada, pues la estrechez de los resultados lo impide. 
 
El analista precisó que aunque es cierto que las elecciones de medio término suelen favorecer a la oposición, en esta oportunidad se esperaba una «ola roja» –es decir, supremacía republicana en gobernaciones, gobiernos locales y el Congreso– en razón del descontento con la gestión de Biden, pero eso no sucedió sino que se agudizó  la polarización existente.
 
Observó también que en esta clase de comicios, los votantes suelen priorizar la agenda interna y el 8 de noviembre parecieran haber apostado a un gobierno de consensos que les garantice soluciones para sus demandas y problemas concretos, muchos de ellos de larga data. 
 
Para el especialista es evidente que si se hila más fino, esta interpretación se queda corta, toda vez que muchos creyeron que Donald Trump, que abandonó la Casa Blanca en enero de 2021 con un capital político superior al que tuvo al inicio de sus mandato, funcionaría como portaaviones de los conservadores, al tiempo que se vaticinó que el exmandatario utilizaría esta campaña electoral como plataforma para anunciar su candidatura para las elecciones presidenciales de 2024, en las que hasta el martes figuraba como un muy posible vencedor.
 
En ese orden explicó que contra todo pronóstico, Trump devino en una especie de plomo en el ala para los candidatos a los que respaldó, lo que dejó al descubierto que la herida política que sufrió al perder la reelección en 2020 y su tentativa por desconocer los resultados, le pasaron una factura mucho mayor que la esperada. 
 
En contraste, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ganó un segundo período con un muy amplio margen, afianzando al estado –que suele ser decisivo para definir contiendas presidenciales– como un bastión republicano y erigiéndose de facto como el líder más legitimado de la tolda. 
 
El emergente liderazgo de DeSantis no parece haber tomado por sorpresa a Trump. En medio de la campaña por las elecciones de mitad de período, advirtió al político que si presentaba su nombre para las presidenciales de 2024, estaría «cometiendo un error». 
 
Entonces, el comentario pasó como otro más dentro de las habituales agresiones verbales del expresidente, pero el éxito de Ron DeSantis en las urnas –ampliamente explotado en los medios– devela que es un rival que podría entorpecer los planes de Donald Trump para volver a la Casa Blanca, interpretó el filósofo. 
 
Como argumentos en favor de esta previsión precisó que es relativamente joven –tiene 44 años–, su familia es muy adecuada para las fotos de la prensa –una esposa y tres hijos pequeños– y se ha mostrado eficaz en capitalizar el discurso ultraconservador, centrado en sus posturas prohibitivas o negacionistas acerca de asuntos polémicos como el aborto, el racismo, la diversidad sexual o la migración.
 
Estas actuaciones han sido consideradas «firmes» por sus partidarios, que defienden que esta es la base de su popularidad y no los escándalos reseñados en los tabloides. 
 
Ofreciendo una lectura posible de los resultados de las elecciones de medio término, señaló que hay quienes opinan que aún perdiendo, el Partido Demócrata es ganador, valoración que comparte solo parcialmente, porque el inesperado éxito demócrata en las urnas sucedió muy a pesar de Joe Biden y su equipo de gobierno, quienes están mal valorados ante la opinión pública. 
 
Con referencia a la estrategia avanzada por el partido gobernante en Estados Unidos para impedir que la impopularidad de Biden arrastrara a la tolda, comentó que los demócratas dejaron al actual presidente en un costado y desempolvaron al carismático Barack Obama para que pidiera votos en los actos proselitistas. 
 
En términos discursivos, relató, priorizaron la defensa de derechos como el aborto, el matrimonio entre personas de la comunidad LGBTIQ+ o el acceso a los subsidios por encima de promesas de gestión concretas y además presentaron los comicios como un combate entre «la democracia» y el autoritarismo. 
 
Pérez Pirela reconoció que aunque ello fue ampliamente criticado por no estar en sintonía con las necesidades más sentidas de la población, la apuesta fue mucho más exitosa que lo que habían pronosticado sus detractores. 
 
Sin embargo, matizó, las cosas tampoco pintan bien para el Partido Demócrata en la carrera presidencial de 2024. Ocho de cada 10 votantes demócratas rechaza su postulación a un segundo mandato y a diferencia de lo que ocurre en el Partido Republicano, no se vislumbra quién podría ser su próximo abanderado.  
 
«Todo indica que es muy difícil prever cuáles serán los dos posibles candidatos –demócrata y republicano– y se viene una pelea a muerte entre Trump y DeSantis en el seno del Partido Republicano, mientras que en el Partido Demócrata, lo único que está claro es que Biden no tiene condiciones para presentarse a una reelección, porque acusa los embates de la vejez», concluyó.

(LaIguana.TV)