La comunidad internacional sigue de cerca las elecciones de mitad de término en EEUU en medio de la escalada de tensiones geopolíticas, la alta inflación, la presión de las tasas de interés y la probabilidad de una recesión económica. 

Las elecciones determinarán qué partido (el Demócrata o el Republicano) controlará la Cámara de Representantes y el Senado y cómo podría cambiar la capacidad del gobierno para realizar una u otra política

El 8 de noviembre, al finalizar unos comicios marcados por la división y la polarización política en el país, aún se desconoce quién tendrá el control. Ninguno de los dos partidos logró consagrarse en una victoria definitiva para liderar la Cámara Alta; ambos se encuentran de momento prácticamente empatados, con 48 senadores para los demócratas y 49 para los republicanos. 

Mientras, en la Cámara de Representantes los republicanos tienen ventajas a medida que avanza el conteo. 

La mayoría de las encuestas favoreciendo a los republicanos, quizás llegó la hora de ver qué se puede esperar del control republicano en el Congreso. 

Ayuda a Ucrania 

Los demócratas y los republicanos han autorizado más de 60.000 millones de dólares en ayuda estadounidense a Ucrania para que derrote a Rusia en su conflicto bélico. Este consenso bipartidista fue puesto en cuestión el mes pasado por el líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, quien de ganar su partido asumiría el rol de presidente de este órgano. 

El político dijo a Punchbowl News que su partido, de hacerse con la mayoría, no entregaría «un cheque en blanco» a Kiev. Otros republicanos también criticaron el alcance financiero que ha adquirido el apoyo a Kiev. 

«Ucrania es importante, pero al mismo tiempo no puede ser lo único que se haga y no puede ser un cheque en blanco», dijo acusando al gobierno de Biden de ignorar importantes asuntos nacionales, como los problemas económicos y de inmigración. 

Techo de deuda 

McCarthy admitió la posibilidad de usar el techo de deuda -el límite autorizado de gastos de las instituciones gubernamentales cubiertos por el Tesoro- como herramienta para promocionar las prioridades políticas republicanas, como recortes de gastos presupuestarios. 

Una vez que el techo es alcanzado, los legisladores deben elevar el límite de deuda o poner al gobierno en riesgo de impago, que impediría la emisión de nuevos bonos para financiar los gastos y afectaría los mercados financieros. La última vez que los legisladores subieron el techo de deuda gubernamental fue en diciembre de 2021 y es muy probable que esta medida resurja el próximo. Entonces, los republicanos podrían imponer la reducción de gastos en programas sociales. 

«No se puede avanzar por el camino de seguir gastando y aumentando la deuda… llega un momento en el que, vale, les daremos más dinero, pero tienen que cambiar su comportamiento actual[…] Deberíamos sentarnos en serio y [pensar] dónde podemos eliminar algunos gastos«, explicó McCarthy en la entrevista mencionada. 

El sector fiscal 

El presidente Joe Biden sugirió la semana pasada que las principales compañías estadounidenses de petróleo y gas usen sus ganancias «récord», obtenidas por los altos precios de combustibles, para reducir el precio de la gasolina y aumentar la producción. El mandatario amenazó con un incremento en la carga impositiva en caso de no cumplir con lo pedido. 

La imposición de un impuesto a las ganancias excesivas no tiene perspectivas en caso de que los republicanos consigan la mayoría en el Congreso: los políticos de este bando no suelen apoyar las iniciativas relacionadas con los impuestos corporativos ni a la riqueza. 

«¿Qué significan las elecciones de mitad de mandato para los mercados? Si los republicanos se hacen con la Cámara de Representantes, las subidas de impuestos estarán condenadas al fracaso«, David Wagner, gestor de carteras de Aptus Capital Advisors, comentó a CNN. 

Los republicanos ya han prometido revocar los aumentos de impuestos a las grandes compañías firmadas por Biden en agosto pasado. 

En lo que se refiere a la reducción de impuestos, señala el medio, sería difícil aprobar este tipo de ley sin el apoyo de algunos legisladores demócratas y del presidente Biden. 

Gastos 

La mayoría republicana o ‘gobierno dividido’ (con partidos diferentes controlando los poderes legislativo y ejecutivo) podría cambiar los planes de los demócratas de centrarse en las iniciativas sociales de Biden que todavía no se convirtieron en ley. Los republicanos evitarían aprobar los costosos paquetes de alivio promocionados por los demócratas, en caso de una recesión. 

Los programas de seguro como Medicare y Social Security enfrentan problemas de solvencia a largo plazo y han sido objeto de acalorados debates en ambos bandos del sistema político. Muchos analistas creen que con los republicanos los recortes de financiación a dichos programas serán más probables. 

El senador republicano Rick Scott ha propuesto someter casi todos los programas de gasto federal a revisiones quinquenales. 

(RT)