La caída de dos misiles en el este de Polonia la noche de este martes (hora local), avivó nuevamente la tensión en la guerra proxy entre Rusia y la OTAN e hizo temer que podría concretarse el peor escenario posible: la confrontación directa entre los dos bloques.

Motivado por este incidente, Miguel Ángel Pérez Pirela disertó en su programa Desde Donde Sea sobre las reacciones e implicaciones para el devenir del conflicto, que ya alcanza su noveno mes.

Sobre este asunto relató que periodistas locales reportaron el incidente –que ocasionó la muerte de dos personas–, a lo que siguió la publicación de informes no confirmados que sostenían que se habría tratado de un ataque deliberado de Moscú en territorio de la Alianza Atlántica.

Además precisó que la acción coincidió con la celebración en Bali, Indonesia, de la Cumbre del G20, donde el conflicto en Ucrania estuvo siempre sobre la mesa, con independencia de la agenda que el país anfitrión propuso discutir.

Cambiando de tema, indicó el gobierno venezolano y el ala de la oposición apoyada por Estados Unidos se vieron las caras nuevamente en el Foro de París para la Paz, en el interés de retomar la mesa de diálogo instalada en México, que se encuentra en suspenso desde octubre de 2021.

Antes abundar en estos asuntos, el analista comentó brevemente otros acontecimientos que han marcado la pauta informativa en la última semana.

Donald Trump anuncia que se postulará nuevamente a la presidencia de los Estados Unidos

En principio refirió que como ya se venía anunciando, el pasado martes, el expresidente estadounidense, Donald Trump, comunicó su interés de competir nuevamente por la primera magistratura de su país.

Trump, de 76 años, consignó los documentos ante la Comisión Federal de Elecciones para constituir el Comité Principal de Campaña, una instancia que le permite conseguir apoyos para su postulación dentro del Partido Republicano, explicó.

A este respecto abundó que el exmandatario hizo el anuncio ante una multitud de seguidores en las afueras de su mansión Mar-a-Lago en Palm Beach, bajo eslóganes como «el regreso de Estados Unidos comienza hoy».

En su opinión, no se trata de un informe del todo sorpresivo, pues los rumores de regreso a la Casa Blanca lo acompañan prácticamente desde que abandonó el cargo, en enero de 2021 en medio de una gran polémica por el intento fallido de anular las elecciones y de impedir la proclamación de Joe Biden en el Congreso por métodos violentos.

Señaló, asimismo, que hubo quien creyó que lo pensaría dos veces después del pobre desempeño exhibido por su partido en las elecciones de medio término, donde logró imponerse por mínima diferencia en la Cámara de Representantes y no consiguió la mayoría, derrota que le fue achacada dentro y fuera de la organización política.

Aunque no pueden despreciarse ni el enorme capital político del que dispone ni sus propias habilidades como candidato, este nuevo intento por llegar a la Casa Blanca podría resultar mucho más cuesta arriba y desafiante que sus campañas de 2016 y 2020, pues en el último caso, a pesar de ostentar el cargo y disponer de múltiples medios y prebendas, no pudo vencer a un candidato insípido como Biden, porque consiguió que múltiples factores se aliaran en su contra, interpretó el especialista.

De otra parte, Pérez Pirela consideró que la emergencia de un competidor serio como el recién reelecto gobernador de Florida, Ron DeSantis, es bastante más que un simple obstáculo en el camino de Trump, pues como se apuntara en el análisis ofrecido a propósito de las elecciones de medio término, DeSantis es mucho más joven, consolidó como bastión republicano a un estado decisivo para las presidenciales y es visto como alguien firme y confiable, alejado de la dinámica de escándalos del expresidente.

A esto agregó que DeSantis no es su único rival, porque en la prensa conservadora se aventura que Mike Pence, una figura de prestigio en el Partido Republicano y vicepresidente de Trump, también quiere competir por la presidencia y contaría con los apoyos suficientes en las altas esferas como para ser considerado un candidato a tener en cuenta.

A su juicio, en el peor caso, las estrategias de Trump, basadas en los insultos y en la descalificación permanente de sus adversarios, podrían derivar en una fragmentación del voto conservador e incluso en una escisión del partido, que hace años está en crisis, pues muchos sectores compiten por ser reconocidos como los representantes de las agendas más derechistas.

Además, los medios de comunicación y las plataformas de las redes sociales, que fueron determinantes en su triunfo frente a Hilary Clinton, están en guerra contra Trump desde su campaña contra Biden y la situación no parece haber mejorado en lo más mínimo.

Esas tarimas han sido el medio de amplificación del discurso que le atribuye la derrota de los republicanos en los comicios de medio término, pues su muy cacareada capacidad de captar votos no se manifestó en los términos que la mayoría de encuestadores y analistas habían previsto, dijo para finalizar este tema.

Turquía acusa a EEUU de estar detrás de un atentado terrorista en Estambul

En lo que consideró como una de las noticias más importantes de la semana, comentó que un ataque con explosivos en calles concurridas de la ciudad turca de Estambul registrados el domingo 13 y el lunes 14 de noviembre, encendieron las alarmas del de Recep Tayyip Erdogan.

En ese orden destacó que el gobierno de Turquía, rápidamente pasó de la preocupación a las acusaciones de terrorismo contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), una organización considerada terrorista por Ankara, pero no solo.

En particular, al menos seis personas murieron y otras 53 resultaron heridas a consecuencia de una explosión ocurrida la tarde del pasado domingo en una turística calle de Estambul (Turquía), refirió, con base en lo que informara el presidente Recep Tayyip Erdogan a través de Twitter.

A continuación se permitió citar en extenso lo expresado por Erdogan, quien calificó lo sucedido como «traicionero ataque»: «Sería un error decir que esto es terrorismo seguro, pero [según] los primeros indicios y la información que nos transmitió el gobernador, aquí huele a terror».

Sobre el incidente mencionó que las cámaras de seguridad capturaron a una mujer mientras se dirigía al sitio, colocaba el explosivo y se alejaba rápidamente del lugar, lo que sirvió para que las autoridades la detuvieran e imputaran por su presunta responsabilidad en el atentado.

Sin embargo, apuntó, lo que llevó a otro nivel este lamentable suceso fueron las acusaciones veladas sobre la participación estadounidense en los hechos que formulara el ministro del Interior de Turquía, Suleyman Soylu, quien dijo a los medios: «Sabemos dónde se coordinó el ataque. Hemos recibido el mensaje que se nos ha dado y sabemos cuál es el mensaje. No aceptamos las condolencias de la Embajada estadounidense… Si no hubiéramos capturado al atacante, habría huido a Grecia».

A esto sumó que Soylu indicó que en su criterio, las condolencias de Washington «podrían ser evaluadas como si el asesino fuera uno de los primeros en llegar a la escena del atentado terrorista» y prometió que responderían a ese «mensaje» de una manera «muy clara».

«Los mismos Estados Unidos que dicen que luchan internacionalmente contra el terrorismo y que invaden y atacan otros países en nombre del terrorismo, son los primeros terroristas», apreció.

El comunicador recordó que Turquía ha protagonizado amargos enfrentamientos con algunos de los países de la OTAN por el respaldo financiero y político que le brindan a los combatientes y líderes del PKK. Ankara ha echado mano de este hecho para condicionar su respaldo al ingreso de Finlandia y Suecia en las filas de la Alianza Atlántica, que si todo marchara bien, debería concretarse en pocos meses.

Sin embargo, dijo para concluir, los señalamientos hacia Washington en este delicado incidente, que se saldó con al menos seis víctimas fatales, dan para pensar que el gobierno de Erdogan no olvidará la afrenta fácilmente y hará todo cuanto esté a su alcance para dificultar el ingreso de Estocolmo y Helsinki al bloque militar.

Venezuela pelea por el Esequibo en La Haya

Para cerrar el editorial geopolítico, informó que Venezuela está tomando acciones para restablecer su soberanía sobre el territorio Esequibo y a este respecto, el pasado 15 de noviembre, la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, arribó a La Haya (Países Bajos) para participar en las audiencias sobre las objeciones preliminares presentadas por Venezuela contra la demanda unilateral de Guyana ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Este jueves, Rodríguez y otros funcionarios que componen la delegación venezolana, presentaron ante las autoridades de la CIJ una detallada exposición que echa por borda la pretensión guyanesa de dejar sin efecto el Acuerdo de Ginebra de 1966, en favor del Laudo de París de 1899, reconocido como fraudulento por las partes.

La vicepresidenta venezolana defendió los derechos irrenunciables y legítimos de Venezuela sobre el territorio en disputa y enfatizó que el Gobierno Bolivariano no reconoce la jurisprudencia de la corte internacional, pues ya existe el Acuerdo de Ginebra de 1966 y agregó que CIJ no tiene las condiciones para admitir la demanda de Guyana, ya que el Reino Unido no participa y, como se evidencia a partir de las pruebas presentadas, es una parte esencial, ya que actuó reiteradamente de mala fe en favor de sus intereses coloniales.

Asimismo, continuó relatando, cargó contra Georgetown, a cuyo gobierno acusó de «eludir una solución práctica, queriendo validar un laudo lleno de vicios» para favorecer a las trasnacionales energéticas, que en su decir, están sufragando los gastos legales de este proceso.

«Guyana no existía como objeto de derechos internacional en el momento que se consumó este fraude. La República Cooperativa de Guyana pasó a convertirse en una República tras la firma del acuerdo de Ginebra», destacó.

De su parte, indicó, Samuel Moncada, representante permanente de Venezuela en las Naciones Unidas e historiador de profesión, ofreció un detallado reporte con las pruebas que deberían bastar para comprobar, más allá de cualquier duda razonable, las triquiñuelas y actos de corrupción de los que se valió Londres para arrebatar a Venezuela una parte de su territorio.

Pérez Pirela mencionó que en conversación con teleSUR, Moncada precisó que se llevaron a cabo rigurosas investigaciones de archivo, en las que se encontraron documentos que comprueban el fraude tras el Laudo de París de 1899 y que hasta ahora no habían podido ser consultados por el público, al tiempo que defendió la contundencia de los hallazgos, porque dejan sin efecto las recusaciones de Guyana, según las cuales Caracas no disponía de pruebas suficientes para demostrar que había sido timado por el gobierno británico de entonces.

¿Culpa de Rusia? La verdad detrás de los misiles que cayeron en Polonia

Entrando de lleno en el tema central de la edición, recordó que este martes, restos de dos misiles impactaron la localidad polaca de Przewodów, ubicada en las proximidades de la frontera con Ucrania, en el marco de una importante ofensiva de Rusia en Ucrania.

Casi de inmediato, medios locales avanzaron la hipótesis de que se trataba de misiles de fabricación rusa, una matriz que muy prontamente respaldó el ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Zbigniew Rau.

El peligroso relato, que implicaría una acción directa de Rusia en territorio de la OTAN, fue replicado sin confirmaciones por el aparato mediático occidental citando informes de la inteligencia estadounidense.

«No lo podía creer. Cuando empecé a ver medios polacos, a DW, France24, Euronews y similares, estaban acusando a Rusia y azuzando irresponsablemente una guerra entre Rusia y la OTAN que podría tener

Entretanto, el gobierno de Varsovia, encabezado por el presidente Andrej Duda, convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional y las autoridades de la provincia afectada se trasladaron al lugar del incidente para evaluar la situación en el terreno.

Pese a la alharaca, el Pentágono aseguró que no había podido confirmar esos «informes mediáticos» y se comprometió a cooperar con las autoridades del país europeo en la investigación para esclarecer los hechos, una posición similar a la que compartiera por su lado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

«El Pentágono y la OTAN fueron más prudentes que el gobierno polaco, que desde que empezó la guerra ha perdido completamente la cabeza».

A contravía de estos pronunciamientos, el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, no solo afirmó que Moscú había atentado contra la «seguridad colectiva» y sostuvo que el conflicto había entrado en una peligrosa escalada, sino que demandó la intervención directa de la Alianza Atlántica para poner freno a la supuesta amenaza rusa.

«Se está haciendo mucha alharaca con la contraofensiva ucraniana. Ya empezó el invierno y Moscú está bombardeando instalaciones energéticas y perdiendo a muchos soldados en el campo de batalla. Lo único que le queda es una intervención directa de la OTAN. Por eso es que dice estas cosas. Por otro lado, si los misiles son ucranianos, ¿por qué la OTAN no le declaró la guerra a Ucrania», fustigó el filósofo.

No obstante, acotó, al tiempo que circulaban la especie no confirmada, que hacía temer la inminencia de una confrontación directa, también lo hacían en las redes sociales las imágenes de los restos de los cohetes que cayeron en territorio polaco, por lo que usuarios comunes y conocedores de las armas concluyeron rápidamente que los residuos se correspondían con cohetes de factura ucraniana y especularon que posiblemente se desviaron hacia Polonia al intentar repeler algún bombardeo ruso.

Horas más tarde, el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia negó categóricamente haber bombardeado a Polonia y adelantó que las acusaciones formuladas por Kiev y algunos funcionarios polacos constituían una «provocación deliberada».

«Si Zelenski nos dice que son misiles rusos sabiendo que son misiles ucranianos, si la mediática internacional y el gobierno polaco nos dicen una mentira tan flagrante, ¿les tenemos que creer las otras cosas que dicen sobre la guerra? La mentira les duró pocos minutos, pero si mintieron con esto, ¿qué otras mentiras no nos estarán diciendo», cuestionó.

De regreso a lo expresado por Moscú, precisó que el Ministerio de Defensa de Rusia calificó como «provocación deliberada» las declaraciones de los medios de comunicación y los funcionarios polacos sobre el supuesto aterrizaje de misiles ‘rusos cerca de la localidad de Przewodów.

En opinión de los mandos militares rusos, el motivo de la noticia falsa sería «agravar la situación», pues aunque Rusia bombardeó distintas zonas de Ucrania ese día, no atacó ningún objetivo en las proximidades de la frontera polaco-ucraniana.

En relación con esto detalló que expertos militares del gigante euroasiático aseguraron que los misiles empleados por sus fuerzas castrenses no podían alcanzar territorio polaco y avanzaron que podría tratarse alguno con el sistema S-300, que utilizado en el campo de batalla por el ejército de Ucrania.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó como «exageradas» y «sin fundamento» las reacciones de algunos países occidentales que se aprestaron en condenar a Rusia por supuestamente haber bombardeado a civiles polacos con misiles. Peskov contrastó este proceder el que siguió a los sabotajes que se perpetraran contra los gasoductos Nord Stream el pasado 26 de septiembre, cuando el Occidente colectivo no mostró el mismo interés en averiguar qué había pasado y quiénes eran los autores intelectuales, relató el analista.

La inusual prudencia del Pentágono y la OTAN, obligaron al mandatario polaco, Andrej Duda, a desdecir a su canciller y puntualizar que no estaban seguros de quién era el cohete, pero que los indicios apuntaban a que era ucraniano, con lo que desechó de plano cualquier especulación relacionada con un ataque directo de Moscú al territorio de la Alianza Atlántica.

«Muy tarde piaste, pajarito, como decimos en Venezuela. Es una estrategia vieja: decir primero que no fueron, luego que tienen dudas y luego que no fue Rusia, pero lo que queda es lo que dijeron primero: que era culpa de Rusia», enfatizó.

En concreto, la mañana del miércoles (hora local), Duda expresó que «no hay nada que indique que fue un ataque deliberado contra Polonia». Además indicó que «no fue una acción deliberada» porque el proyectil «no estaba dirigido» contra su país.

Con respecto a las reacciones de los pesos pesados del Occidente colectivo, Pérez Pirela puntualizó que más allá de las declaraciones de las autoridades de Polonia, el presidente estadounidense, Joe Biden, aprovechó la concurrencia de los países miembros del G7 y de la OTAN que participaban en la cumbre del G20 que se desarrollaba en Indonesia para convocar a una reunión de emergencia destinada a evaluar la situación.

Al final del encuentro, el propio Biden fungió como vocero y descartó casi por completo que el misil que golpeó el este polaco el día anterior hubiera sido lanzado por el ejército ruso, aunque condicionó su pronunciamiento definitivo al dictamen de las investigaciones y de parte de la Alianza Atlántica, su secretario general secundó la versión de la Casa Blanca y subrayó que no tenían indicios de que Rusia estuviera «preparando acciones militares ofensivas contra la OTAN».

Estas alegaciones, sin embargo, no detuvieron a Zelenski, quien negó en redondo que el material bélico caído al este de Polonia, muy cerca de la frontera común, procediera del arsenal de Ucrania. Fue desmentido nuevamente por el presidente estadounidense, pero de todos modos anunció este jueves que especialistas militares de Kiev estarán participando en la determinación de los hechos.

«Esto dejó a Zelenski como un mentiroso. A su despecho, no va a haber Tercera Guerra Mundial –al menos por ahora– y la OTAN no va a enviar sus ejércitos nacionales a Ucrania para ayudarlo a ganar su guerra», apreció el también director de LaIguana.TV.

En continuidad con las reacciones de los altos cargos de las naciones europeas, comentó que el canciller alemán, Olaf Scholz, ejerció como portavoz de una Europa mucho más interesada en culpar a Rusia por cualquier medio, que en rebajar las tensiones. «Una cosa es cierta: de quién era el misil y cuál era el motivo allí, todo esto no habría sido concebible sin la guerra rusa contra Ucrania», dijo Sholz desde Bali.

Por su lado, las instancias militares estadounidenses señalaron claramente que con independencia de los resultados de la investigación, todo lo sucedido era «culpa de Rusia».

En particular, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, manifestó ante la prensa que: «Sean cuales sean las conclusiones finales, está claro que la parte responsable en última instancia de este trágico incidente es Rusia, que lanzó una andanada de misiles sobre Ucrania con la intención específica de atacar infraestructuras civiles».

En interés de presentar los dos discursos sobre el asunto, refirió que desde el gobierno ruso, el representante permanente ante la ONU, Vasili Nebenzia, valoró como «irresponsables» las declaraciones preliminares de Zelenski –que demandó la intervención directa de la OTAN– y de algunos altos funcionarios polacos.

En concreto, Nebenzia sostuvo que en criterio de su país, Polonia y Ucrania pretendían generar un pretexto que justificara el involucramiento directo de la Alianza en el conflicto que ya libra contra Rusia de manera subsidiaria, a partir de acusaciones infundadas y declaraciones incendiarias.

Para cerrar las reacciones indicó que Canadá y el Reino Unido se aprestaron a ofrecer «apoyo moral» a Zelenski por los bombardeos rusos en Ucrania del pasado martes. Los premieres Justin Troudeau y Rishi Sunak grabaron un video con una aparente llamada al mandatario, donde destacó el trato familiar que le dispensaron y el carácter de «puesta en escena».

Desde su óptica, sería ingenuo pensar que la pieza solo pretendía ser una muestra de solidaridad ante los ataques rusos, en tanto al ponerla en contexto, supone el respaldo a la negativa de Kiev a asumir que el misil que cayera en Polonia pertenecía a su escudo antiaéreo, como apuntan las evidencias y refieren las propias fuentes occidentales.

Aunque en otros informes Troudeau y Sunak destacaron la necesidad de realizar pesquisas exhaustivas para esclarecer las circunstancias que rodearon el evento, aprovecharon la oportunidad para contradecir soterradamente las afirmaciones del Pentágono, de la OTAN y del propio Joe Biden.

A su juicio, no puede olvidarse que esta nueva escalada se sucede a la retirada de Rusia de la provincia de Jersón –recientemente incorporada a su territorio por medio de un referéndum– y a las declaraciones de Zelenski, según las cuales ese hecho estaba marcando el «principio del fin» de la guerra.

Recordó asimismo que diversos informes de la prensa estadounidense refirieron que Washington estaba presionando a Kiev para que se sentara a negociar la paz con Rusia, pero que se había retrasado el anuncio para no afectar los resultados de las elecciones de medio término, que tuvieron lugar el pasado 8 de noviembre.

A lo anterior añadió que apenas dos días después de celebrada la contienda, se conoció que el consejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Jake Sullivan, visitó la capital ucraniana el viernes 4 de noviembre para reunirse con Zelenski y otros altos cargos. El objetivo, según The Associated Press, era discutir las condiciones para avanzar conversaciones de paz con el Kremlin en circunstancias que resultaran ventajosas, aunque se remarcó que Sullivan no pretendía obligar a Ucrania a dar ese paso.

De conformidad con este recuento, Pérez Pirela informó que el gobernante aprovechó el inusual espacio que le fue concedido en el marco de la cumbre del G20 en Indonesia para presentar un pliego de condiciones, de cara al reinicio de los intercambios con el gobierno ruso para poner fin a las hostilidades.

Sintéticamente, Zelenski demandó:

-Integridad territorial de Ucrania conforme a sus fronteras de 1991

-Castigo e indemnización por los crímenes de guerra

-Retiro inmediato de todas las tropas y formaciones rusas del territorio ucraniano

-Nuevo tratado internacional que garantice su independencia y soberanía

-Retorno de los refugiados que han sido trasladados a la Federación Rusa

–Cese de los ataques a las plantas de energía

–Restablecimiento de la «seguridad radiológica» en la planta nuclear de Zaporizhia

-Continuidad indefinida del acuerdo sobre exportaciones de grano

-Todo lo acordado debe quedar por escrito.

Subrayó que Kiev ya no exige el derrocamiento de Vladímir Putin como condición inalienable para negociar la paz con Rusia, algo que ya había sido reseñado por la prensa ucraniana la semana previa.

En su opinión, de todos los puntos mencionados por el mandatario ucraniano, acaso el que constituye una verdadera piedra de tranca es la preservación de la integridad territorial de Ucrania con las fronteras que se fijaron tras la disolución de la Unión Soviética, porque en términos prácticos, esto implicaría la renuncia rusa a las provincias de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporizhia, recientemente adheridas al Estado ruso tras la celebración de referéndums, un escenario que si bien no es imposible, no luce ni siquiera un poco probable.

En un nivel menor, pero también importante, apuntó que el pago de reparaciones de guerra a Ucrania por parte de Rusia aprobado recientemente en la Asamblea General de la ONU, es mucho más un movimiento para apropiarse de los activos rusos en el extranjero, que un intento por apoyar al pueblo ucraniano.

Sobre esto mencionó que semanas atrás, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, informó que el bloque trabajaba en un esquema para «confiscar» fondos rusos, que en su decir, estarían destinados principalmente a financiar la reconstrucción de Ucrania.

A su parecer, la medida es impresentable e indefendible, pero no representa una amenaza para la integridad territorial ni para la seguridad de Rusia. Así las cosas, pronosticó es muy posible que en las próximas semanas se anuncien acciones recíprocas y se produzcan enérgicas protestas en foros diplomáticos, pero no más.

En todo caso, como cabía esperar, desde Moscú, además de remarcar que Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporizhia pertenecerían a Rusia «para siempre», se recibieron con escepticismo y disgusto los anuncios de Zelenski en el G20, aunque reiteraron que están dispuestos a terminar la guerra cuando Ucrania decida conversar seriamente.

En su criterio, el incidente con el misil en Polonia, las declaraciones ambiguas en las que no se refuta enteramente la participación rusa y el irrazonable «plan de paz» de Zelenski, hacen suponer que pese a las aparentes tentativas occidentales, no hay un interés real en promover negociaciones entre Kiev y Moscú.

Entretanto, Ucrania sigue bajo fuego ruso de alto calibre. Los objetivos marcados son instalaciones estratégicas, especialmente eléctricas. Esta insistencia sugiere que en el Kremlin están presionando para reiniciar las negociaciones en un lapso breve, pues no hay manera de gestionar el crudo invierno ucraniano sin calefacción ni acceso al agua potable, completó

La cumbre del G20 y el esplendor de China

El segundo punto considerado por Miguel Ángel Pérez Pirela en sus reflexiones de este 17 de noviembre fue el desarrollo de la la decimoséptima cumbre del Grupo de los Veinte (G20), que se celebró en la isla de Bali, Indonesia.

A la cita anual acuden altos dignatarios de los países con las 20 economías más grandes del mundo, incluyendo a la Unión Europea, a la que se le otorga un tratamiento de Estado-Nación. Y si bien surgió inicialmente como una reunión de ministros de economía y finanzas, desde la crisis financiera de 2008 derivó en foro político, sin que ello implique la suspensión de debates sobre temas económicos, que todavía siguen marcando la agenda formal del encuentro.

En este marco ocurrió lo que desde su punto de vista constituye un punto trascendental: la primera reunión cara a cara entre los presidentes de China, Xi Jingping, y de Estados Unidos, Joe Biden, que se extendió por más de tres horas y se suponía que debía servir para definir una hoja de ruta destinada a regularizar sus relaciones bilaterales, que atraviesan su punto más bajo en varias décadas.

El propio Biden había expresado que tenía interés en debatir con Xi las «líneas rojas» de los dos países, que están signadas por la guerra comercial iniciada durante el gobierno de Donald Trump, la cuestión de Taiwán y el creciente militarismo de la OTAN y sus aliados en el Indopacífico, recordó el comunicador.

Con respecto a las reacciones de las partes, mencionó que del lado chino valoraron el encuentro con aires positivos. En el informe presentado a la prensa por el canciller, se destacó el papel de los liderazgos de los dos países en el rumbo de los nexos binacionales y se enfatizó en los acuerdos de cooperación derivados de sus intereses comunes, pero en contraste, el resultado no parece haber sido el esperado por la Casa Blanca.

El mandatario estadounidense declaró a los medios que habían avanzado poco sobre asuntos concretos, aunque matizó que si bien Estados Unidos está dispuesto a competir con China, no planea que esa competencia escale al plano del conflicto. «Yo no se lo creo, más conflicto que el que está propiciando contra China, imposible», añadió.

En su opinión, a no dudarlo, Xi Jinping fue la mayor estrella del evento. Sostuvo reuniones con mandatarios de los cinco continentes, destacando por sobre las demás la que tuviera con su homólogo francés, Emmanuel Macron.

A contravía de lo manifestado por altos funcionarios europeístas, trascendió que Macron pidió al líder chino mancomunar esfuerzos para pone fin a las hostilidades en Ucrania y ratificó su voluntad de mantener abiertos los canales de comunicación con el presidente ruso, Vladímir Putin, refirió.

En lugar de responder a la demanda de París, Xi Jinping exhortó a sus pares europeos a defender la independencia de las naciones, la autonomía, la apertura y la cooperación en el marco de relaciones bilaterales respetuosas, lo que desde su punto de vista no es otra cosa que la exigencia de «respeto».

En este orden refirió que Xi presentó propuestas innovadoras para el comercio global sustentadas en la digitalización y subrayó la necesidad de consolidar un sistema internacional basado en el multilateralismo para fortalecer la cooperación internacional, una posición que si bien no es nueva, se hizo sentir frente a la defendida por el Occidente colectivo, reunido en pleno en la cita.

Entretanto, Estados Unidos y sus aliados intentaron nuevamente aislar diplomáticamente a Rusia –no lo consiguieron– y centrar la cumbre en la guerra subsidiaria que se disputa en Ucrania, para lo cual transmitieron un mensaje pregrabado de Zelenski que excedía con creces el tiempo de participación concedido a los jefes de delegación de cada país.

Además, en un borrador de la declaración final al que tuvo acceso a la prensa justo antes de iniciar el foro, se indicaba que la mayoría de las naciones que conforman el G20 estarían de acuerdo en condenar a Rusia, conforme las directrices que emanan Washington, Londres y Bruselas, lo que en su opinión significa que el cabildeo comenzó bastante antes del pasado martes.

A lo antes dicho agregó que Indonesia, en papel de país anfitrión, exhortó a las partes a poner fin a la guerra, pues sus consecuencias están afectando al resto del mundo, al tiempo que advirtió que el mundo no debía dividirse en bloques.

Acaso por azar, se atravesó el incidente con el misil caído en tierras polacas, lo que dio un inesperado protagonismo al G7 y a la OTAN, que contaban con extensos equipos de prensa prestos para difundir versiones no confirmadas –fue el caso de The Associated Press– y desviar la atención hacia ese suceso.

Para Pérez Pirela, todos estos factores se juntaron para que en última instancia, el encuentro discurriera más en declaraciones aéreas que en pactos concretos, pues las divisiones del bloque en torno a temas agudos como la guerra en el Este europeo y las críticas hacia el unilateralismo estadounidense, parecen haber cobrado más peso que los numerosos aspectos de interés mutuo.

Indicó, asimismo que esta cumbre estuvo antecedida por la de la Asociación de Países del Sureste Asiático (ASEAN), que aunque tiene una inmensa importancia geoestratégica, recibió mucho menos atención por parte de la prensa occidental.

El bloque está conformado por 10 países de esa región, aunque China, Corea del Sur, Rusia, Japón, Estados Unidos, India y la Unión Europea, suelen ser invitados habituales en las reuniones que se celebran semestralmente.

El experto puntualizó que las naciones de la ASEAN ocupan amplios márgenes de los océanos Índico y Pacífico, justo en la zona de más amplia disputa entre Washington y Beijing, tanto en términos de rutas y relaciones comerciales como de alianzas políticas y militares.

«Tenemos que entender la ASEAN para comprender la creciente incidencia de esta región en la geopolítica y en la economía mundial», observó.

En referencia a la última cita, refirió que tuvo lugar entre el 11 y el 13 de noviembre en Phnom Pen, Camboya, con una agenda centrada en los temas de seguridad regional, la integración económica, el desarrollo digital, la agenda verde y la seguridad alimentaria.

Sumó que entre las novedades destacaron la admisión de Timor Oriental como miembro observador y la suspensión de Myanmar. En el criterio del grupo, los líderes militares que encabezan actualmente la nación, no han hecho suficientes esfuerzos para implementar el plan de paz que se impulsó desde esa instancia.

Apuntó que en su intervención, el presidente estadounidense, Joe Biden, admitió que la ASEAN está «en el centro» de su estrategia en el Indopacífico y advirtió que la Casa Blanca continuará avanzando en esa dirección.

Adicionalmente comentó que Occidente llevó el tema de la guerra en Ucrania al encuentro asiático, pero no cosechó el respaldo esperado, porque sin hacerlo explícito, la declaración final reflejó mucho más el espíritu chino sobre el orden internacional y las relaciones entre Estados que los estándares proclamados por la Casa Blanca y sus aliados.

El especialista resaltó que la disputa entre China y los Estados Unidos no ha hecho más que comenzar y por tal motivo, es bastante posible que en el transcurso de los próximos meses y años se repitan escenarios como los antes descritos, con independencia de la guerra en Ucrania, que en este caso es un factor contingente y no estructural.

Desde su punto de vista, no es posible que Washington y sus socios renuncien fácilmente a los privilegios que el unilateralismo les ofrece, en favor de la línea de Beijing, basada en polos de equilibrio regional y global, relaciones respetuosas y mutuamente beneficiosas entre los Estados, y ausencia de injerencias, sanciones y otros mecanismos de chantaje.

De esta manera, valoró, la pugna puede extenderse considerablemente, pero a la larga, las probabilidades favorecen a China, que se ha mostrado como un actor diplomáticamente muy hábil para construir y participar en bloques variados y flexibles, al tiempo que acrecienta su influencia en el Sur global, hastiado de los saqueos y tratos injustos con Occidente.

El Gobierno Bolivariano y la Plataforma Unitaria se sientan en París

Pérez Pirela destinó la última sección del programa al análisis de las más recientes conversaciones entre el gobierno de Venezuela y una porción de la oposición, pues a a instancias del presidente francés, Emmanuel Macron, el pasado viernes se reunieron en París, Francia, representantes del Ejecutivo y de la oposición respaldada por el gobierno estadounidense, con el interés de reanimar las negociaciones que se celebraban en México, que se encuentran suspendidas desde octubre de 2021.

La delegación gubernamental la encabezó el presidente del parlamento, Jorge Rodríguez, mientras que el dirigente político Gerardo Blyde fungió como vocero principal de la así llamada Plataforma Unitaria, detalló.

Indicó asimismo que las reuniones contaron con la presencia del gobernante galo, los presidentes de Colombia y Argentina y la primera ministra del Reino de Noruega. Además se comunicaron reuniones del canciller español con Rodríguez y Blyde.

Con referencia a lo declarado por los participantes refirió que el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, ratificó el 11 de noviembre que el camino de Venezuela es el diálogo. El comentario lo formuló en el marco de su participación en el V Foro de París por la Paz.

Seguidamente citó lo expresado por el funcionario en su cuenta de Twitter: «Como representante de la delegación del Gobierno Bolivariano de Venezuela ante el diálogo participé en el V Foro de París Por La Paz, Francia. Estamos convencidos que el camino de Venezuela es el diálogo, la suspensión de todas las sanciones ilegales y el respeto a la Constitución».

Recordó que en su intercambio con el presidente Nicolás Maduro en la Cumbre del Clima, Macron mencionó de pasada el evento y comentó que acudirían los mandatarios Alberto Fernández y Gustavo Petro, al tiempo que Maduro confirmó la presencia de Rodríguez y pocos días después se anunció la concurrencia de Blyde.

En declaraciones a la prensa, el jefe negociador del gobierno nacional puntualizó que la principal demanda de Venezuela es el levantamiento de las medidas coercitivas impuestas por la Casa Blanca y algunos de sus socios sobre su economía, instituciones y personalidades.

Trascendió que el presidente argentino, Alberto Fernández, manifestó que su administración acompañaría a Venezuela en los esfuerzos para que le sean levantadas incondicionalmente todas las sanciones, al tiempo que el presidente Gustavo Petro (Colombia) avanzó un plan para alcanzar un acuerdo político basado en tres puntos.

Con relación a lo expresado por Petro precisó que el mandatario sugirió el «desbloqueo» –es decir, el levantamiento de todas las medidas coercitivas unilaterales–, una «amnistía general» –que sería aplicable a todos los que han sido encarcelados «por una razón política»– y «un pacto de convivencia» entre el gobierno y la oposición, que se extienda más allá de las elecciones presidenciales de 2024.

El presidente colombiano también indicó que el gobierno de Joe Biden debía eliminar las recompensas que fijó el Departamento de Justicia por las cabezas del presidente Nicolás Maduro y otros altos cargos de su administración, pues en su opinión, esta práctica no se compadece con los criterios necesarios para organizar elecciones con garantías para todas las partes, antes y después del proceso, que es uno de los puntos contenidos en la propuesta que compartiera en el Foro de París.

Por su lado, Alberto Fernández ha tratado de mostrar consistencia en lo que indicara en París: la inaceptabilidad de los bloqueos y sanciones en tanto medidas de sometimiento de gobiernos. Más precisamente, este miércoles, Fernández apuntó directamente sus dardos contra el expresidente estadounidense, Donald Trump, al que sindicó de «imponer la lógica del bloqueo» a Venezuela.

Fernández aseguró que «Trump ha logrado imponer una lógica sobre Venezuela que no tiene sentido (…), es profundamente dañina porque no condena a un Gobierno sino a todo el pueblo» y apuntó que «los venezolanos que emigraron en los últimos años lo hicieron porque era muy difícil vivir allí, por culpa del bloqueo».

Además subrayó que los países «tienen que comprender» que son los venezolanos los que deben «resolver sus problemas», sin injerencia de terceras naciones, tras lo cual indicó que «Trump hizo todo lo necesario por dividir a Venezuela y dejarla en una situación de aislamiento».

«Estoy completamente de acuerdo con lo expresado por el presidente argentino, que tardó más de un año en reconocer a Venezuela y restablecer relaciones, pero más vale tarde que nunca», completó.

Antes de concluir la transmisión, invitó al bautizo de su libro de cuentos «Los espejos no escogen a quien mirar», que tendrá lugar este sábado 19 de noviembre a las 5:00 pm en la Galería de Arte Nacional en el marco de la Feria Internacional del Libro de Caracas.

(LaIguana.TV)