La justicia colombiana condenó al excandidato presidencial Rodolfo Hernández a pagar 45 millones de pesos (más de 9.000 dólares) a un bombero y su hija por daños y perjuicios provocados por calificativos ofensivos mientras estaba al frente de la alcaldía de Bucaramanga.

El fallo, adoptado por el Juzgado Quinto Oral de Bucaramanga, estableció que será la alcaldía del municipio la encargada de pagar la elevada suma a la parte demandante, el bombero Crystian Yohanny Pinzón y su hija Carla Yaneth Pinzón. De todas maneras, una vez realizado el pago, Hernández deberá restituir al municipio el valor total de la condena.

La causa fue motivada por varios dichos del político durante 2019, cuando era alcalde del municipio de Bucaramanga. En marzo, y a través de una transmisión en vivo, Hernández «trató a los bomberos de gordos, barrigones, que duermen todo el día, que no son capaces de subirse a un taburete y que con sus ronquidos despertaban a los muertos del cementerio», estableció el documento judicial.

En julio, el dirigente político volvió a dedicar burlas y calificativos al cuerpo de bomberos de la ciudad, esta vez, utilizando espacios en diferentes medios de comunicación local.

La sentencia judicial consigna que Hernández exhibió al público resultados médicos periódicos realizados a los bomberos con la finalidad de determinar su estado físico, información que, de manera oficial, no cuenta con datos individualizados.

Tras los comentarios del exalcalde y candidato presidencial, los bomberos del municipio fueron agredidos verbalmente por miembros de la comunidad, que empleaban los mismos términos descalificativos para insultarlos: «Gordos, barrigones, inservibles».

El informe del psiquiatra que intervino en el caso hace constar que Crystian Yohanny Pinzón, que ejercía como inspector desde 2011, sufrió de «sentimientos de impotencia, sensación de burla a su trabajo profesional, personal» como consecuencia de los insultos de Hernández. El episodio reactivó «síntomas anímicos, apareciendo tristeza, ira, agresión, depresión, autoestima y problemas de adaptación» y afectó también a la hija del trabajador, que también fue objeto de burlas.

Además de una restitución económica de 30 salarios mínimos legal para el bombero y 15 para su hija, el fallo exige que Hernández y el municipio de Bucaramanga hagan un comunicado público —de manera individual o conjunta— dirigido al cuerpo de bomberos de Bucaramanga, principalmente al bombero afectado y a su familia, donde se ofrezcan disculpas «por el acto de discriminación del que fueron víctimas».

(Sputnik)