Más de 3.000 manifestantes salieron a las calles en Perú para exigir la liberación del exmandatario Pedro Castillo.

Hasta los momentos, unas 16 personas han resultado heridas tras los enfrentamientos con funcionarios policiales registrados en la ciudad de Andahuaylas, en el departamento de Apurímac.

Las manifestaciones se producen luego de que el pasado 7 de diciembre, Castillo fue destituido por el Congreso del país andino y asumiera su cargo la entonces vicepresidenta Dina Boluarte.

Dicha movilizaciones se intensificaron el 9 de diciembre alrededor de las inmediaciones del Parlamento, en Lima, cuando más de 1.000 peruanos protestaron frente al órgano legislativo y exigieron la liberación de Castillo.

Aunado a lo anterior, varios sectores de la sociedad en Perú convocaron para este martes 13 de diciembre a una jornada de paro nacional indefinido, con la finalidad de exigir el cierre del Congreso, una nueva Constitución y la convocatoria a nuevas elecciones.

En medio de las crisis política que enfrenta la nación suramericana, los medios hegemónicos han dedicado poca atención a reseñar las protestas, para restar importancia a estas continuas manifestaciones de movimientos campesinos, indígenas, sociales y juveniles que exigen que se respete la voluntad popular que llevó a Castillo a la Presidencia, tildando de manera inmediata las acciones recientes de Castillo como un «intento de autogolpe» de Estado y justificando sin miramientos su remoción y posterior juramentación de la vicepresidenta.

Cabe destacar que Boluarte también tenía una investigación por un caso de conflicto de intereses durante su ejercicio como ministra, pero dos días antes de la sesión en la que se discutiría la vacancia de Castillo, es decir, el pasado 5 de diciembre, fue archivada la denuncia en su contra por parte del propio Congreso que luego la juramentó como primera mandataria.

(LaIguana.TV)