El fundador la criptobolsa FTX, declarada en quiebra el pasado noviembre, ha sido arrestado la noche de este lunes en las Bahamas después de que las autoridades de ese país recibieran una notificación formal de Estados Unidos de los cargos penales en contra de Sam Bankman-Fried, conocido por las siglas SBF.

«Como resultado de la notificación recibida y el material proporcionado con ella, se consideró apropiado que el fiscal general solicitara el arresto de SBF y lo mantuviera bajo custodia de conformidad con la Ley de Extradición de nuestra nación», comunicó la oficina del fiscal general de Bahamas, Ryan Pinder.

A su vez, el primer ministro de las Bahamas, Philip Davis, señaló que su país y EEUU «tienen un interés compartido en responsabilizar a todas las personas asociadas con FTX que puedan haber traicionado la confianza pública y violado la ley». Davis aseguró que las Bahamas «continuará sus propias investigaciones regulatorias y penales» sobre el colapso de la criptobolsa.

Un portavoz de la oficina del fiscal federal en Manhattan (EEUU) confirmó que Bankman-Fried había sido detenido en las Bahamas, pero no proporcionó información acerca de las acusaciones que enfrenta el fundador de FTX. Mientras tanto, el fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, indicó que SBF fue arrestado «a pedido» del Gobierno estadounidense, en base a «una acusación sellada» que se espera que sea revelada «por la mañana».

¿Qué pasó?

A principios de noviembre, FTX Group, que abarca a aproximadamente 130 empresas filiales, incluyendo FTX Trading, FTX US y Alameda Research, se enfrentó a problemas de liquidez tras registrar retiros por unos 6.000 millones de dólares en tan solo 72 horas.

Para hacer frente a la situación, la empresa inició un acuerdo de venta de su filial estadounidense con su máximo rival, Binance. Sin embargo, este terminó rechazando el trato ante las irregularidades en la que se había visto involucrada FTX.

Por su parte, autoridades financieras de California, Texas y Nueva Jersey, así como la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU y el Departamento de Justicia, han emprendido una serie de averiguaciones para esclarecer las sospechas de fraude y otros delitos fiscales de FTX. Mientras, las autoridades de las Bahamas han congelado los activos de algunas de sus filiales.

El colapso de FTX ha afectado de manera significativa al criptomercado y ha creado cierta desconfianza hacia las monedas digitales, lo que ha llevado a la bancarrota a otras compañías dedicadas al intercambio de criptodivisas.

(RT)