El primer ministro alemán, Olaf Scholz, se reunió con sus pares Alberto Fernández, en Argentina, y Gabriel Boric, en Chile, y se reunirá este 30 de enero con Lula en Brasil. Si bien el canciller asegura que la intención de la gira es reforzar lazos, la urgencia alemana por obtener recursos naturales como el gas y el litio es un motivo importante

Desde que Alemania redujo las importaciones de gas, petróleo y carbón desde Rusia debido a las sanciones occidentales contra Moscú por el conflicto en Ucrania, el Gobierno de coalición de los socialdemócratas y los verdes ha sufrido para buscar reemplazos y superar la crisis energética que esta decisión ha generado en la población y en las industrias de su país.

Antes de que Scholz anunciara que Alemania pretende la independencia energética de los recursos fósiles rusos, la mitad del carbón y casi la mitad del petróleo que importaba Alemania eran de esa procedencia, de acuerdo con datos oficiales del Gobierno alemán.

Según informó el diario argentino El Cronista, en la reunión con Alberto Fernández se incluyeron temas como cooperación técnica en materia de energías renovables y hasta el proyecto de construir una planta de Gas Natural Licuado que pueda proveer a Alemania. El mandatario argentino señaló que él y Scholz hablaron sobre «nuestros yacimientos de litio y la producción de hidrógeno verde», pero no precisó detalles.

Ese tema también estará sobre la mesa con Lula. Brasil está entre los principales exportadores de gas y petróleo del mundo, y es inversor en varios proyectos del sector en Argentina, como el gasoducto Néstor Kirchner, localizado en la provincia de Neuquén.

Con respecto al litio, más de la mitad de los yacimientos mundiales se encuentran en Argentina, Chile y Bolivia. Se trata de una materia prima de máximo interés para Alemania, que los necesita para la producción de tecnología y, especialmente, para baterías para automóviles eléctricos. Los vehículos representan la exportación más importante de este país, y no por nada, entre la veintena de empresarios que acompañan a Scholz en su gira, se encuentran varios representantes de las principales compañías automotrices alemanas.

Sin embargo, en la conferencia que Boric y Scholz dieron en conjunto en la tarde del domingo, el presidente chileno se apresuró a dejar en claro que su país «tiene todo el derecho de explotar el litio» y anunció que trabaja para la creación de una empresa estatal para dichos fines.

En esa misma conferencia, el canciller de Alemania admitió que «las empresas alemanas están muy interesadas en ampliar la cooperación, especialmente en el campo del litio, y queremos apoyar a Chile en el camino hacia una minería sostenible».

La carrera armamentista de Ucrania: sin apoyo en Sudamérica

La llegada de Scholz a la región se da días después de que Alemania anunciara que enviará 14 tanques Leopard 2 a Ucrania, y que además autorizaba a otros países europeos como Polonia y España a hacer lo propio.

Esta decisión fue aplaudida por Estados Unidos, quien por su parte informó que haría llegar más de 30 tanques Abraham al Gobierno de Zelenski, pero provocó el rechazo de un amplio arco político global, desde el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador hasta el exvicecanciller austriaco Heinz-Christian Strache, quien tildó la decisión de «acontecimiento extremadamente peligroso» que podría empeorar el enfrentamiento y extenderlo a Europa.

Con argumentos similares, tanto el presidente argentino, Alberto Fernández, como Lula da Silva, de Brasil, dejaron claro que no se sumarían al suministro de armamento a Ucrania.

Fernández, en la conferencia de prensa que realizó el 28 de enero junto a Scholz, afirmó tajantemente que ni Argentina ni América Latina pensaban mandar armamento a Ucrania, y añadió que esperaba que el conflicto se resolviera cuanto antes.

En una línea similar, en declaraciones recogidas por el Folha de Sao Paulo, Lula dijo que Brasil mantenía una postura de neutralidad en el conflicto, y que por dicho motivo había rechazado la solicitud del Gobierno de Scholz para enviar municiones de tanques a Kiev.

(sputniknews.lat)