Francia vivió este martes la segunda protesta masiva de este mes de enero contra la reforma de las pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron, en una jornada en la que los sectores ferroviario, petrolero y educativo realizaron importantes paros.

Después de la amplia protesta del 19 de enero, los sindicatos echaron un nuevo pulso a Macron exigiéndole la retirada tanto del retraso de la edad mínima de jubilación, de los 62 años actualmente a 64, como del adelanto a 2027 del alargamiento del periodo de cotización, de 42 a 43 años.

La de París fue la más mayoritaria entre las 250 protestas convocadas en toda Francia, seguida por la de Marsella (sur).

La meta de los sindicatos es, como en 1995 durante la presidencia del conservador Jacques Chirac, lograr que la presión social sea tal que impida la puesta en marcha de una reforma de las pensiones.

Más allá de las manifestaciones, el otro gran indicador del seguimiento de la jornada serán las huelgas, que se prevén de una amplitud similar en el transporte público.

¿POR QUÉ PROTESTAN EN FRANCIA?

Los sindicatos pretenden obligar al Gobierno francés a retirar su reforma, que prevé retrasar la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años y adelantar a 2027 el alargamiento a 43 años (42 actualmente) del periodo de cotización necesario para cobrar una pensión completa.

A la espera de los datos definitivos, había secundado el paro un 19,4 % de los funcionarios de la Administración Central frente al 28 % del 19 de enero, según el Gobierno.

El gobierno de Emmanuel Macron, defiende su reforma, a la que considera «indispensable frente a Europa» y para «salvar nuestro sistema» de reparto; ypara estar en línea con la UE, pues Francia es uno de los países en los que la edad mínima de jubilación es más baja (62).

En la rutinaria sesión parlamentaria de control al Gobierno, la reforma de las pensiones fue uno de los principales temas. El ministro de Trabajo, el antiguo socialista Olivier Dussopt, también defendió la reforma.

«Pedimos a los franceses un esfuerzo para que se pueda mantener el actual sistema por repartición», aseveró Dussopt, quien lo justificó esgrimiendo el envejecimiento de la población: se ha pasado de los tres cotizantes por un jubilado de la década de 1970, al 1,7 de cotizantes de hoy en día.

(EFE)