Los servicios especiales ucranianos pretenden llevar a cabo un ataque de falsa bandera para acusar a Rusia de supuestos «crímenes de guerra» en un futuro próximo, comunicaron desde el Ministerio de Defensa ruso. Con este tipo de montajes Kiev intenta lograr una ampliación de los suministros de armas modernas, agregaron.

«Según informaciones confirmadas por varias fuentes independientes, los servicios de seguridad ucranianos pretenden llevar a cabo en un futuro próximo un montaje a gran escala para acusar a Rusia de cometer presuntos ‘crímenes de guerra’», informaron.

Desde el Ministerio aclararon que Kiev planea un bombardeo controlado de edificios médicos en la ciudad de Kramatorsk. Según el informe, los medios occidentales darán amplia cobertura a este ataque de falsa bandera planificado.

«Los periodistas de los medios de comunicación occidentales ya han llegado a la ciudad de Kramatorsk acompañados por agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania y ahora están alojados en el hotel Saphir. Al mismo tiempo, el personal médico ya fue evacuado. Todos los empleados fueron trasladados a un formato de trabajo a distancia, están a la espera de instrucciones especiales», precisó el organismo castrense.

Tras el montaje, los medios de comunicación occidentales presentarán el bombardeo como otra «atrocidad» cometida por las tropas rusas, exigiendo una respuesta de la comunidad internacional y acelerando las entregas de misiles de largo alcance a Kiev para atacar territorio ruso.

En el contexto de los fracasos militares del Ejército ucraniano, las autoridades de Kiev intentan aumentar la presión sobre la opinión pública de los países occidentales con este tipo de montajes para así lograr una ampliación de los suministros de armas modernas y equipos militares a las Fuerzas Armadas ucranianas.

(Sputnik)