El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que confía en que Venezuela y Cuba honrarán las deudas que mantienen con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y responsabilizó a su predecesor, Jair Bolsonaro, por el atraso en los pagos, recoge EFE.

«Estoy seguro de que en nuestro gobierno esos países pagarán porque son todos países amigos de Brasil y con certeza pagarán la deuda que tienen con el BNDES», sostuvo Lula en el acto de juramentación del nuevo jefe de la institución financiera, que se celebró este lunes en Río de Janeiro.

En la misma línea, destacó que el BNDES está en proceso de recuperar todo lo que financió, aunque admitió que «hay algunos contratos en atraso, si bien todos están cubiertos con garantías»

«Seamos francos, los países que no pagaron, sea Cuba o Venezuela, es porque el [entonces] presidente Bolsonaro decidió cortar relaciones internacionales con esos países para no cobrar y poder estar acusándolos» de impago, comentó el líder petista.

De acuerdo con los últimos datos oficiales disponibles, fechados en septiembre de 2022, Caracas adeudaba al BNDES 682 millones de dólares, mientras que los pasivos de Cuba ascendían a los 227 millones de dólares.

Estos adeudos se corresponden con financiamientos otorgados a compañías brasileñas para que desarrollaran proyectos de ingeniería en los dos países, pero Bolsonaro usó este hecho para decir que los gobiernos de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), los dos primeros mandatos de Lula (2003-2010) y la administración de Dilma Rousseff (2011-2016) habían «regalado» fondos públicos a «países amigos», una especie que Da Silva desmintió categóricamente.

A este respecto, el mandatario refirió que el BNDES fue «víctima de muchas mentiras» y «difamaciones muy graves» durante la última campaña electoral, al tiempo que enfatizó que el organismo «nunca dio dinero a países amigos del gobierno» y sí «financió servicios de ingeniería de empresas brasileñas para proyectos en 15 países de América Latina y el Caribe entre 1998 y 2017».

Del mismo modo, rechazó que durante sus dos mandatos previos se otorgaran privilegios para obtener contratos con el BNDES a «media docena de empresas» que luego aparecieron implicadas en diversas tramas de corrupción.

«Al final de mi gobierno, 480 de las 500 mayores empresas que actúan en Brasil tenían relaciones bancarias con el BNDES, empresas públicas y privadas de diversos sectores», argumentó.

Así las cosas, demandó «parar de mentir» sobre el banco de fomento brasileño, que en adelante estará bajo las riendas del exministro Aloizio Mercadante. El gobierno socialista liderado por Lula aspira que esta gestión del BNDES priorice el financiamiento para «micros y medianos emprendedores» del país.

(LaIguana.TV)