Un terremoto de magnitud 7,8 sacudió Turquía y los países vecinos la madrugada del lunes 6 de febrero. Esto causó la muerte de miles de personas, decenas de miles de heridos y el colapso de un gran número de edificios en Turquía y Siria. Sputnik repasa las principales causas de esta fatídica catástrofe natural.

El fenómeno natural del 6 de febrero en Turquía fue el más mortífero desde 1999, cuando un movimiento telúrico de magnitud 7,4 se cobró la vida de más de 17.000 personas. Los recientes terremotos dejaron casi 3.000 muertes en Turquía, según las cifras publicadas por la autoridad turca de gestión de desastres y emergencias, pero se espera que ese número siga aumentando exponencialmente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el número de muertes podría aumentar ocho veces más. Si es así, sería el peor desastre natural que ha sufrido Turquía desde 1939, cuando un evento similar dejó 33.000 víctimas mortales.

Pero, ¿qué permitió que este terremoto fuera uno de los más mortíferos de la historia?

La potencia

Un movimiento telúrico de magnitud 7,8 es muy poderoso, especialmente para uno con epicentro en tierra. Los movimientos tectónicos más poderosos ocurren bajo el océano, lejos de la civilización humana. Dichos sucesos en el océano pueden ser mortales al causar un tsunami, como lo demuestra el tsunami de 2011 que azotó Japón luego de un terremoto de magnitud 9,0 que sacudió el fondo del océano a casi 72,4 kilómetros de la costa, pero en tierra pueden ser igual de devastadores.

A modo de comparación, el terremoto más devastador en la historia de EEUU, por la cantidad de daños causados, fue el de Northridge en 1994. Ese movimiento telúrico registró una magnitud de 6,7 en la escala de Richter. Los Ángeles se vio muy afectada por ese evento que dejó al menos 57 víctimas mortales y causó daños calculados en más de 20.000 millones de dólares.

La región golpeada no estaba preparada

Turquía es una de las áreas sísmicas más activas del mundo, está ubicada en la placa de Anatolia, entre dos fallas principales.

Hay que entender que la superficie de la Tierra está dividida en varias partes que encajan como un rompecabezas cósmico. Esas piezas siempre están rozando unas con otras, moviendo el suelo muy lentamente, por lo cual no lo percibimos. Pero a veces la tensión aumenta y una o ambas placas se deslizan, liberando una increíble cantidad de energía dando origen a lo que denominamos terremoto.

La mayoría de las ciudades modernas, en particular las que se encuentran en fallas importantes, tienen regulaciones estrictas sobre la construcción, esto garantiza que los edificios no colapsen fácilmente durante un fenómeno de este tipo. En la ciudad turca de Estambul, la mayoría de los edificios de gran altura están diseñados para resistir los movimientos telúricos.

Y ese no es el caso de Gaziantep, que está situada cerca del epicentro. Si bien es una ciudad importante y una capital provisional, Gaziantep no es tan moderna como Estambul y muchos de sus edificios de gran altura no se construyeron con el mismo estándar, lo que en última instancia fue lo que provocó el colapso de varios de estos. En un video publicado en las redes sociales se puede ver un inmueble colapsando y los pisos superiores aplastando a los pisos de abajo.

El ingeniero estructural del Servicio Geológico de los Estados Unidos, Kishor Jaiswal, comentó a Associated Press que tales derrumbes tipo «panqueque» son una señal de que el edificio no pudo resistir los fuertes movimientos producidos por los terremotos.

La guerra civil siria

Siria también sufrió importantes daños y bajas a causa de esta catástrofe natural. El vecino del sur de Turquía registró al menos 1.444 muertes como resultado de los terremotos, un número que, al igual que el de Turquía, se espera que aumente.

Siria se vio envuelta en una guerra civil por años. Los edificios primero fueron destruidos durante los combates y cuando los sirios los reconstruyeron, lo hicieron rápidamente y sin mucha supervisión. Esto, como en Gaziantep, resultó en una construcción que no estaba preparada para soportar terremotos.

Un clima que obstaculiza los esfuerzos de rescate

Además de todo lo expuesto, el clima no está cooperando con los equipos de rescate. Cuando se produjo el evento, ya estaba nevando en Gaziantep. Y al salir el sol, el área estaba cubierta de nieve.

Esto, combinado con la lluvia helada de ese día más tarde, dificultó los esfuerzos de rescate. Las carreteras, ya dañadas por el terremoto, ahora están cubiertas de hielo y lodo. Las vías por las que se puede circular están llenas de residentes que intentan salir de las ciudades afectadas.

Peor aún, la mayoría de las ciudades que sufrieron el impacto de los terremotos se quedaron sin electricidad. En las redes sociales se publicaron videos de grandes incendios en las regiones del sur del país, se cree que fueron causados ​​por la explosión de líneas de gas.

Todo esto significa que el número de muertos probablemente sea más alto de lo que hubiera sido si el terremoto ocurría durante el verano boreal o con tiempo cálido. Los sobrevivientes atrapados podrían morir congelados, y la falta de electricidad hace que sea aún más difícil encontrarlos.

(Sputnik)