El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso emitió este miércoles un comunicado en el que «rechaza categóricamente» las acusaciones de EEUU de que Rusia «incumple» el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III o Nuevo START), que es el último acuerdo de control de armas nucleares que queda vigente entre ambos países. Asimismo, el comunicado advierte que las actividades estadounidenses pueden llevar a un choque militar directo entre Moscú y Washington.

«En esencia, EEUU ha desatado una guerra híbrida total contra Rusia, con el riesgo real de un choque militar directo entre dos potencias nucleares», denuncia la Cancillería rusa, refiriéndose a «la agresiva política» de Washington encaminada a lograr una «derrota estratégica» de Rusia en el conflicto con Ucrania. Según argumenta, resulta imposible hacer las cosas «como de costumbre» en una situación de confrontación entre los dos países.

En este contexto, las exigencias de la parte estadounidense de reanudar las actividades de inspección de las instalaciones rusas bajo el START III fueron calificadas de «descaradamente cínicas» por el ministerio ruso, que recalca que la petición se produce en un momento en que las fuerzas ucranianas intentan atacarlas con «una clara ayuda militar-técnica y de información-inteligencia de EEUU».

La Cancillería agrega que, con su retirada de una serie de instalaciones estratégicas del régimen de inspección fijado en el tratado, Rusia no violó las disposiciones del documento. Al mismo tiempo, subraya que es la parte estadounidense la que lleva varios años infringiendo el START III al «excluir ilegítimamente» un número significativo de sus armas estratégicas ofensivas de la jurisdicción del tratado, por ejemplo, cambiándoles de nombre.

La parte rusa reafirmó su compromiso con el tratado START, que considera «un instrumento importante para mantener la seguridad y la estabilidad internacionales», y pidió a EEUU que «se dé cuenta de que no hay alternativa» a la construcción de relaciones con Moscú sobre la base de la igualdad y la consideración mutua de intereses.

Asimismo, el ministerio señala que mientras EEUU no entienda esto y siga intensificando las tensiones, cualquier «paso hacia» Washington en relación a la aplicación del START III sería «injustificado, inoportuno e inapropiado».

La semana pasada, la OTAN declaró que estaba preocupada por «el incumplimiento por parte de Rusia de sus obligaciones jurídicamente vinculantes en virtud del Nuevo START».

Moscú suspendió las inspecciones del tratado en agosto de 2022 por la imposibilidad de los inspectores rusos de viajar y trabajar en EEUU debido a las sanciones occidentales, que daban una ventaja injusta a la parte estadounidense. Sin embargo, la Cancillería rusa prometió que las inspecciones continuarán una vez sean restablecidos los principios de paridad e igualdad.

El START III fue firmado por Rusia y EEUU en Praga (República Checa) el 8 de abril de 2010 y fue prorrogado sin condiciones previas por cinco años en febrero de 2021. En virtud del acuerdo, las partes se comprometieron a reducir sus fuerzas nucleares hasta 700 portadores, 1.550 ojivas nucleares y 800 lanzadores.

(RT)