Proteo, un can de la Agrupación de Ayuda Humanitaria de México que prestó labores como rescatista de víctimas de los terremotos que azotaron el sureste de Turquía y el norte de Siria el pasado 6 de febrero, falleció por causa de la inclemencia del clima en la zona del desastre.

Así lo contó el general José Luis Cruz Piñón, comandante de la mencionada agrupación mexicana, a Madelein García, enviada especial de teleSUR a la ciudad de Adiyaman: «Al llegar aquí (…), el tema del clima, las condiciones de la ciudad se complicaron y empezó a tener debilitamiento hasta que, lamentablemente, falleció».

El funcionario refirió que antes de viajar, se estimaba que los termómetros bajarían hasta los cinco grados bajo cero, aunque la sensación térmica rondaría los -10 ºC, un clima impropio del territorio mexicano.

Ante esto, relató, el gobierno turco y voluntarios locales proporcionaron prendas térmicas a los rescatistas extranjeros para que pudieran acometer sus labores, aunque, naturalmente, no pudo hacerse lo mismo con los perros entrenados.

A lo anterior sumó los efectos negativos del prolongado viaje –que se extendió por más de 20 horas– y la situación de aislamiento a la que estuvo sometido el canino durante el traslado.

García destacó que en este 14 de febrero concluyó «la primera fase de búsqueda y rescate de sobrevivientes» e inició de inmediato «la fase de recuperación de cuerpos y de remoción de escombros».

Según el balance de este lunes, Ankara y Damasco computaban más de 35.000 víctimas fatales y miles de heridos, al tiempo que la cantidad de afectados directamente por los sismos podría rondar los 15 millones.

(LaIguana.TV)