La empresa de un venezolano radicado en Miami, dedicada a conspirar con factores de la extrema derecha continental, tuvo participación en el magnicidio ocurrido en Haití en 2021, ejecutado por mercenarios colombianos. 

Este fue uno de los temas complementarios de la más reciente emisión del programa Desde Donde Sea, de Miguel Ángel Pérez Pirela, dedicada principalmente a la voladura de los gasoductos Nord Stream y a la catástrofe ecológica de Ohio, Estados Unidos. 

Una contratista de mercenarios

Pérez Pirela reseñó que autoridades estadounidenses apresaron el pasado martes en Florida a tres de los presuntos responsables de planificar el magnicidio que segó la vida del presidente haitiano Jovenel Moïse en la madrugada del 7 de julio de 2021, incluyendo al venezolano Antonio Intriago.  

En su momento, LaIguana.TV lo presentó así: “Detienen al venezolano Antonio Intriago, dueño de la contratista de mercenarios que mataron a Moïse”. 

La noticia explica que funcionarios del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) capturaron este martes al venezolano Antonio Intriago, propietario de la empresa CTU Security, contratista de los mercenarios colombianos que asesinaron al presidente de Haití Jovenel Moïse en julio de 2021. 

De acuerdo con el perfil elaborado por el portal de periodismo de datos abiertos La Tabla, Intriago es oriundo de Carrizal, una zona de clase media ubicada a las afueras de Caracas y se residenció en Miami hace casi dos décadas, desde donde estableció una base multinacional de conspiraciones con la extrema derecha regional.  

Además del venezolano, en el mismo operativo el FBI detuvo a los colombianos Arcangel Pretel y Walter Veintemilla, este último conocido por sus consultorías financieras en el sur de Florida.   

A los tres se les acusa de los delitos de conspiración para proporcionar apoyo material con resultado de muerte y conspiración para matar o secuestrar a una persona fuera de Estados Unidos, de acuerdo con los documentos judiciales. 

El moderador subrayó que el magnicidio de Moïse ha estado salpicado de oscurantismo desde el inicio. Aunque las autoridades haitianas detuvieron a cerca de una veintena de mercenarios –exmilitares– colombianos en las horas siguientes al evento, ha sido la justicia estadounidense la que ha llevado la voz cantante en el proceso.   

Algunas versiones indican que el empresario Rodolphe Jaar y el senador John Joël Joseph habrían sido los autores intelectuales del homicidio, en contubernio con los haitiano-estadounidenses Joseph Vincent y Christian Emmanuel Sanon, quienes habrían engañado a los mercenarios colombianos sobre el carácter de la operación, presentándola como una acción de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).  

Siempre siguiendo este relato –que es el que ha prevalecido en la prensa estadounidense–, a los ejecutores se les habría dicho que debían secuestrar a Moïse y trasladarlo a una ubicación que les sería proporcionada tras concretar el plagio, pero luego se les ordenó asesinarlo.  

En contraste, los días sucesivos al magnicidio corrió la especie de que el primer ministro Ariel Henry (apoyado por la Casa Blanca) habría estado detrás del crimen, pues accedió a esa posición apoyado por una fracción minoritaria del Congreso, que había sido disuelto por Moïse el año anterior.   

(LaIguana.TV)