El canciller Yván Gil aseguró este martes que las medidas coercitivas unilaterales –sanciones– son tanto «armas políticas y económicas» como «la continuidad del neocolonialismo» adelantado por «países hegemónicos» contra los pueblos del sur global y gobiernos que no comulgan «con sus perversas intenciones expansionistas».

En su participación en el 52º período ordinario de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, destacó que estas acciones están «acompañadas de vergonzosas campañas mediáticas llenas de falsedades para criminalizar gobiernos, acusar autoridades legítimas y organizar fallidos magnicidios y golpes de Estado».

Con respecto al caso de Venezuela, Gil precisó que sobre el país pesan «927 medidas coercitivas unilaterales y otras disposiciones criminales e ilegales, directas e indirectas», que han sido empleadas «como herramienta deliberada» para «destruir» la economía y propiciar «un cambio de régimen, violando flagrantemente el derecho internacional».

Indicó asimismo que a causa de las coerciones, desde 2014, el Estado venezolano dejó de percibir 232.000 millones de dólares. «Es un crimen de lesa humanidad que hace tres años denunciamos ante la Corte Penal Internacional«, apuntó.

(LaIguana.TV)