Rusia registró el año pasado un crecimiento de su comercio exterior superior al 8%, declaró el presidente Vladímir Putin.

«En general, el comercio exterior de Rusia creció un 8,1%, hasta los 850.000 millones de dólares en 2022», dijo el mandatario en un congreso de la Unión Rusa de Industriales y Empresarios.

Al mismo tiempo, el superávit de la balanza comercial, según el jefe del Estado, ascendió a 332.000 millones de dólares en el último año, un 70% más que en 2021.

«Se estima que en abril alcanzaremos una tasa de crecimiento de la facturación minorista de al menos un 5%, y en términos reales (…) Como señalan los expertos, la demanda interna entró en una trayectoria de crecimiento sostenible a largo plazo», acotó Putin.

Afirmó también que la economía de Rusia está empezando a desarrollarse según un nuevo modelo, y que el país tiene enormes oportunidades para casi todas las actividades, pero aún quedan por resolver una serie de problemas sistémicos con la logística, las finanzas, las infraestructuras y la tecnología.

El descenso del PIB ruso el pasado verano boreal, sostuvo el presidente, se debió a las sanciones, a retos sin precedentes en la economía y el comercio mundiales y al sistema de relaciones internacionales en general, pero desde julio se observa una tendencia al alza.

«En el segundo trimestre de este año, esperamos un aumento significativo del PIB en comparación con el nivel del año pasado», constató el líder ruso.

Además, el presidente ruso informó que la inflación anual en Rusia en marzo se situará en el 4%. Agregó que la inflación en Rusia en marzo será menos que en los países europeos, «que esperan el colapso de la economía rusa».

Asimismo, Putin señaló que para el 13 de marzo la inflación fue del 7,6%. Según los últimos datos del Ministerio de Desarrollo Económico, el 13 de marzo la inflación en Rusia en términos anuales se disminuyó hasta el 7,65% frente al 9,43% de la semana anterior.

«Hoy vemos ejemplos de negocios que se hacen con dignidad, como misión superior del empresario al que le importa dónde, en qué condiciones operan sus compañías, sus empleados, sus especialistas; que usa su talento empresarial (…) no solo para obtener beneficio o para un consumo excesivo, sino también para el bien público. Y que, en lugar de usar los paraísos fiscales y retirar los fondos recibidos aquí para cosas no esenciales, lanza programas especiales de apoyo», aseveró.

El presidente ruso subrayó que es importante aumentar el número de iniciativas que benefician a los ciudadanos y sean asequibles también para las empresas pequeñas y medianas.

El Gobierno, aseguró, apoyará a los empresarios responsables que «no se centren en un resultado a corto plazo, sino en un desarrollo estable en los años venideros, que inviertan en las investigaciones y el desarrollo, en la creación de sus propias plataformas tecnológicas y marcas comerciales».

El jefe de Estado indicó que el negocio ruso tiene aún más oportunidades para el desarrollo después de la retirada de múltiples marcas extranjeras y aplaudió los esfuerzos de las compañías nacionales que lograron reconstruir las cadenas comerciales y de inversión, establecer rutas logísticas y abrir nuevas áreas de cooperación con socios extranjeros.

«Los que se han quedado aquí y realmente trabajan, son más inteligentes, enérgicos y eficientes que aquellos que se fueron y dan consejos a nuestros detractores», afirmó Putin.

Admitió que Rusia aún tiene muchas tareas por resolver en los ámbitos de logística, finanzas, tecnología, gestión, pero también ofrece muchas oportunidades para cualquier negocio.

Numerosos países condenaron la operación militar especial que Rusia lleva a cabo en Ucrania desde el 24 de febrero de 2022 y apoyan a Kiev con suministros de armas, donaciones, ayuda humanitaria y sanciones contra Moscú.

Por su parte, el presidente ruso afirmó que las sanciones asestaron un serio golpe a toda la economía mundial y también señaló que Occidente tiene por objetivo empeorar la vida de millones de personas.

Según él, contra Moscú se desató una agresión de sanciones sin precedentes orientada a aplastar a corto plazo la economía rusa, «a derrumbar la moneda nacional, el rublo, a través del robo de nuestras reservas de divisas y a provocar una inflación destructiva». Sin embargo, destacó, el plan de Occidente no tuvo éxito.

(Sputnik)