La Fiscalía General de México (FGR) confirmó este martes que 12 migrantes venezolanos fallecieron la noche de este lunes en un voraz incendio que consumió un centro de detención para migrantes en Ciudad Júarez, cerca de la frontera con los Estados Unidos.

Según cifras aportadas por el Instituto Nacional de Migración (INM) referidas por la FGR en un comunicado, en el incidente también perecieron un colombiano, un ecuatoriano, 12 salvadoreños, 28 guatemaltecos y 13 hondureños.

«29 personas migrantes extranjeras más resultaron lesionadas por el siniestro y fueron trasladadas en estado delicado-grave a cuatro hospitales de la localidad para su atención inmediata», se lee en el reporte oficial del INM publicado la mañana de este 28 de marzo.

No han trascendido las identidades de las víctimas fatales ni de los heridos. Solo se sabe que en el albergue estaban alojados 68 hombres procedentes de Centro y Suramérica que tenían interés en llegar a los Estados Unidos.

Según relatara el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia de prensa matutina, los migrantes alojados en el centro habrían decidido quemar colchonetas para protestar contra las deportaciones, pero las llamas se salieron de control y se extendieron rápidamente.

En su recuento de los hechos, el INM no detalló qué había sucedido, pero sí condenó «enérgicamente los actos que derivaron en esta tragedia».

De su lado, EFE puntualizó que «la presencia de migrantes en la zona se ha intensificado este año desde que Estados Unidos anunció nuevas medidas, que incluyen la deportación inmediata a México de migrantes de Haití, Venezuela, Nicaragua y Cuba que crucen la frontera de manera irregular«.

El basamento de estas deportaciones se asienta en el Título 42, un instrumento creado durante la presidencia de Donald Trump que permite la expulsión inmediata de extranjeros con el pretexto de la pandemia de COVID-19.

(LaIguana.TV)