Dentro de Petróleos de Venezuela (PDVSA) catalogan a Ysmel Serrano como un hombre al que poco le importaban las reglas del juego en el negocio petrolero.

“Era como un cuatrero”, dijo alguien aludiendo a esos ladrones de ganado que aprovechaban la noche para derribar cercas de fincas, ingresar y sustraer el ganado, los tractores, la semilla destinada a la siembra y hasta la carne que el hombre del campo guinda de alambres para secarla y luego comerla.

La vicepresidencia que ocupaba Serrano dentro de PDVSA era la encargada de la distribución de combustible en Venezuela. Su figura se vio la noche de este martes por la pantalla de VTV cuando esa planta televisiva informó sobre la audiencia de presentación tanto de Serrano como de otros dos detenidos por la Policía Nacional contra la Corrupción.

Investigaciones preliminares ubican a Serrano como “un operador” de Antonio Pérez Suárez, exvicepresidente de Comercio y Suministro de Calidad de PDVSA, uno de los primeros detenidos en el marco de la Operación Anticorrupción.

Pérez Suárez empleaba un apodo para negociar directamente con los clientes que Serrano les llevaba. “Se hacía llamar Antuan Ruíz, capitán del Ejército”, comentó una fuente.

Las negociaciones con “clientes especiales” eran preparadas por Serrano, según las investigaciones. A estos clientes les cobraban 10% de comisión. Por ejemplo, vendían un barco con 2 millones de barriles de petróleo, que era lo que normalmente negociaban.

El barril lo vendían a 64 dólares ya con la rebaja de 36% que daba PDVSA para facilitar la colocación del crudo en virtud del bloqueo.

En ese ejemplo, el barco de 2 millones de barriles arrojaba un costo total de 128 millones de dólares. De esa cifra, la dupla Serrano-Pérez Suárez se quedaba presuntamente con 10% que el comprador debía entregar en efectivo. En ese caso eran 12 millones 800 mil dólares. Mientras que las divisas por la venta del petróleo tenían que depositarlas en cuentas abiertas en Panamá, según las investigaciones.

Para entrar en la negociación, el cliente debía consignar un perfil de la empresa compradora, la prueba de fondo donde constaba la existencia de una embarcación y la certificación de los fondos expedida por una entidad bancaria.

Fogade y cárceles

Antes de su paso por PDVSA, Ysmel Serrano estuvo al frente del Fondo de Protección Social de los Depósitos Bancarios (Fogade) y posteriormente en la Dirección de Prisiones cuando Tareck El Aissami era ministro de Interior y Justicia. En ese tiempo no existía el Ministerio para el Servicio Penitenciario.

Ya frente a la Dirección de Prisiones, Serrano negoció con los líderes negativos de las cárceles y les entregó la administración interna de las mismas, de acuerdo a informaciones extraoficiales de entonces.

Esa negociación le dio luz verde a los pranes de las cárceles para cobrar la denominada “causa”, que era una especie de “impuesto de vida”, la cual se cancelaba cada semana. En caso de no pagar la causa, el preso era aislado en las azoteas de las prisiones.

(Eligio Rojas / Últimas Noticias)