“La Conferencia Internacional sobre Venezuela fue un fracaso: sólo sirvió para que Juan Guaidó huyera del país. Fue un fracaso porque Estados Unidos no tiene la más mínima intención de aliviar sanciones y por eso Venezuela no va a volver a los diálogos de México”, aseguró Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa Desde donde sea.

“Todo gira alrededor de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 y en ellas tanto Ron DeSantis como Donald Trump, los dos posibles candidatos republicanos, rivales de Joe Biden, tienen gran ascendencia en Florida y por lo tanto, el actual presidente, aspirante a la reelección, no puede darse el lujo de tomar una medida que le ponga en contra la votación clave de ese estado”, razonó el moderador.

“¿Ustedes creen que a un año y pico de las elecciones, Biden se va a arriesgar a quitarle las sanciones a Maduro y hacer enfurecer a los cubanos anticastristas y los venezolanos antichavistas de Miami? –preguntó el filósofo y comunicador político y, de inmediato, emitió su parecer-. Eso no va a suceder”.

“Tampoco Biden va a darle ese regalo a Maduro de quitarle las sanciones a pocos meses de unas elecciones en Venezuela porque eso implicaría una mejora en las condiciones generales de la población y redundaría en favor del gobernante –prosiguió-. Así que para lo único que sirvió la conferencia internacional sobre Venezuela fue para que Guaidó huyera del país. Algo parecido a lo que ocurrió con el intento de golpe de Estado de mayo de 2020, el de los plátanos verdes, que solo sirvió para que Leopoldo López huyera de su prisión domiciliaria y luego de Venezuela. Espero equivocarme, pero creo que todo seguirá igual”.

¿Una reunión más?

Lanzó una pregunta a la audiencia: ¿fue la Cumbre Internacional sobre Venezuela una reunión más?

Antes de intentar dar una respuesta, presentó una de las caricaturas de Iván Lira (Iguanazo), en la que un hombre le dice a una mujer: “En mi apoyo a la mediación, soy un extremista”.

Reseñó que la reunión bilateral que sostuvieran los presidentes de Colombia y Estados Unidos el pasado 20 de abril, sirvió como preámbulo a la Conferencia Internacional sobre el Proceso Político en Venezuela celebrada este martes en Bogotá a instancias del mandatario neogranadino.

El objetivo declarado del encuentro era formular recomendaciones que ayudaran a la reactivación de las negociaciones entre el gobierno de Venezuela y el sector de la oposición auspiciado por la Casa Blanca, aglutinado en la así llamada Plataforma Unitaria.

Sin embargo, pese a los esfuerzos de Gustavo Petro, el panorama sigue tan brumoso como antes de la Cumbre, lo que pone en cuestión el alcance de esta iniciativa, qu  también obedece al interés de Petro en proyectarse como un líder regional confiable, capaz de armonizar entre sectores largamente enfrentados.

Sobre este asunto, Gerardo Blyde, jefe de la delegación de la Plataforma, calificó la reunión como «muy productiva», aseguró que habían sido escuchados y subrayó que el objetivo principal del grupo es que la Conferencia Internacional permita que se reanuden los diálogos de México.

Las declaraciones del jefe negociador de la Plataforma resultan particularmente elocuentes, en el sentido que dejan claro el interés del gobierno colombiano en presentarse como un mediador confiable y no parcializado.

Si se presta atención, se nota que en la comitiva que flanqueaba a Blyde tras la reunión con Petro y Leyva, no estaba el exdiputado Freddy Guevara, representante del partido Voluntad Popular –al que pertenece Guaidó– en la mesa de conversaciones con el Gobierno Bolivariano instalada en México.

Los hechos

“En numerosas ocasiones hemos insistido en el empeño que ha puesto el gobierno liderado por Gustavo Petro para regularizar sus relaciones con Venezuela en todos los ámbitos, pues es una condición necesaria para cumplir con su principal oferta de gestión: alcanzar la paz total en Colombia. Bajo su punto de vista, esta normalización de vínculos supone desmontar la política confrontacional que caracterizó a las administraciones de Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos e Iván Duque, al tiempo que se realizan esfuerzos concretos para mejorar la situación política y económica de su vecino”, puntualizó el conductor del programa.

Es en esta línea gruesa donde se inscriben las iniciativas para reanimar el diálogo entre el Gobierno Bolivariano y el sector de la oposición auspiciado por Estados Unidos, pues Bogotá entiende que es Washington el interlocutor real de Nicolás Maduro y en esa dirección ha venido trabajando.

Al primer intento del pasado noviembre, que derivó en la firma de un acuerdo para la conformación de un fondo de 3.200 millones de dólares con recursos del Estado venezolano confiscados ilegalmente en el extranjero, se sumó la organización de una Conferencia Internacional sobre el Proceso Político en Venezuela, que tuvo lugar el pasado martes en la capital colombiana.

La cita congregó a representantes diplomáticos de 20 países, principalmente del continente americano y de Europa, pero no solo, pues naciones como Sudáfrica y Turquía también dijeron «presente».

Como muestra de compromiso, el propio Petro pronunció el discurso inaugural, en el que repasó las motivaciones del encuentro, sin dejar de mencionar que el riesgo de fracaso es más que una posibilidad remota.

Presentó el titular de LaIguana.TV al respecto: «’Sociedad venezolana no quiere ser sancionada: Petro al inicio de la Conferencia Internacional en Bogotá”.

En el texto de la nota se indica que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, inauguró este martes en Bogotá la Conferencia Internacional sobre el Proceso Político de Venezuela.

En su discurso de instalación, el mandatario resumió el proceso de construcción de la democracia en América con sus fallas y avances, al tiempo que enfatizó que la región no puede ser un territorio donde exista espacio para la aplicación de sanciones y bloqueos.

Asimismo reiteró que aspira que las negociaciones conduzcan al levantamiento de todas las medidas coercitivas unilaterales que se le han impuesto a Venezuela y que este país regrese al seno del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, que abandonó en 2012.

“Si nosotros investigamos sobre las dos grandes propuestas que se están haciendo son preocupantes, aunque uno no dude de las buenas intenciones de Petro. No olvidemos que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos ha sido un órgano teleguiado por Estados Unidos para castigar con motivos políticos y no humanitarios. No creo que el gobierno venezolano deba volver a ese sistema”, opinó Pérez Pirela.

También se mostró en contra de acoger las recomendaciones de la Comisión Electoral de la Unión Europea de 2021 porque ese organismo ha sido archienemigo de los procesos electorales en Latinoamérica, incluso algunos que han terminado en golpes de Estado. “No creo que el gobierno de Venezuela se esté chupando el dedo para aceptar este tipo de sugerencias que tal vez no provengan de la mala fe, en el caso de Petro, pero que encierran, enclaustran y colocan en una trampa al gobierno de Nicolás Maduro”, dijo.

Volvió con el discurso de Petro y destacó que el mandatario colombiano enfatizó que el pueblo venezolano «no quiere ser sancionado», pues ha sido la principal víctima de las restricciones. También señaló que es conveniente avanzar en el cronograma electoral, de cara a los comicios presidenciales de 2024.

En su intervención, que en mucho estuvo atravesada por las lecciones que la historia regional ha legado, advirtió que si bien la Conferencia había generado «grandes expectativas», también podría conducir a «grandes decepciones».

Esta puntualización no es en ningún caso un detalle menor y da cuenta de que Petro está consciente que tiene frente a sí una situación muy desafiante, donde Estados Unidos y sus agentes locales quieren imponer su agenda a toda costa, al tiempo que el Gobierno Bolivariano ha subido la cota de sus exigencias y está poco dispuesto a ceder, si no se avanza en lo estructural, es decir, en el levantamiento de las sanciones.

En esa tónica –y aunque parezca increíble–, poco antes del inicio de la Cumbre, el jefe de la diplomacia europea, el guerrerista Josep Borrell, consideró que la «normalización» de la situación política en Venezuela debe viajar en paralelo con la eliminación progresiva de las medidas coercitivas unilaterales impuestas sobre la economía venezolana.

“Lo que pasa es que la UE no se manda sola, debe obedecer a Estados Unidos”, dijo el moderador.

En la víspera de la reunión de Bogotá, el presidente Nicolás Maduro reiteró su respaldo a la iniciativa colombiana, pero enfatizó que Caracas tiene condiciones para retomar las conversaciones con la Plataforma Unitaria, en virtud de los reiterados incumplimientos por parte de ese sector.

“’No hay forma de que volvamos al diálogo en México si no depositan los $3.200 millones’: Maduro”, fue el titular de LaIguana.TV en torno a estas declaraciones.

El cuerpo de la noticia indica que el presidente de la República, Nicolás Maduro, afirmó este lunes que para que se reactiven las negociaciones con la Plataforma Unitaria en México se debe exigir en el comunicado oficial de la Conferencia Internacional sobre Venezuela que Estados Unidos devuelva los 3.200 millones de dólares del Estado venezolano que mantiene retenidos ilegalmente.

Así lo expresó el mandatario nacional en la emisión de su programa semanal, donde aseveró que el regreso de ese dinero fue pactado en el acuerdo firmado con la Plataforma en noviembre del año pasado para atender las necesidades del pueblo venezolano a través de un conjunto de proyectos concretos.

No es el único punto de honor. En la misma transmisión televisiva, Jorge Rodríguez, jefe de la delegación gubernamental en los diálogos con la Plataforma Unitaria, enumeró una lista de cinco condiciones que el Ejecutivo ha establecido para reanudar los intercambios con el ala más radical de su oposición.

Además del levantamiento de las sanciones, el gobierno de Venezuela demanda la liberación de todos los fondos de la República confiscados por otros Estados o entidades financieras, el fin de las políticas de ‘lawfare’ contra altos personeros del Ejecutivo y que la Plataforma Unitaria cumpla con el Acuerdo Social suscrito en México en noviembre de 2022.

Los puntos que enumeró Rodríguez se entregaron a los miembros de las 20 delegaciones que participaron del encuentro convocado por Petro en Bogotá.

En relación con los asistentes, vale la pena mencionar que Washington envió al asesor presidencial para Latinoamérica, Juan González, al asesor especial para las Américas, Chris Dodd, y al asesor principal adjunto de Seguridad Nacional, Jon Finer.

El excanciller y actual asesor especial de la presidencia brasileña, Celso Amorim y la secretaria para América Latina y el Caribe, Gisela Padovan, fungieron como representantes de la administración de Luiz Inácio Lula da Silva.

Por su parte, la Unión Europea envió a su alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, al tiempo que Bolivia y Argentina encomendaron la misión a sus ministros de Exteriores, Rogelio Mayta y Santiago Cafiero.

El encuentro transcurrió a puerta cerrada y tras su fin, el canciller colombiano, Álvaro Leyva Durán, ofreció unas escuetas declaraciones sobre los puntos en los que las variopintas delegaciones coincidieron en elevar a título de recomendaciones, tanto al Gobierno Bolivariano como a la Plataforma Unitaria.

Otro titular de LaIguana.TV dice: “Una a una: Acá todas las recomendaciones de la Conferencia Internacional sobre Venezuela”.

La nota puntualiza que el establecimiento de un cronograma electoral con garantías, el levantamiento gradual de todas las sanciones, la reanudación del proceso de negociación instalado en México y la constitución acelerada de un Fondo para inversión social, son los puntos en los que estuvieron de acuerdo los participantes de la Conferencia Internacional sobre el Proceso Político de Venezuela celebrada este martes en Bogotá.

Según informara el canciller colombiano, Álvaro Leyva Durán, representantes de algunos de los países participantes en la cumbre ofrecerán detalles de las discusiones al gobierno del presidente Nicolás Maduro y a sectores de la oposición, al tiempo que recibirán sus observaciones y comentarios.

Asimismo, el diplomático colombiano anunció que todas las delegaciones participantes serán convocadas en el futuro cercano, «a fin de hacer seguimiento a los desarrollos de lo alcanzado» en esa primera reunión.

Lo expresado por Leyva se ajusta a una declaración de principios con la que se trató de complacer a las dos partes, sin que hayan quedado claramente establecidos los compromisos que Estados Unidos –actor central en esta diatriba– debe asumir.

Por otro lado, aunque se exhorta al gobierno venezolano y a la Plataforma Unitaria a retomar con prontitud el diálogo en México, la conformación del Fondo para la atención de los programas sociales acordada el pasado mes de noviembre, depende de la reanudación de las conversaciones.

Esto, sin dudas, es un retroceso a lo ya pactado y de allí que Caracas continúe empeñada en que se cumpla lo acordado antes de volver a sentarse con la delegación opositora en México o en donde fuere.

Un comentario semejante merece el levantamiento progresivo de las sanciones. Más allá de las declaraciones de micrófono y del reconocimiento del fracaso de la política de máxima presión implementada por Donald Trump, la Casa Blanca no está dispuesta a mover un dedo para otorgarle algún respiro a Maduro.

“Olvídense del fin de las sanciones porque eso no va a suceder -insistió el moderador-. Como dijimos la semana anterior, las sanciones son la mejor arma con la que cuenta el gobierno estadounidense para apuntalar a la oposición en el marco de las elecciones de 2024, que coinciden con la carrera interna por la presidencia, que según parece hasta ahora, enfrentará nuevamente a Biden y Trump”.

Solo así se entiende por qué el primer punto leído por Leyva alude a la elaboración de un cronograma electoral para los comicios venezolanos, como que si existiera alguna duda de que se celebrarán cuando corresponde.

Si se atiende a los hechos, a lo largo de su existencia, el Consejo Nacional Electoral nunca ha dejado de convocar a elecciones dentro de los lapsos establecidos por la Constitución y no existen razones reales que justifiquen el énfasis.

Se trata, por tanto, de un intento de decidir en una negociación en la que el gobierno de Joe Biden tiene alta beligerancia, cuándo y cómo deben hacerse las elecciones en Venezuela, socavando con ello las competencias del Poder Electoral, uno de los poderes autónomos de Venezuela.

Similar interpretación nos merece el que se haya subrayado «la importancia de tener en cuenta las recomendaciones de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea de 2021».

Así presentadas, parecen más bien obligaciones y no recomendaciones que el Estado venezolano está en libertad de aceptar o rechazar, según considere conveniente y pertinente. “Estamos hablando de cuestiones de soberanía, y la soberanía no se negocia”, comentó.

De esta manera, no resulta para nada sorprendente que tras difundirse este informe, la Cancillería de Venezuela se haya limitado a señalar que el gobierno «tomó nota» de lo acordado en la Conferencia y prefiriera reiterar sus condiciones para reanudar sus intercambios con la Plataforma Unitaria.

“Venezuela toma nota sobre declaración final de la Conferencia Internacional en Colombia”, fue el titular de LaIguana.TV, en una nota que expresa lo siguiente:

Tras hacerse públicas las recomendaciones de la Conferencia Internacional sobre el Proceso Político en Venezuela que se celebró este martes en Bogotá, el gobierno del presidente Nicolás Maduro informó que «toma nota» de las deliberaciones expresadas en el encuentro, aunque reiteró sus demandas para reanudar el diálogo con la Plataforma Unitaria.

«Venezuela reitera la necesidad imperante de que sean levantadas todas y cada una de las medidas coercitivas, unilaterales, ilegales y lesivas del derecho internacional que constituyen una agresión contra toda la población venezolana y que obstaculizan el desarrollo de todo el país», se lee en un comunicado difundido en Twitter por el canciller Yván Gil.

A este respecto, en el documento se exige la devolución de los recursos que son del Estado venezolano retenidos por terceros países e instituciones financieras extranjeras.

Asimismo, en el texto se enfatiza que el camino para progresar en el acercamiento político «pasa por el cumplimento a cabalidad del compromiso alcanzado en la Mesa de Diálogo en México», que supone la creación de «un fondo social que, con la liberación de los activos, contempla inversiones en salud, educación, servicios públicos, entre otros (…)».

«Venezuela cree en la diplomacia de paz que se construye sin agresiones, bajo el respeto y en condiciones de igualdad», concluye el comunicado.

La Plataforma aprovechó la tarima

En este contexto, tampoco es sorprendente que la Plataforma Unitaria se haya mostrado mucho más satisfecha con la declaración final, pues evidentemente les beneficia, tanto discursiva como prácticamente.

Otra nota de LaIguana.TV se tituló: “El comunicado que sacó la Plataforma Unitaria tras la conferencia internacional convocada por Petro”.

La noticia explica que la Plataforma Unitaria publicó un comunicado tras la Conferencia Internacional sobre el Proceso Político en Venezuela que tuvo lugar este martes en Bogotá.

«Celebramos que en las discusiones que se dieron el día de hoy hubo un consenso total entre todos los países participantes sobre la necesidad de retomar de manera urgente, sin excusas ni más dilaciones, el proceso de negociación establecido en la Ciudad de México», se lee en el texto, en el que también se agradeció a los representantes de las 20 delegaciones que asistieron a la cita.

Una lectura atenta de estas declaraciones permite deducir que la retórica empleada en el documento leído por Leyva, le permite a la Plataforma Unitaria alegar que el diálogo en México no se ha suspendido por su causa –es falso– y, por otra parte, no les obliga a presentar nada a cambio.

Para más, se les ofrece una tarima para demandar lo que denominan «condiciones electorales», que parecen estar definidas por lo que recogió la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea en 2021.

Gerardo Blyde, jefe del equipo negociador de la Plataforma Unitaria, incluso se atrevió a mencionar que, de no reanudarse las conversaciones en el futuro cercano, las elecciones de 2024 no podrían calificarse como «libres y democráticas».

“Esto se llama chantaje y extorsión y a quien está tratando de chantajearte y extorsionarte, hay que mandarlo largo al carajo y procurar que se le aplique la ley”, dijo Pérez Pirela.

De conformidad con esta tesis, el canciller de la Unión Europea, Josep Borrell, a quien puede calificarse como vocero de la Plataforma Unitaria, ya ofreció comentarios que anuncian el inicio de las presiones abiertas para imponer la agenda electoral en Venezuela.

«’Es hora de fijar un calendario de acción para las presidenciales en Venezuela’: Borrell”, reza otro titular de LaIguana.TV.

Esa nota indica que Borrell afirmó que es momento de que se fije un cronograma de acción que permita la celebración de elecciones presidenciales «libres» en Venezuela.

“No, señor Borrell, es tiempo de que nos quiten las sanciones”, subrayó Pérez Pirela.

En una entrevista concedida al diario El País a propósito de la Conferencia Internacional sobre Venezuela realizada el pasado martes en Bogotá, el diplomático señaló que existe una ventana de oportunidad para conseguir que la nación bolivariana avance en el camino de unos comicios «inclusivos» y «democráticos».

«Si las elecciones son el año que viene, desde la Misión de Observación hemos pedido que el sistema electoral venezolano pase por una serie de reformas. Hemos señalado 21 puntos, en negociaciones entre la oposición y el gobierno que están, parece ser, a punto de culminar», precisó.

Conviene asimismo apuntar que en el documento publicado por la Plataforma Unitaria en sus redes sociales no se alude al levantamiento de las sanciones.

En su lugar, el grupo optó por una fórmula ambigua que habla de la «reinserción» de Venezuela en «el concierto de las naciones», «para mantener relaciones económicas y comerciales con la comunidad internacional».

“La oposición firmó un acuerdo en México se comprometió a gestionar la devolución de 3 mil 200 millones de dólares, lo cual no ha ocurrido. Se comprometieron a hacer algo en lo que no tienen ninguna facultad, pues esa es una decisión de Estados Unidos. Y el gobierno de Venezuela ha optado por negociar con el dueño del circo y no con los payasos”, remató el conductor de Desde donde sea.

(LaIguana.TV)