El ambiente en la sociedad francesa ante la celebración del Día Internacional de los Trabajadores se ve afectado por la aprobada, pese a las numerosas protestas, reforma de pensiones que aumenta la edad de jubilación, lo que constituye una de las principales causas de descontento de los ciudadanos con el presidente francés, Emmanuel Macron.

Numerosas personas salen a las calles con motivo del Día Internacional de los Trabajadores para demostrar otra vez su rechazo a la decisión del Gobierno francés de promulgar la ley de pensiones. Aunque el presidente francés prometió reunirse con los líderes sindicales para explicarles los motivos de la reforma, los pasos de Macron no han mejorado la caída de su imagen ni han cambiado la postura de los ciudadanos hacia la reforma.

El Consejo Constitucional de Francia aprobó el 14 de abril el artículo clave del proyecto de ley sobre la reforma de pensiones, que supone un aumento gradual de la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030. En la noche del 14 al 15 de abril, Macron firmó esa ley, tras lo cual el documento se publicó en la gaceta oficial.

Anunciada la decisión del Consejo Constitucional, los sindicatos franceses instaron a organizar el 1 de mayo una «excepcional» protesta popular.

La primera huelga de escala nacional contra la reforma tuvo lugar en Francia el 19 de enero. Ese día se desarrollaron más de 200 manifestaciones.

(Sputnik)