El presidente electo de Paraguay, Santiago Peña, anunció que restablecerá las relaciones diplomáticas con Caracas, luego del quiebre entre ambas naciones en 2019. En diálogo con Sputnik, la analista Julieta Heduvan destaca como acertada la decisión, «que se ajusta a un contexto regional diferente».

El economista y exministro de Hacienda de Paraguay (2015-2017) de 44 años, Santiago Peña, resultó vencedor en las elecciones del pasado 30 de abril, tras alcanzar el 42% de los votos. Su competidor más cercano fue el candidato de la Concertación para un Nuevo Paraguay, Efraín Alegre, con un 27,4% de las preferencias.

Tras oficializarse la victoria de Peña, el presidente electo del Paraguay recibió llamados de felicitaciones de la gran mayoría de los mandatarios latinoamericanos.

Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, escribió en redes el siguiente mensaje: «el pasado domingo 30 de abril sostuve un contacto telefónico con el nuevo presidente electo de Paraguay, Santiago Peña, a quien le expresé mis felicitaciones en nombre del pueblo venezolano y la disposición de trabajar por el bien de nuestros países a través del respeto y la unión».

Luego de la conversación telefónica que mantuvo con el presidente Maduro, Peña oficializó ante la opinión pública su determinación de restablecer relaciones políticas y diplomáticas con Venezuela.

Las relaciones diplomáticas entre La Asunción y Caracas están suspendidas desde enero de 2019 por decisión del actual presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, luego de que Maduro asumiera un nuevo mandato presidencial. El Gobierno de Paraguay reconoció en ese entonces a Juan Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela.

Decisión acertada

La decisión de restablecer relaciones con Venezuela por parte de Santiago Peña «es una medida acertada, que se ajusta a un contexto regional diferente al que había anteriormente», expresó a Sputnik la analista y experta en relaciones internacionales Julieta Heduvan.

La analista argentino-paraguaya afirmó que la decisión de Santiago Peña «es coyuntural», y se explica «a partir de la lectura del escenario actual y además aprovecha la ventana de oportunidad del cambio de gobierno para realizar esta modificación de la postura del Estado paraguayo con respecto a Venezuela y con respecto a Maduro», indicó.

«Todos los actores, incluyendo a EEUU y la Unión Europea (UE), están flexibilizando sus posturas hacia Venezuela y la política actual gira en torno a la búsqueda de consensos y al fin de la crisis política, buscando la participación de todos los actores internos y de la oposición», enfatizó Heduvan.

«Es positivo que todos los actores relevantes estén en sintonía y abiertos a la búsqueda de soluciones», remarcó la experta.

Heduvan rememoró el desarrollo reciente de las relaciones diplomáticas entre La Asunción y Caracas. «El cuestionamiento directo a Maduro ya había iniciado con el gobierno de Horacio Cartes (2013-2018), más o menos a partir de 2016».

Sin embargo, puntualizó, que «el que profundizó y radicalizó más este posicionamiento duro contra Venezuela fue el gobierno de Mario Abdo Benítez, quien luego de la reelección de Nicolás Maduro decidió generar la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países».

Desideologizar las relaciones diplomáticas

«La decisión de Peña es correcta, ya que si Paraguay continúa con la postura dura contra el gobierno venezolano, el país permanecería excluido de todos los debates y negociaciones actuales», reflexiona Heduvan.

Para la analista, la decisión de Peña es acertada y beneficiosa tanto para La Asunción como para Caracas. Paraguay ganará no solo «un espacio para opinar», sino que también verá beneficios «que podrían abrirse con el mercado energético, de venta de petróleo y también nuevamente promover el comercio bilateral entre ambos países».

Mientras que, si las negociaciones avanzan de forma positiva, Venezuela será capaz de participar «de manera más activa en los organismos regionales y multilaterales».

De acuerdo a Heduvan, existe una «nueva impronta» en la visión de las relaciones internacionales de Peña, consistente en la idea de «desideologizar las relaciones diplomáticas».

Asimismo, sostiene Heduvan, las afirmaciones del mandatario electo en entrevistas sobre la necesidad de «respetar las decisiones que toma cada pueblo» hablan de «una defensa más fuerte de la soberanía y de esta idea de que lo que pasa en los países es cuestión interna de cada uno».

«Podría ser un mensaje a las intervenciones en política interna de los EEUU, aunque eso todavía vamos a tener que esperar para verlo», reconoció la analista.

(Sputnik)