Entre enero y abril de este año se registraron 80.700 ingresos irregulares de migrantes a la Unión Europea (UE), lo que representaría la cifra más alta desde 2016, luego de la crisis con los refugiados sirios.

La Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) reveló que estas entradas atípicas aumentaron un 30% en comparación con los números del año pasado, fundamentalmente ante el incremento del 292% de las llegadas en el Mediterráneo Central, básicamente a Italia.

De acuerdo con el referido organismo, en este recorrido el destino más codiciado es la isla de Lampedusa, y las redes de tráfico de personas se valen más a menudo de embarcaciones improvisadas de metal, que luego terminan arrastradas por pesqueros, reseñó EFE.

Este año, la mencionada ruta de acceso ha concentrado cerca de la mitad de entradas irregulares de migrantes a la UE, por lo que la Agencia Comunitaria de Control de Fronteras emitió un comunicado en el que notificó que las mafias de traficantes «están aprovechando la volatilidad política en algunos de los países de salida» para ampliar su actividad.

Según el informe, los arribos por el Mediterráneo Occidental, donde la vía de acceso pasa puntualmente por España, descendieron 15% entre enero y abril de 2023 con 2.876 entradas apuntadas, con un mayor índice de personas oriundas de Marruecos, Costa de Marfil y Senegal.

Además, este año ciudadanos sirios son los que más han sido detectados en todas las vías de entrada a la UE, representando el 17% de todas las interceptaciones.

Sin embargo, esta presencia ha disminuido en los últimos meses debido al crecimiento de la cantidad de personas procedentes de África subsahariana como Guinea –cuyos ciudadanos multiplicaron por ocho sus ingresos al bloque– o Costa de Marfil, en donde fueron cuatro veces más grandes que el año precedente.

El cementerio más grande de Europa

Un reportaje de Prensa Latina fechado en 2021 refiere que por su ubicación geográfica en el mero centro del mar Mediterráneo, Italia se posiciona como una de las más importantes puertas europeas para la entrada de migrantes irregulares que provienen del sur.

Elementos geopolíticos e históricos ayudaron a robustecer este protagonismo de Italia, pues aunque se trata de «un fenómeno de orígenes antiquísimos», en los últimos años se ha visto favorecido por el escenario que desencadenaron las intervenciones de Estados Unidos y sus socios de la OTAN en Libia, Siria y Afganistán.

En trabajo periodístico puntualiza que conflictos armados, persecución política, violencia, y situaciones de explotación, marginación y pobreza, agudizadas por el impacto del cambio climático, también son factores causantes de los desplazamientos forzosos, dentro y fuera de las zonas fronterizas nacionales.

Tras el cierre de la ruta de los Balcanes y el acuerdo firmado por la Unión Europea con Turquía en 2016, el Mediterráneo Central pasó a ser una vía principal para los flujos migratorios, «con los puertos del sur de Italia como destino para los rescatados durante la peligrosa travesía, desde Libia y Túnez, fundamentalmente».

Diversas fuentes consideran que unos 20.000 hombres, mujeres y niños han muerto desde 2014 al intentar entrar a Europa a través del Mare Nostrum, «llamado así por los romanos, convertido en estos tiempos en ‘el cementerio más grande de Europa, como lo definió el papa Francisco», refiere la agencia cubana.

A este trágico escenario se añaden los migrantes de países de África subsahariana fallecidos o desaparecidos en peligrosos recorridos a través de Libia, donde los que logran sobrevivir son agraviados y vejados antes de emprender la última fase del viaje, generalmente en embarcaciones deplorables.

Esta nación norafricana continúa ocupando el principal lugar de tránsito a Italia dominado por redes de tráfico de personas, cuya operación se ha visto facilitada por el el caos y la ingobernabilidad que se estableció en Libia desde 2011, después derrocamiento y posterior asesinato de su líder, Muammar el Gaddafi.

(LaIguana.TV)