El Estado Mayor Central (EMC) de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) asumió públicamente la responsabilidad por el asesinato de tres adolescentes indígenas en el límite entre los departamentos de Putumayo y Caquetá.

En un comunicado difundido por los medios, las llamadas disidencias de ‘Iván Mordisco’, aseguraron que los tres jóvenes menores de edad –no cuatro, como se difundió en la prensa– «fueron ajusticiados».

La atribución de estas muertes ocurre luego de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, anunciara la suspensión del cese al fuego bilateral y la reactivación de las operaciones ofensivas en contra de ese bloque disidente en cuatro departamentos.

«No fueron reclutados a la fuerza»

Según se explica en el texto, los adolescentes «no fueron reclutados a la fuerza», por lo que sostienen que se unieron de manera voluntaria a ese grupo guerrillero.

Sobre su condición de menores, las disidencias afirmaron que tenían «la edad que exige el derecho internacional humanitario para el reclutamiento de combatientes», es decir, por lo menos 15 años.

Tras conocerse esta masacre, el Ministerio Público anunció que había destinado un grupo especial de fiscales e investigadores para esclarecer lo ocurrido. El ente acusador maneja la cifra de cuatro menores indígenas pertenecientes al pueblo indígena amazónico murui.

Del mismo modo, grupos defensores de los derechos de los pueblos originarios y organizaciones a favor de la paz han expresado su repudio por estos homicidios.

En un comunicado difundido por el Alto Comisionado de la Paz, la Red Nacional de Iniciativas Ciudadanas por la Paz y contra la Guerra (REDEPAZ) aseveró que lo ocurrido «desdice» a un actor armado cuyo carácter insurgente ha sido reconocido por el Gobierno, en medio de las conversaciones que aún no arrancan.

Esta ONG afirmó que, con esta actuación, las disidencias de las FARC «aseguran un duro golpe a los sueños de paz del pueblo colombiano».

«El enemigo busca aprovecharse»

En el escrito, el EMC aseveró que «el enemigo busca aprovecharse de la vulnerabilidad de los pueblos originarios» y por ello hace «infiltración» de los campamentos guerrilleros para «desmoralizar», «cooptar militantes» y «violar» sus estatutos.

Según este grupo armado, con quien Petro había acordado un cese al fuego en diciembre pasado, factores externos inducen a los guerrilleros indígenas a «cometer delitos graves», como la ubicación de campamentos, comandantes y otras operaciones de inteligencia, para «crear un ambiente de combate en la zona y seguir con la campaña sucia».

«Asumiremos nuestra responsabilidad, reconociendo los errores cometidos y asumiendo compromisos claros para la reparación con las comunidades», dice el escrito, con referencia a los grupos originarios de la región amazónica.

Si bien fueron estas muertes las que precisamente causaron la suspensión del cese al fuego, las disidencias de ‘Iván Mordisco’ expresan en el texto su «férreo compromiso de lucha por la paz con justicia social».

Inicio del diálogo en veremos

A pesar de que el EMC había anunciado que el diálogo con la delegación gubernamental comenzaría a mediados de mayo, esto no ocurrió. Al respecto, el Alto Comisionado de Paz detalló que algunas órdenes de captura de los integrantes de la delegación del grupo guerrillero no habían sido levantadas, lo que impidió que pudieran sentarse a la mesa de negociación.

Del mismo modo, aún no se han pulido los mecanismos para garantizar la participación de las comunidades, las organizaciones sociales y otros gremios en el proceso de acercamientos, recoge El Espectador.

Frente a estos retrasos, el EMC emitió un comunicado la semana pasada en el que aseveró que la mesa de paz con el Gobierno estaba en un «peligroso letargo», en medio de sus denuncias de incumplimiento del cese al fuego por parte de las fuerzas de seguridad, del que responsabilizaron al mandatario.

Pronunciamiento de la ONU

El alto comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Volker Türk, manifestó que el levantamiento del cese al fuego debe verse como «un retroceso temporal», según El Espectador.

«Creo que todo aquel que conoce Colombia sabe lo difícil que este proceso es y que continuará siendo», dijo el funcionario desde Ginebra. No obstante, Türk expresó su confianza en que el Gobierno «hará todo lo que esté en su poder por resolver esta situación».

(RT)