Los cazas F-16 estadounidenses no serán un arma milagrosa para Ucrania y costarán mucho más que las municiones y el equipamiento terrestre, declaró el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley, citado por el medio ‘Politico’. 

«Los rusos tienen 1.000 cazas de cuarta generación. (…) Si van a enfrentarse a Rusia en el aire, necesitarán un número significativo de cazas de cuarta y quinta generación, así que tras analizar los costes, lo más sensato es hacer exactamente lo que ya hicimos: suministrar un número significativo de defensas aéreas integradas para cubrir el espacio de batalla e impedir que los rusos dominen el cielo», declaró el general. 

Según Milley, los aviones de combate son mucho más caros que los proyectiles de artillería, lo que hace que merezca más la pena gastar dinero en defensa aérea.  

«En la guerra no existen armas milagrosas, el F-16 no lo es tanto como cualquier otra arma», subrayó.  

Anteriormente, el presidente de EEUU, Joe Biden, había anunciado la intención de los aliados de empezar a entrenar a pilotos ucranianos para pilotar F-16 estadounidenses y otros cazas de cuarta generación fabricados en Occidente. Sin embargo, desde Washington indicaron que aún no han decidido quién entrenará a los pilotos ni dónde se hará, pero se espera que sea un país europeo. 

No obstante, se destapó que varios países occidentales —entre ellos Bélgica, Países Bajos, Noruega, Dinamarca, EEUU y el Reino Unido— expresaron su disposición de entrenar militares ucranianos para el uso de los F-16. 

Moscú calificó las posibles entregas de F-16 como otra etapa de la escalada y advirtió que los equipos serían un objetivo legítimo para las fuerzas rusas. 

Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos son proteger a la población de un genocidio por parte del régimen de Kiev y frenar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este. 

(Sputnik)