“Con la cumbre de Brasilia y con esa jugada de invitar y recibir con honores al presidente venezolano, Nicolás Maduro, Luiz Inácio Lula Da Silva dejó atrás un capítulo oscuro de la historia diplomática de Brasil, en el que ese país actuó contra la integración latinoamericana y participó en una operación dirigida por Estados Unidos para derrocar al gobierno de Venezuela, en conjunto con Colombia, los otros países del Grupo de Lima y las Antillas Neerlandesas”, expresó la periodista Madelein García, del canal multiestatal TeleSUR, en su participación en el programa Desde donde sea, del filósofo, escritor y comunicador político Miguel Ángel Pérez Pirela.

García, que realizó la cobertura periodística del encuentro de los presidentes suramericanos en la capital brasileña, afirmó que esta cumbre marca el inicio de un reencuentro de la región, tras el deplorable paréntesis que impusieron los gobiernos de derecha, enemigos de la integración y al servicio de Estados Unidos.

En su diálogo, Pérez Pirela y García analizaron lo ocurrido en Brasilia, el contexto histórico y geopolítico y sus proyecciones en un escenario mundial cambiante.

Miguel Ángel Pérez Pirela (MAPP): Para Nuestra América tiene un enorme valor retomar la integración creada en la primera década el siglo, que se perdió con la llegada de los gobiernos de derecha. Hay que recordar que por parte de Iván Duque, teleguiado por Estados Unidos, hubo incluso la intención manifiesta de crear otros mecanismos integración. Lula, con su ascendencia, logró reunir a todos los presidentes y ha sido, además, una gran oportunidad para Venezuela, que va contra la locura de Estados Unidos de aislar al país. ¿Después de esta cumbre, quedó derrotada?

Madelein García (MG): Estamos asistiendo a un reimpulso de la integración. América Latina, como lo dijo el presidente Nicolás Maduro, no puede quedarse al margen del proceso de un nuevo orden mundial y una nueva arquitectura financiera global. A pesar de las diferencias, hay que dar pasos hacia adelante. Dejar atrás las relaciones internacionales extremistas.

MAPP: ¿Cómo ha sido la reconstrucción de este tejido?

MG: Cuando se creó la Unasur, el comandante Hugo Chávez dijo que no había que ir tan lejos para ver un ejemplo de integración, pues en el Caribe tenemos a la Caricom, que reúne a Estados qie tienen unidad de criterios, pese a sus diferencias. También se refirió a la Unión Africana, que había alcanzado tantos logros. En la Unasur había diversidad, hasta el punto que estaba el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Unasur logró evitar la guerra cuando Colombia invadió a Ecuador. Y en este punto hay que recordar que el Grupo de Lima fue creado por Estados Unidos para aislar a Venezuela, bloquear a Unasur y a la CELAC. Trataron de destruir la unidad para que Estados Unidos recuperara el control de todo el continente.

MAPP: Lo del Grupo de Lima es un punto fundamental. Fue el elemento antitético de la integración. Esta cumbre convocada por Lula Da Silva es el relanzamiento.  Pero, entonces ¿vamos a plantear un proceso de integración nuestroamericano solo con presidentes de izquierda? Tal vez ese fue un punto que abonó al fracaso. Tampoco funcionó con los de derecha. Parece que no debe depender de los gobiernos, sino de los Estados. ¿Cómo plantear un proceso de integración más allá de las ideologías?

MG: Esos gobiernos de derecha trabajaron para desintegrar la región con la finalidad de que Estados Unidos pudiera volver a tener el control del continente. Para lograrlo, Estados Unidos satanizó a todos los gobiernos de izquierda, crearon una narrativa para desprestigiarlos. Por eso, el presidente Maduro dijo en Brasilia que Venezuela fue víctima de la ideologización extrema.

MAPP: Maduro dice que él no tiene problemas en hablar con ningún presidente, a pesar de todo lo que ocurrido. ¿Es el respeto por todas las ideologías la noción que guía esta nueva etapa?

MG: Es que eso siempre estuvo planteado. Cuando se revisa todos los videos y declaraciones, siempre se hablaba de la integración en medio de las diferencias. Lo que pasa es que los gobiernos de derecha parece que no se puede negociar.

MAPP: ¿Y los gobiernos de derecha actuales sí quieren negociar?

MG: Lo que pasa es que las fuerzas progresistas son actualmente mayoría en la región.

MAPP: Pero, entonces la trampa sigue montada porque la integración depende de que haya mayoría de gobiernos de izquierda en Suramérica…

MG: Son cosas del ajedrez geopolítico, que baila al son de las ideologías. De hecho, para regresar a la Unasur, varios de los gobiernos van a tener que pasar por la prueba de los congresos donde no tienen mayoría. EL presidente Maduro dijo que hay que seguir reuniéndose para avanzar en la integración, más allá de estos requisitos políticos que deben alcanzarse.

MAPP: Lula regresa de una gira internacional en la que pasó muchos días en China y se postuló como mediador en la guerra de Ucrania. Luego sigue con un malabarismo geopolítico. Regresa a Brasil a propiciar una cumbre. Y recibe con honores a Nicolás Maduro, en una jugada realizada por una de las cancillerías más importantes del planeta, como es la de Brasil.

MG: Y con esa jugada y esos símbolos queda atrás un capítulo oscuro de la historia diplomática de Brasil, en el que actuó en contra de la integración latinoamericana y participó en una operación dirigida por Estados Unidos para derrocar al gobierno de Venezuela, en conjunto con Colombia, los otros países del Grupo de Lima y las Antillas Neerlandesas. Por eso es que vimos a los senadores bolsonaristas vueltos locos, gritando “Maduro asesino”, tratando de anular el éxito de la cumbre.

MAPP: Algo que no tuvo ninguna trascendencia porque se trata de unos bolsonaristas que perdieron del poder de una forma tan bochornosa. El mensaje político, geoestratégico de esta cumbre y de la recepción que le dio a Maduro es mucho más potente.

MG: Sí, y luego de ese encuentro tan cargado de simbolismo, el presidente Lula dijo que debe quedar como experiencia que esta separación no debe ocurrir nunca más. La diplomacia debe estar por encima de estos intentos de derrocar a un gobierno, utilizando a los países hermanos.

MAPP: Es que en esta locura se planteó incluso un ataque militar de Brasil contra Venezuela.

MG: Ellos mismos confesaron que se había planeado una invasión militar con apoyo de Brasil. No son cuentos de camino. Se filtró un documento en el que quedaba claro que Estados Unidos iba a utilizar a Brasil para agredir a Venezuela. Pero también es cierto que muchos oficiales brasileños estaban en contra. Cuando hubo el intento de invasión  por Cúcuta, el 23 de febrero de 2019, se movilizaron tropas brasileñas hacia la frontera, pero los militares que estaban allí no querían hacer eso. Incluso, se acercaron a los militares venezolanos y les dijeron que no iban a intentar nada. Luego, el ministro de la Defensa de Brasil (en el tiempo de Bolsonaro) le dijo eso mismo al ministro venezolano, Vladímir Padrino López. 

(LaIguana.TV)