En la Cumbre de Brasilia quedó en evidencia la brecha existente entre las figuras de Luiz Inácio Lula Da Silva, promotor de una nueva etapa en la integración suramericana, y el presidente chileno, Gabriel Boric, empeñado en representar los intereses de Estados Unidos, adversos a ese acercamiento.

Este planteamiento fue parte del análisis que hicieron la periodista Madelein García y el filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela en la conversación que mantuvieron en el programa Desde donde sea.

Luego de presentar el video en el que Lula Da Silva declara que tuvo muchas discusiones con dirigentes europeos que hablan siempre en nombre de la democracia, pero se prestaron para desconocer a un gobernante electo legítimamente, como lo es Maduro, y apoyaron la farsa montada alrededor de Juan Guaidó, a quien calificó de “impostor”.

Miguel Ángel Pérez Pirela (MAPP): El presidente Lula Da Silva se lanzó con una muy típica de él, alguien sin pelos en la lengua: llamó impostor a Guaidó y  descalificó a todos los que participaron en esta pantomima. Y no debemos ser ingenuos, porque Lula al decir las cosas de esta manera  está corriendo riesgos en términos políticos, pues él llegó a la presidencia en hombros de una gran coalición en la que hay partidos de derecha.

Madelein García (MG): Y, además, hay que tener en cuenta que Lula está en minoría en el Congreso. Y por eso vimos a los senadores bolsonaristas repudiando la presencia de Nicolás Maduro en la reunión.

MAPP: Claro. Y las palabras de Lula causaron efecto en dos presidentes: Luis Lacalle Pou (Uruguay) y Gabriel Boric (Chile). De La Calle Pou lo puedo entender porque es un hombre de derecha, un surfista, hijo de papi y mami, en un pequeño país de dos millones de habitantes. Tampoco extraña del todo de Boric porque es un presidente que llegó al estilo Forrest Gump, sin enterarse, montado sobre una constituyente que él mismo terminó matando y poniéndola en manos de la derecha y la extrema derecha. Lo único que Boric hizo de alternativo en esa Cumbre fue no ponerse corbata, porque de resto se comportó como el más arrastrado de los lacayos de Estados Unidos. En un escenario multilateral tan trascendente, él salió a hablar como un demócrata o un republicano gringo.

MG: Y entró en grandes contradicciones. Celebró que Maduro haya vuelto a los espacios multilaterales, como si él se hubiese retirado de ellos alguna vez, cuando en realidad lo quisieron sacar. Maduro siempre ha abogado por el diálogo multilateral y la multipolaridad. Luego siguió con el discurso fastidioso de la dictadura y la violación de los derechos humanos. Dijo que está conmovido con el dolor de los migrantes, cuando se sabe que todo ese proceso fue un gran negocio para mucha gente que se aprovechó de ese sufrimiento. Incluso las Naciones Unidas, a través de ACNUR, participó en esa operación: los hizo declararse refugiados, cuando eran migrantes económicos, todo eso para engordar el expediente de supuestas violaciones a los derechos humanos.

MAPP: Y sigue pasando porque hay gente que está llegando a Estados Unidos y a España para declararse perseguidos políticos del chavismo.

MG: Sí, conozco un caso muy cercano de una persona que se fue a Estados Unidos y los abogados le crearon un expediente de supuesta persecución, basándose en un choque de vehículos. Fue un accidente de tránsito, pero cursa como un caso de persecución por motivos políticos. Ese es el discurso que ahora repite Boric, quien no dice nada acerca de cómo su antecesor, Sebastián Piñera, participó en esa maniobra para propiciar la migración masiva y hasta estuvo en el comité de bienvenida a Guaidó en Cúcuta cuando se pretendía invadir al país con la excusa de la ayuda humanitaria.

MAPP: Y ya en el gobierno de Boric no sabe qué hacer con los migrantes venezolanos, al punto de que dejaron varados en la frontera con Perú a un gran número de ellos, que terminaron regresando, luego de muchos esfuerzos del gobierno venezolano,  en un vuelo de Conviasa.

(LaIguana.TV)