En 2017, la Administración municipal de París lanzó un proyecto por valor de más de 1,5 millones de euros para acabar con las ratas, pero la medida resultó ser en vano.

Ante ese fracaso en la batalla contra las ratas, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, decidió crear un comité para estudiar la «cohabitación» entre los dos millones de habitantes de la capital francesa y los seis millones de roedores omnipresentes. La información fue revelada por uno de sus adjuntos durante una reunión del ayuntamiento.

Anne Souyris, teniente de alcalde de Salud de París, añadió que el comité se encargará de encontrar una solución que sea «lo más eficaz posible» y «no insoportable» para los parisinos.

Sin embargo, esa propuesta de la ‘cohabitación’ en paz con portadores potenciales de múltiples enfermedades ha convocado sentimientos que están lejos de considerarse positivos. Así, los críticos no tardaron en acusar a la Administración municipal de no tomarse en serio el problema. Geoffroy Boulard, el jefe del distrito 17 de la capital francesa, afirmó al respecto que «el equipo de Anne Hidalgo nunca decepciona».

Boulard insistió en que «París se merece algo mejor», instando a las autoridades municipales a esbozar un plan más ambicioso contra la proliferación de ratas en los espacios públicos.

Las declaraciones controvertidas se produjeron después de que el funcionario resaltara que Hidalgo, a su juicio, no hace lo suficiente para eliminar las ratas de París, incluso tras la aparición de un entorno favorable para ellas durante las huelgas que hubo en la capital francesa a principios de año, cuando se acumularon montones de basura por toda la ciudad. El oficial indicó que su presencia repercute de forma muy negativa en el bienestar de los residentes.

«La presencia de ratas en la superficie es perjudicial para la calidad de vida de los parisinos», declaró entonces Boulard.

El grupo de defensa de los derechos de los animales, Paris Animaux Zoopolis, por el contrario, aplaudió la medida del Gobierno de la ciudad, afirmando en un comunicado que «las ratas están presentes en París, como en todas las grandes ciudades francesas, por lo que la cuestión de la cohabitación surge necesariamente.»

El plan de ‘cohabitación’ del Gobierno de la ciudad constituye un aparente giro de 180 grados respecto a la estrategia de 2017 fallida contra las ratas, por un valor de 1,7 millones de euros (unos 1,8 millones de dólares) que estipulaba la instalación de cubos de basura herméticos en todo París y el uso extensivo de veneno para ratas, entre otras cosas.

(sputniknews)