Con una colorida ceremonia que exaltó las múltiples culturas que engloba el continente americano fue inaugurada en Toronto, Canadá, la edición XVII de los Juegos Deportivos Panamericanos, que se celebrarán hasta el 26 de julio.

 

El Cirque Du Soleil, con 530 personas en escena, fue el encargado de interpretar un show de vistosos y tradicionales trajes que representaron con gran simbolismo y misticismo la diversidad que alberga América. Sus acostumbradas acrobacias, visuales y bailes llenaron de magia el Rogers Centre de Toronto, que para el evento fue denominado Sede de Ceremonias.

 

El fuego panamericano llegó al Complejo en manos del atleta canadiense Donovan Bailey, luego de un recorrido desde México, en el que participaron 3.000 personas, incluido el basquetbolista venezolano Greivis Vásquez, quien -más temprano- llevó la antorcha hasta la plaza Natan Phillips, plaza central de Toronto.

 

Tras la interpretación del Himno de Canadá, el público le dio la bienvenida al gobernador general del país anfitrión, David Lloyd Johnston, y a los representantes del Comité Olímpico Internacional (COI).

 

Con gran algarabía fueron recibidas las 41 delegaciones de los países participantes, con un total de 5.000 atletas. Venezuela figura entre las más nutridas, con 354 deportistas, abanderados por el fondista Marvin Blanco.

 

Los criollos participarán en 46 especialidades y entre sus representantes resaltan Blanco y el esgrimista Rubén Limardo, campeón olímpico en Londres 2012. Este sábado, los venezolanos estarán buscando medallas en 10 disciplinas:  Aguas Abiertas, Canotaje Velocidad, BMX, Clavados, Judo, Halterofilia y Nado Sincronizado.

 

Durante el cierre del espectáculo 45.000 personas en el público disfrutaron de un show de parkour y BMX, seguido por una nueva puesta en escena del Cirque Du Soleil en el que las raíces indígenas y la conexión con los cinco guardianes de la Tierra tuvieron protagonismo.

 

El arte teatral, la danza y la expresión corporal de los artistas del circo brindaron -por más de dos horas- una mezcla perfecta entre espiritualidad, historia, modernidad y creatividad, en un show que arrancó intensos aplausos de los presentes.  

 

Reconocidos deportistas canadienses fueron los encargados de izar las banderas de los Juegos Panamericanos y del COI, que permanecerán extendidas junto a la antorcha hasta el 26 de julio. Seguidamente, la gimnasta Karen Cockburn leyó el juramento deportivo. 

 

En su discurso, el presidente de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa), Julio Maglione, expresó su deseo que esta edición panamericana «se destaque por su calidad organizativa, el juego limpio y la lucha sin tregua contra el dopaje». 

 

Asimismo, agradeció al COI, al gobierno de Canadá y, específicamente, al de Toronto por apoyar la organización de los juegos. También extendió su reconocimiento a los gobiernos de los estados de América «que trabajan y apoyan al deporte, convencidos del deporte como inclusión social, de valores, en la búsqueda de un mundo mejor».

 

Finalmente, el pebetero con la llama panamericana fue encendido por el reconocido basquetbolista canadiense Steve Nash, acto que dio paso a un espectáculo de fuegos artificiales que llenó de colores el cielo de Toronto.     

 

(AVN)

 

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