Un hombre esperó a salir de una prisión del estado de Florida (EEUU), donde cumplió la mayor parte de una sentencia de 20 años, para confesar que apuñaló a una mujer embarazada y a uno de sus hijos, que tenía 6 años, en 2002, informó CBS News.

Lewis Ladon Spivey, de 39 años, este martes fue liberado de la prisión, donde ingresó en 2010 cuando lo condenaron a 15 años por robo con pistola o arma mortal y a cinco años por agresión con agravantes, delitos que cometió en 2009.

Sin embargo, poco después de su liberación, Spivey fue detenido por la Policía después de admitir que mató a Monica Rollins, de 23 años, y a su hijo Dalton Rollins en la casa de las víctimas, en Alabama, hace 21 años. Después de la confesión, las autoridades trasladaron al delincuente a la cárcel del condado de Cleburne, en Alabama.

El Departamento de Policía de la ciudad de Heflin afirmó este viernes que el delincuente dio una confesión completa «en la que describió los eventos de ese día y asumió la responsabilidad exclusiva» por los asesinatos de Monica y Dalton, que fueron encontrados muertos en septiembre de 2002 en su casa de Sugar Hill Drive, en Heflin. Monica Rollins estaba embarazada de ocho meses y medio en el momento de su muerte y también tenía otro hijo de dos años que fue encontrado vivo dentro de la casa.

El capitán de la Policía de Heflin, Scott Bonner, quien dirigió la investigación del caso sin resolver, describió a Spivey y Monica como «conocidos» y agregó que tenían una relación. Bonner afirmó que el caso fue reabierto y agregó que la cosa más difícil era preguntar a la familia de Rollins si lo aprueban. «Habían pasado por un infierno durante los últimos 20 años. Quería que pudieran cerrarlo. Junto con eso, había una parte de mí que pensaba que, si fallamos en esto, acabamos de abrir viejas heridas», precisó.

(RT)