El Ministerio de Economía de Bolivia reafirmó que prevé concluir 2023 con un crecimiento del 4,86% de su Producto Interno Bruto (PIB), a pesar de que el organismo multilateral volvió a reducir las expectativas del país sudamericano. Sputnik dialogó con expertos para analizar las políticas del Gobierno para alcanzar sus metas económicas.

La gestión del presidente Luis Arce anunció que mantiene la previsión de crecimiento ya formulada a finales de 2022. En los últimos meses tuvo que controlar una corrida cambiaria que amenazó su modelo económico, que actualmente analiza incluir yuanes de China para dejar atrás al dólar.

La aclaración del Ministerio de Economía sobre sus proyecciones para este año fue en respuesta a un informe del Banco Mundial (BM) que bajó la expectativa de crecimiento para el país aimara de 2,7% a 2,5%, apenas en junio.

A comienzos del 2023 las perspectivas no eran tan halagüeñas. En las principales ciudades bolivianas se repitieron largas filas para cambiar pesos bolivianos por dólares, ante versiones falsas de que habría una devaluación de la moneda nacional.

¿Cómo hizo el Gobierno de Luis Arce para controlar el precio de esta moneda y recuperar la calma? La sanción de la Ley del Oro contribuyó a tranquilizar a quienes estaban literalmente desesperados por comprar billetes estadounidenses.

Esta normativa, aprobada por el Parlamento el 5 de mayo, permite al Estado realizar operaciones financieras con las reservas de oro del país en el mercado internacional, así como comprar el metal en el mercado interno. Con ello, el Gobierno buscó fortalecer las reservas nacionales y respaldar el tipo de cambio.

El diputado Omar Yujra, del Movimiento Al Socialismo (MAS), preside la Comisión legislativa de Planificación, Política Económica y Finanzas. En diálogo con Sputnik, evaluó que la clave de la estabilidad boliviana se apoya en la inversión pública, programada en este 2023 por 4.006 millones de dólares.

«La inversión pública es el motor de desarrollo. De haber caído un 66% en 2020 [durante el Gobierno de facto de Jeanine Áñez], la hemos retomado con el objetivo de la industrialización con sustitución de exportaciones, que poco a poco da resultados», explicó el parlamentario masista.

Yujra destacó los convenios para la construcción de cuatro plantas de litio suscritos por el Gobierno con empresas de Rusia y China, con una inversión de 2.800 millones de dólares.

El congresista resaltó asimismo el impulso a la producción de energía eléctrica, que permitió comenzar a venderla a Argentina.

Indicó también la existencia de proyectos en desarrollo, como el de la siderúrgica de El Mutún (ubicada en el departamento de Santa Cruz, en el oriente del país), que comenzaría a funcionar en octubre próximo. La iniciativa producirá 200.000 toneladas de acero y significará al país el ahorro en la compra de esta aleación.

El repunte de las exportaciones

«Otro dato importante está en las exportaciones, que nuevamente son mayores a las importaciones. Al primer cuatrimestre hemos registrado superávit en la balanza comercial», comentó.

El diputado masista ponderó medidas del Gobierno de Arce, como el control de la inflación: «A mayo tenemos un 0,3% de inflación. Una de las más bajas de la región y del mundo, donde vemos otros países con inflaciones ya de dos dígitos, o incluso sobrepasándolos».

El economista Miguel Clares, por su parte, informó a Sputnik que para este año se prevé una inflación del 3%.

Respecto al vaticinio de crecimiento del Banco Mundial, el experto evaluó que tanto esta institución «como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sacan sus estimaciones de crecimiento, pero muchas veces están muy lejanas del resultado obtenido como tal».

El economista coincidió con Yujra en la importancia de la inversión pública: «Causa un efecto multiplicador en diferentes sectores de la economía y genera fuentes de empleo. Es un crecimiento que viene acompañado de desarrollo económico, que se sostiene en el tiempo».

El dólar bajo control

El diputado Yujra consideró que por las corridas en todo el país en busca de dólares iniciadas en febrero pasado «(se) generó una sobredemanda, que se presentó a partir de una campaña de desinformación por parte de algunos medios de comunicación y políticos de la oposición que vaticinaban ciertos deseos agoreros».

Se logró controlar este contexto «a partir de diferentes mecanismos que ha llevado adelante el Banco Central de Bolivia (BCB) para ofertar más dólares».

Además, «en la Asamblea Legislativa hemos aprobado la Ley de Fortalecimiento de las Reservas Internacionales a través de la compra de oro. Ese ha sido un aliciente para el mercado interno, por lo cual la demanda en el BCB bajó de 88 millones a 20 millones de dólares».

No obstante, la provisión de billetes norteamericanos «se está regularizando de manera paulatina. Ya no se sienten los efectos de unos meses atrás».

Para Clares, la corrida en busca de la divisa estadounidense también fue innecesaria: «La moneda que aquí predomina es el peso boliviano. Con esa moneda nacional pagamos los créditos bancarios, también los servicios básicos, luz, agua, gas. La canasta familiar pagamos asimismo en bolivianos».

Los falsos augurios de devaluación tendrán consecuencias para varias familias, que «han sacrificado sus ahorros para cambiar a dólares [a un precio mayor que el oficial], pero ahora tienen que volver a cambiarlos para pagar el banco, los servicios básicos, la mensualidad del colegio, etcétera. Van a tener una pérdida cambiaria al hacer estas transacciones nuevamente».

Para el economista fue muy importante «el mensaje presidencial señalando que no se va a tocar el tipo de cambio. Así ha generado paz y tranquilidad en la población para bajar la demanda inusual de la divisa norteamericana».

El 4 de julio, en el cierre de la Cumbre de jefes de Estado del Mercado Común del Sur (Mercosur) y de Estados asociados, que se realizó en Puerto Iguazú, en el noreste de Argentina, en virtual frontera con Brasil y Paraguay y al margen del río Paraná, el presidente Luis Arce se refirió a la necesidad de reducir la dependencia del dólar en los países de la región.

El mandatario boliviano planteó: «Poco a poco vayamos dejando el dólar norteamericano para basarnos en el yuan chino, pero también fortalecer nuestras propias monedas, hacer transacciones en nuestras propias monedas».

En este sentido, Yujra consideró que «el presidente tiene la figura clara de lo que está sucediendo a nivel mundial, con las diferentes crisis que vive el planeta bajo la hegemonía de una sola divisa».

Según el militante del MAS, en la mencionada Cumbre el presidente boliviano dejó en claro que «no se puede tener una liberación política si no se tiene soberanía económica».

(Sputnik)