Algunas de las armas y equipos proporcionados por Occidente y destinados a las tropas ucranianas fueron robados por traficantes de armas, delincuentes y combatientes voluntarios antes de ser recuperados el año pasado, afirmó un medio militar estadounidense citando un informe del Pentágono. 

El medio destacó el documento del inspector general del Pentágono, que se obtuvo a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información y que examinó el período entre febrero de 2022 y septiembre de 2022. 

El informe mostraba que las fuerzas militares estadounidenses no habían supervisado el destino final de gran parte del equipo militar enviado a Ucrania, lo que sugería que parte del equipo había caído en manos de grupos delictivos. Según el documento, la Oficina de Cooperación para la Defensa de Estados Unidos en Kiev «fue incapaz de llevar a cabo la [supervisión del uso final] requerida del equipo militar que Estados Unidos proporcionó a Ucrania en el año fiscal 2022». 

Se añade que «la imposibilidad de que el personal del Departamento de Defensa visitara las zonas en las que se utilizaba o almacenaba el material suministrado a Ucrania obstaculizó considerablemente» la capacidad de llevar a cabo la supervisión. El documento argumentaba que, tras el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, la capacidad del Pentágono para rastrear y supervisar todo el material militar estadounidense entregado a Kiev, tal y como exige la ley en virtud de la Ley de Control de Exportación de Armas, se enfrentaba a «desafíos» debido a la limitada presencia estadounidense en Ucrania. 

El informe no especifica si las armas y el equipo robados eran estadounidenses, algunas secciones del documento sobre las armas suministradas fueron fuertemente redactadas. Sin embargo, el año pasado, Estados Unidos suministró a Ucrania una amplia gama de armas, incluidos misiles Stinger y Javelin, obuses y lanzagranadas, así como millones de municiones para armas ligeras. Además, los sistemas más avanzados incluían sistemas de defensa antiaérea Nasams, drones kamikaze Phoenix Ghost y sistema de lanzacohetes múltiples Himars. 

A finales de abril, el periodista estadounidense Seymour Hersh declaró a los medios rusos que Occidente sabe que las armas que entregan a Ucrania se venden en el mercado negro, algo que, según él, han intentado silenciar en el espacio mediático. 

A su vez, el embajador ruso en Washington, Anatoli Antónov, declaró anteriormente a la prensa que Moscú tiene «serias dudas» de que parte de los suministros militares estadounidenses enviados a Ucrania acaben en el mercado negro. 

«¿Dónde aparecerán las armas? ¿Quién asumirá la responsabilidad cuando el material caiga en manos de algunos grupos terroristas y organizaciones criminales?», señaló Antonov, añadiendo que esa política pone en peligro la seguridad de toda Europa y aumenta el riesgo de un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN

(Sputnik)