Las elecciones generales se realizarán en Ecuador este 20 de agosto con la expectativa de resolver quiénes serán los dos candidatos que pasen al balotaje, ya que ninguno de los sondeos en circulación da a alguno de los ocho postulantes el 40% de votos necesarios para ganar en primera vuelta.

Son unas elecciones inusuales para el país suramericano, marcadas por la violencia política y la crisis de gobernabilidad que llevó al presidente Guillermo Lasso a adelantar las elecciones que debían realizarse en 2025.

Los asesinatos del candidato Fernando Villavicencio, del Movimiento Construye; y de Pedro Briones, dirigente del Movimiento Revolución Ciudadana, generaron un clima preelectoral de incertidumbre y temor, dijo a Sputnik el analista político Carlos Onofre.

«Lastimosamente, el país está sumido en un escenario de miedo e inseguridad, que es responsabilidad del gobierno, porque es el responsable de definir las políticas públicas para el manejo de la seguridad y de la fuerza pública, la Policía y las Fuerzas Armadas», advirtió Onofre.

Onofre fue asesor de varios legisladores de la Asamblea Nacional, quienes pidieron el juicio político a Lasso, sustentado en varias denuncias de corrupción. El presidente optó por disolver la Asamblea Nacional el pasado 17 de mayo y en el acto convocó a elecciones, además de que anunció que acortaría su mandato, una figura conocida como muerte cruzada.

Ante la creciente violencia e inseguridad, el analista consideró «irresponsable» el decreto presidencial parar permitir la portación de armas de fuego.

«Pretender armar al pueblo es ya el reconocimiento de que no puede el Estado garantizar la seguridad individual de cada ciudadano. Ese es el mensaje», consideró.

Con el decreto 707, el gobierno de Lasso flexibilizó la tenencia y el porte de armas para que los guardias de seguridad privada puedan apoyar en tareas policiales. La llamada «cruzada por la seguridad» incluye a unas 120.000 personas que trabajan en empresas privadas, según el Ministerio del Interior.

Para Onofre, esta política se relaciona con una determinación gubernamental de achicar el Estado: «Identificamos que la propuesta principal es la reducción del Estado en varios sectores, no solo en el ámbito económico, como señala el modelo neoliberal».

Esta reducción «alcanza al ámbito de la seguridad, para que también pase a ser un negocio. Esa es la visión: reducir el Estado al mínimo para que el sector privado y el supuesto mercado hagan lo que les dé la gana», evaluó Onofre.

Un proceso atípico

Desde que Lasso adelantó las elecciones pasaron apenas tres meses para elegir candidatos, presentar propuestas e inscribir partidos. Quienes resulten elegidos para la Presidencia y para los 137 escaños de la Asamblea Nacional, desempeñarán sus cargos por dos años, cuando tendría que finalizar el mandato de Lasso y los exasambleístas.

«No fue una campaña normal, con los tiempos adecuados que siempre se manejan en una campaña. Además, el proceso está cruzado por el miedo, hay una actitud de poca esperanza en la población de que esto pueda cambiar», relató Onofre.

El asesinato de Villavicencio, el pasado 9 de agosto, desconfiguró el proceso eleccionario, de modo que ahora no se podría decir con certeza cuáles serán los dos candidatos que pasarán a segunda vuelta, según Onofre.

«El pasado 9 de agosto volvimos a foja cero. Luego del asesinato del candidato es muy difícil predecir lo que sucederá el domingo», evaluó.

El expresidente Rafael Correa, desde Bélgica, sostuvo que Revolución Ciudadana perdió dos puntos de intención de voto tras el homicidio del candidato de Movimiento Construye. Aseguró que hasta ese momento su candidata, Luisa González, podría haber triunfado en la primera vuelta.

Según la última encuesta de Cedatos, al 9 de agosto González tendría su lugar asegurado en el balotaje, con 24% de los votos.

La izquierda presenta dos postulantes: González, del Movimiento Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa (2007-2017); y el indígena kichwa Yaku Pérez, de la coalición Claro que se puede, que incluye organizaciones originarias, sindicatos, docentes y ecologistas.

Los seis restantes abarcan diversas tonalidades de la derecha: el empresario Xavier Hervas (de RETO); Daniel Noboa (de ADN); el exvicepresidente Otto Sonnenholzner (Actuemos); el exmilitar y experto en seguridad Jan Topic (País Sin Miedo); el abogado Bolivar Armijos (Amigo) y el periodista Christian Zurita, quien tomó el lugar de Villavicencio, del Movimiento Construye.

(Sputnik)