El éxito histórico del programa espacial indio con su alunizaje en nuestro satélite natural empieza a dar sus frutos. El módulo de aterrizaje Vikram de la misión Chandrayaan-3 ya ha puesto en marcha sus instrumentos y ha comenzado a analizar tanto la composición del suelo lunar como su actividad sísmica, algo que no se ha hecho desde que EEUU jubilara sus misiones Apolo en los años 70.

Los primeros resultados de estos aparatos compartidos por la Agencia India de Investigación Espacial (ISRO, por sus siglas en inglés) han revelado un movimiento bajo la superficie de la Luna que se está investigando en profundidad en estos momentos.

India se ha convertido en el cuarto país capaz de hacer aterrizar una de sus naves espaciales en la superficie lunar, un logro que han intentado Rusia y Japón sin éxito en los últimos meses. Lo ha hecho en el polo sur de nuestro satélite natural, un lugar donde podría haber agua y otros elementos clave y que es el destino elegido por estadounidenses y chinos para instalar las primeras bases lunares de nuestra historia.

En apenas unas semanas desde su alunizaje, el módulo Vikram ya ha realizado un buen número de observaciones científicas y ha detectado los primeros materiales en el polo sur, como azufre, aluminio, calcio, hierro, cromo, titanio, manganeso, silicio y oxígeno. El módulo de aterrizaje cuenta también con un Instrumento para detectar la Actividad Sísmica Lunar (ILSA), que ha estado analizando las vibraciones presentes en el suelo lunar. En la Luna, dice ISRO en un comunicado, estos movimientos pueden estar provocados por impactos en su superficie, por el movimiento del ‘rover’ o por terremotos lunares naturales.

«ILSA consta de un conjunto de seis acelerómetros de alta sensibilidad fabricados por la propia empresa mediante el proceso de micromecanizado de silicio», explica ISRO.

«El elemento sensor central consiste en un sistema de muelle-masa con electrodos estructurados en forma de peine. Las vibraciones externas provocan una desviación del muelle, lo que da lugar a un cambio en la capacitancia que se convierte en voltaje».

Vikram detectó estas vibraciones el pasado 25 de agosto, un día antes de otro evento, que según explican, sucedió el 26 de agosto y es de origen aparentemente natural. La Agencia Espacial india está investigando el origen de este suceso en estos momentos y probablemente compartirá sus conclusiones en los próximos días.

Terremotos en la Luna

Estos nuevos análisis revelan los mejores datos sísmicos de la Luna desde finales de los años sesenta y setenta y que fueron recogidos por los sismógrafos que llevaban a bordo las misiones del programa Apolo.

Los científicos no creen que los terremotos lunares estén causados por los movimientos de sus placas tectónicas como sucede en nuestro planeta, sino que se deben a los movimientos sísmicos provocados por la influencia que la gravedad de la Tierra ejerce sobre la Luna. Estas fuerzas pueden provocar tensiones en su composición que terminan agrietando las capas sólidas y haciendo que se rocen entre ellas.

Aquellos análisis de los datos sismográficos de las misiones Apolo han servido también para obtener información valiosa sobre su composición. Gracias a ellos, los investigadores creen que la Luna tiene un núcleo interno de unos 500 kilómetros de diámetro que es mucho menos denso que el de la Tierra.

Los nuevos datos sísmicos de la Vikram, ayudarían a los investigadores a profundizar aún más en el conocimiento de la composición de nuestro satélite. Tanto el módulo de alunizaje Vikram, como el ‘rover’ que lo acompaña, el Pragyan, funcionan con paneles solares y ahora están en reposo hasta el 22 de septiembre que se acaba la noche lunar, de unos 14 días de duración. Cuando despierten, reanudarán sus exploraciones del polo sur lunar y revelarán nuevos datos de esta desconocida parte de la Luna en la que las grandes potencias espaciales plantarán sus bases permanentes.

(El Confidencial)