En un Superclásico sumamente trabado, disputado y sin chances claras, River encontró la apertura del marcador en una jugada aislada en la que la suerte le jugó a favor: Enzo Pérez remató al arco, la pelota se desvió en Salomón Rondón -que merodeaba el área- y dejó sin posibilidades a Sergio Romero. El Millonario vence 1-0 a Boca.

Corrían 40 minutos de la primera etapa en La Bombonera cuando La Banda se disponía a atacar por el sector izquierdo. Esequiel Barco ingresó al área, la acción se ensució y la defensa xeneize la terminó rechazando a medias. Allí fue cuando el capitán mendocino se encontró con el balón y no dudó en pegarle como venía, pero en el camino el delantero venezolano se la llevó puesta para fortuna del elenco de Núñez.

Es que la pelota terminó llenando la red producto del impacto en Rondón, que no solo desarticuló a Chiquito sino que además hizo que entrara aún más cerca de su palo derecho. River no perdonó en una de las pocas que tuvo en los primeros 45´ y por ahora se lleva el triunfo en el Superclásico con Boca.

(tycsports.com)