El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el miércoles al Grupo de las 20 principales economías del mundo (G-20) que era necesario pensar en cómo detener “la tragedia” de la guerra en Ucrania, y afirmó que Moscú nunca se había negado a participar en conversaciones de paz con Kiev.

La decisión de Putin de enviar tropas a Ucrania en febrero de 2022 desencadenó el conflicto más mortífero en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y el enfrentamiento más grave entre Rusia y Occidente desde lo más profundo de la Guerra Fría.

Dirigiéndose a través de videollamada a los líderes del G-20 por primera vez desde el inicio de la guerra, el jefe del Kremlin dijo que algunos líderes habían dicho en sus discursos que estaban conmocionados por la actual “agresión” de Rusia en Ucrania.

“Sí, por supuesto, las acciones militares son siempre una tragedia”, dijo Putin en la reunión virtual del G-20 convocada por el primer ministro indio, Narendra Modi, actual presidente. “Y, por supuesto, deberíamos pensar en cómo detener esta tragedia”, agregó Putin. “Por cierto, Rusia nunca se ha negado a entablar conversaciones de paz con Ucrania”, le respondió, en tono con afirmaciones anteriores.

Putin dijo en el pasado que está dispuesto a participar de diálogos de paz con Ucrania, siempre y cuando los territorios que ocupó pasen a considerarse ruso, condición que Ucrania no acepta.

Además, en un planteo hacia los otros países del grupo –muchos de los cuales envían armamento o financiamiento a Ucrania-, Putin lanzó: “La pérdida de vidas humanas no puede dejar de conmocionar, pero el sangriento golpe de Estado en Ucrania en 2014, seguido de la guerra del régimen de Kiev contra su propio pueblo en Donbass, ¿no es chocante? Y el exterminio de civiles en Palestina […], ¿no es chocante? Y el hecho de que los médicos tengan que realizar cirugías en niños, operar con un bisturí en el cuerpo de menores sin anestesia, ¿no es chocante?”.

Contradicciones

Un alto funcionario ruso dijo ayer que Moscú no podría coexistir con el actual gobierno de Kiev y que continuaría lo que llama su operación militar especial para “desmilitarizar” Ucrania.

Ucrania ha prometido luchar hasta que el último soldado ruso abandone su territorio, y sus aliados occidentales han dicho que seguirán apoyando a Kiev.

Junto con Crimea, que Moscú anexó en 2014, Rusia controla casi una quinta parte del territorio internacionalmente reconocido de Ucrania. Putin dice que ese territorio ahora es parte de Rusia.

La contraofensiva de Ucrania no ha logrado avances significativos este año contra las fuerzas rusas bien atrincheradas.

Putin no asistió a las cumbres anteriores del G-20 en Nueva Delhi y Nusa Dua, Indonesia, y envió en su lugar al ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov.

El líder ruso se dirigió a las cumbres de 2021 y 2020 desde Moscú. La última vez que asistió personalmente a una reunión del G-20 en Osaka, Japón, fue en 2019.

Una cumbre marcada por guerras

Líderes del G-20 celebraron hoy una cumbre virtual, convocada por India, a cargo actualmente de la presidencia rotativa del grupo. La reunión, que se celebrará a puerta cerrada, excepto por la apertura y el cierre, comenzó con una intervención del primer ministro indio Narendra Modi.

“Agradezco a todos por aceptar mi invitación y unirse a nosotros aquí (…) En un año, hemos logrado que el G-20 alcance nuevas alturas”, dijo el primer ministro indio.

En la misma jornada, la ONU, Estados Unidos, Rusia, China, la Unión Europea (UE) y países árabes celebraron hoy el acuerdo entre Israel y el grupo islamista palestino Hamas de tregua a cambio de liberación de rehenes y pidieron acelerar el envío de ayuda humanitaria a Gaza.

Por su parte, la Cancillería del gobierno de Putin dijo que Moscú celebraba el acuerdo y que “es exactamente lo que Rusia pedía desde el inicio de la escalada del conflicto”.

(Reuters / AP)