En América latina, y tras la derrota de las grandes narrativas contra Venezuela el pasado 3 de diciembre, en el marco del referendo consultivo en reclamo del Esequibo; sumando la soledad en la que está sumido el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, desde que recrudeció el conflicto entre Israel y Hamás; y aunando la habilidad que han desarrollado diversas naciones del sur global para torear las sanciones unilaterales impuestas por la Unión Europea y EEUU, es preciso detallar una obvia consecuencia: la región cierra este 2023 con el Comando Sur y sus cómplices respirándole en la nuca y sobre estas aproximaciones erráticas y también alarmantes se centra esta nueva entrega de Entre Líneas.  

Sus maniobras obedecen a un temor ante la evidente cercanía de Rusia, China e Irán a los recursos bajo el suelo de los países que conforman el triángulo del litio: Argentina, Chile y Bolivia. Bien lo ha dicho Carlos Giménez, miembro de la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU por el Partido Republicano: durante demasiado tiempo se ha ignorado nuestro propio patio trasero y hemos permitido que adversarios de EEUU, hagan grandes incursiones en nuestra región.

Para azuzar temores un informe del Centro de Estudios ‘Canning House’ resaltó la primera semana de diciembre que la minería de litio y cobre (básicos para la transición energética), constituye el principal incentivo para la inversión en América latina en próximas décadas.

Hoy en el llamado triángulo del litio se sitúan dos mandatarios afines a las transnacionales: Gabriel Boric (Chile) y Javier Milei (Argentina), aunque uno lo exprese de forma más abierta que el otro, la esencia es la misma. Mientras ellos permanezcan en lugares estratégicos, el Comando Sur cuenta con permisos y complacencias, pero eso no basta para frenar a la competencia, y es por ello que despliega estrategias comunicacionales a través de los medios de comunicación que le son afines para minimizar el impacto y valor del litio, al tiempo que su jefa, Laura Richardson, asegura que es importante intensificar el juego en la zona.

En los hechos los ejercicios militares se mantienen y también se han desarrollado diversas iniciativas positivas para esta organización y negativa para la región que buscan impedir la diversificación en la explotación de litio en el triángulo. Iniciativas centradas en crear nuevas formas de explotación más acorde a intereses colonialistas pero que a su vez sean más atractivas y convincentes para los dueños de las reservas: Chile, Bolivia y Argentina.

2024: el  año de las transnacionales

Después de las declaraciones frontales del Comando Sur, de los serpenteos de los medios de comunicación, llega el turno de las transnacionales de trabajar el terreno que ya fue preparado y abonado por EEUU, a través de lo que algunos analistas políticos denominan su Operación Cóndor número dos en el triángulo del litio, y sobre el cual se puede dibujar una breve línea de tiempo que parte del golpe de Estado en 2019 en Bolivia apoyado por la Organización de Estados Americanos (OEA), la victoria de Gabriel Boric en 2022 en Chile, la represión en Jujuy, Argentina en 2023 – sin recibir una sola crítica de la OEA – y sumamos, no fortuitamente, el golpe parlamentario en 2022 contra Pedro Castillo en Perú, uno que también fue apoyado por la OEA.

La primera punta del triángulo: Bolivia

La constitución de Bolivia establece que el Estado posee control sobre el 51% (mínimo) de la explotación de litio. En busca de la garantía de su soberanía. Bolivia – desde la llegada del proceso de cambio con Evo Morales en 2016 – buscó darle la vuelta al rol del extranjero haciendo frente a cualquier propaganda de la derecha en el país que insistía en que Morales deseaba excluir al sector privado de los procesos estratégicos. En los hechos, Bolivia trabaja con una compañía alemana en la extracción de litio en medio de un proceso de nacionalización del recurso y una dinámica de licitaciones que permite al país latinoamericano servirse de la tecnología alemana en medio de condiciones territoriales y climáticas adversas. El Estado boliviano elige.

El desarrollo del proceso de industrialización mediante la explotación de litio en Bolivia fue atacado brutalmente con el golpe de Estado apoyado por la OEA con el que se instauró el gobierno de facto de Jeanine Añez, lo que demuestra que había y hay demasiados intereses en que Bolivia no pase de alacena a país industrializado mediante la explotación soberana de su litio.

El gobierno boliviano, con Luis Arce a la cabeza, ha asegurado que su objetivo es alcanzar el año 2025 con una capacidad de producción de 65.000 toneladas métricas por año de carbonato de litio.

La segunda punta del triángulo: Chile

Chile, con Gabriel Boric como presidente también hace alianzas, pero de otra índole, y por ello recibió este año a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Leyen, quien no escatimó en anunciar que había “acordado trabajar en una asociación estratégica en estas materias primas sostenibles (litio) y en toda la cadena de valor”.

El dilema acá es que cuando un recurso pasa a ser recurso estratégico se debe regir bajo los códigos de minería de la nación, y a diferencia de Bolivia, que prohíbe toda concesión a extranjeros, Chile ubica al litio como recurso estratégico, pero lo extraído y sus regalías se los apropia el sector privado asociado a intereses trasnacionales y conservadores pinochetistas aún muy vivos en la sociedad chilena y las trampas de su democracia, trampas de las que el presidente Gabriel Boric no escapa.

La tercera punta del triángulo: Argentina

El litio es el reemplazo para los combustibles contaminantes. Los últimos dos años el precio del litio en el mercado internacional se ha situado entre los 50 y 60 mil dólares por tonelada. Argentina, Chile y Bolivia acaparan más del 60% de las reservas en el mundo.

Entre las empresas relacionadas con la explotación en Argentina (que manejan alrededor de 3 mil millones de dólares en inversión en esta materia), están las empresas Laiven y Sales de Jujuy.

El salar de Olaroz en Jujuy es el segundo yacimiento de extracción de litio más importante de Argentina y desde 2004 las comunidades se han disputado el territorio con unas transnacionales que dejan apenas un 2% de regalías pues el país aún no declara el litio como recurso estratégico.

Está por verse el rol del nuevo presidente Javier Milei, sobre todo porque según reseña el portal de economía Refinitiv An lseg Bussiness, China está financiando cerca de una docena de proyectos de infraestructura en Argentina. Estos proyectos van desde ferrovías y granjas solares hasta estaciones espaciales e instalaciones para fertilizantes. También tiene una docena de inversiones en minería, en especial el metal para baterías para autos eléctricos y litio.

China además es un importador clave de la soja y otros granos de Argentina, llevándose más del 93% de las exportaciones de la oleaginosa del país en lo que va del año, según datos oficiales. En el caso de la cebada y el sorgo, esa cifra asciende a prácticamente el 100% de los embarques.

En total, cerca del 10% de las exportaciones de Argentina tienen como destino al mercado chino, mientras que más de un cuarto de sus importaciones provienen del gigante asiático, todo esto mientras el presidente Javier Milei aseguró en su campaña por la presidencia que suspenderá muchos convenios pues no hace “pactos con comunistas”.

De triángulo a cuadrado

El litio en Chile es considerado recurso estratégico desde 1979 y en Bolivia fue reconocido como tal apenas en 2008. Argentina ya producía litio desde 1980, pero aún no lo sitúa como recurso estratégico. Estos países conforman el triángulo del litio, una figura a la que se está sumando Perú con sus reservas de litio. Esto plantea un peligro para la nación de cara al acecho permanente de las trasnacionales sobre Buenos Aires, Santiago y La Paz, pero en el caso de Perú se redobla el peligro al tener una figura presidencial que el pueblo no eligió. Los peruanos no tendrían potestad sobre lo que se hace o no con sus recursos y también se encuentra a merced de la OEA y por tanto, de las urgencias y demandas del Comando Sur.

(LaIguana.TV)