El año 2023 puede considerarse como punto de inflexión en la gestión de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), frente al contexto adverso que ha sufrido la empresa estatal desde el escalamiento de sanciones ilegales en el año 2017.

Durante este año el presidente de PDVSA y Ministro de Petróleo, Pedro Rafael Tellechea, asumió la conducción de la empresa mediante las estrategias enmarcadas en el Plan de Recuperación Integral Productiva (PRIP) 2023.

En dicho plan se hizo énfasis en el impulso de capacidades internas o “esfuerzo propio”, con el fin de reducir las vulnerabilidades generadas por la dependencia de empresas extranjeras para el despliegue operacional de PDVSA.

Por otro lado, PDVSA también logró revitalizar sus vínculos con empresas internacionales mediante las Licencias otorgadas por el gobierno estadounidense favorables a Chevron, ENI, Repsol, Maurel & Prom, entre otras.

Las perspectivas de PDVSA se han diversificado en el ámbito de sus relaciones internacionales, en una política mediada por las acciones en el ámbito político por parte del gobierno venezolano para la recuperación del espacio internacional de la industria y lograr el fin del bloqueo.

Como referencia, a finales de 2023 PDVSA logró un importante acuerdo con la estatal National Gas Company (NGC) de Trinidad y Tobago en sociedad con la empresa de origen neerlandés Shell, convirtiéndose este convenio en un hito que coloca a los yacimientos gasíferos venezolanos en el mercado internacional.

A finales del año pasado, PDVSA efectuó una mesa de trabajo y exploró la posibilidad de acuerdos con la estatal mexicana Pemex, lo que constituye un importante paso para las relaciones factibles entre dos importantes empresas energéticas latinoamericanas.

El gobierno estadounidense, a finales del mes de octubre de 2023, autorizó a través de licencias la relación de esas empresas con la petrolera venezolana mediante flexibilizaciones temporales limitadas por seis meses, dando cuenta del impacto real de las medidas coercitivas en la actividad energética de Venezuela.

Adicionalmente, PDVSA mejoró sus procesos internos como parte de su adaptación al bloqueo. Este año, Venezuela mantuvo un flujo reducido pero constante de crudo enviado al mercado internacional de manera furtiva al bloqueo.  Adicionalmente afianzó su relación con Irán para abastecerse tecnologías adaptables a su circuito de refinación, en vista del la prohibición impuesta a la importación de componentes esenciales de origen estadounidenses.

La industria petrolera venezolana, históricamente la fuente principal de generación de divisas al país, ha sido el punto central sobre el cual depende el destino de la economía venezolana al corto plazo, y esto explica el gran énfasis de la política de sanciones ilegales como mecanismo de presión al gobierno venezolano.

No obstante, las medidas contra PDVSA se han colateralizado en el funcionamiento de la industria, las finanzas públicas y la disponibilidad de derivados del crudo, como diésel, gasolina y gas, que tienen un gran significado en la cotidianidad de la población.

De ahí que el contexto desafiante en la conducción de PDVSA ha impuesto la necesidad de desarrollar una gestión eficaz en todos los niveles, reanimar sus procesos medulares y adaptarse a las condiciones de bloqueo y flexibilizaciones limitadas y parciales del mismo.

Durante 2023, PDVSA ha propiciado un avance positivo en diversos núcleos operacionales de los cuales depende su recuperación:

  1. Estabilización y aumento de la producción de petróleo

Pese al contexto adverso impuesto por el bloqueo, PDVSA logró estabilizar su producción de crudo. La estatal contabilizó un promedio de 716 mil barriles por día al cierre de 2022, y ha alcanzado los 801 mil barriles por día para el cierre del mes de noviembre de 2023, según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), basados en comunicación directa con el ministerio de Petróleo venezolano.

Esto representa un aumento global del 10,7% de la producción de crudo.

Por otro lado, el registro de la producción intermensual de PDVSA no registró altibajos relevantes. La empresa ha sabido desenvolverse en el marco furtivo de relaciones comerciales que ha impuesto el bloqueo, pero además ha desarrollado capacidades adicionales para el acceso a insumos para la producción de crudo, entre ellos el diluyente que necesita PDVSA para transportar y comercializar sus crudos pesados.

  1. Estabilización en la producción de combustibles, gas y derivados para el mercado interno

PDVSA ejecutó diversas acciones para para estabilizar la producción de diésel, gasolina, gas doméstico y otros derivados con destino al mercado interno en 2023.

Esto fue posible a través de procesos de inversión y recuperación de tecnologías en el sistema nacional de refinación, especialmente mediante alianzas internacionales y la adaptación y fabricación nacional de partes y repuestos sometidos a condiciones de privación tecnológica.

Este año, la demanda nacional de estos productos fue satisfecha en su totalidad con producción nacional, como resultado de que PDVSA consiguiera aumentar su capacidad de refinación hasta unos 300 mil barriles por día.

  1. Mejoramiento de las capacidades de distribución de combustibles

PDVSA logró la adquisición de un total de 450 cisternas por parte de la alianza bilateral Venezuela-China, de las cuales 100 unidades fueron entregadas a la Empresa Nacional de Transporte (ENT), filial de PDVSA, con el objetivo de fortalecer la red de distribución de combustible en todo el territorio nacional.

El primer lote de cisternas, un total de 100, fueron destinadas a varios estados del país donde más se registraron dificultades para el transporte de combustibles, mejorando así la disponibilidad de estos productos.

Las debilidades en la disponibilidad de combustibles son intermitentes en diversas regiones del país. Sin embargo, PDVSA implementó una política de actualización de su parque automotor de cisternas para conjugar sus capacidades de distribución con la recuperación de la disponibilidad de combustibles. Se trata de un progresivo y desafiante para garantizar el abastecimiento y disponibilidad plena de estos productos.

  1. PDVSA se reinserta en el mercado gasífero internacional

Este 2023, PDVSA logró acuerdos importantes con empresas como Petroleum Company of Trinidad and Tobago Limited, ENI, Repsol, Gazprom, YPFB y Maurel & Prom S.A. con el fin de desarrollar la industria gasífera nacional con proyección al mercado internacional. Una noticia muy relevante para el largo plazo.

La empresa anunció que se encuentra en proceso de certificación de reservas gasíferas y Venezuela se proyecta como la cuarta a reserva mundial de gas, apostando a este sector estratégico para el desarrollo del país.

El 22 de diciembre PDVSA se incorporó al mercado gasífero internacional mediante un acuerdo logrado con la estatal National Gas Company (NGC) de Trinidad y Tobago, en colaboración con Shell.

Este acuerdo tiene una duración de 30 años y va a producir en una primera fase unos 185 millones de pies cúbicos diarios de gas que serán trasladados en gasoductos para atender el mercado petroquímico y las plantas de gas en Trinidad y Tobago y de igual manera parte del requerimiento del mercado internacional.

Luego de seis años de trabajo y pese a las duras presiones de bloqueo a PDVSA, se ha logrado concretar este proyecto y se consolidaron condiciones favorables. La vicepresidenta ejecutiva Rodríguez calificó de “extraordinarios” los términos que concretó el acuerdo para avanzar en aras del desarrollo de Venezuela y Trinidad y Tobago.

Durante 2023 y pese a las condiciones de bloqueo, el gobierno venezolano logró maniobrar condiciones de inserción de PDVSA en el ávido mercado gasífero internacional, especialmente el mercado europeo, el cual ha entrado en vulnerabilidad energética luego de que la Unión Europea aplicara sanciones contra Rusia, su principal proveedor energético.

La apuesta de PDVSA es lograr inversiones al largo plazo y, hasta ahora, ha logrado reimpulsar sus campos gasíferos costa afuera, como Perla y Dragón, que son claves en la composición de la nueva matriz comercial de la industria.

Venezuela aspira a convertirse en una potencia gasífera y durante 2023 dio pasos agigantados en esa dirección.

  1. Recuperación de capacidades internas

Desde el año 2017, PDVSA acumuló una importante desinversión en sus instalaciones, especialmente debido al retiro de empresas aliadas y por caídas en los ingresos. Todas estas causas estuvieron vinculadas directamente al bloqueo contra la estatal petrolera. 

En consecuencia, la directiva actual de la industria ha propuesto métodos de gestión para el desarrollo de capacidades propias, reducir la vulnerabilidad de la empresa al bloqueo externo y recuperar procesos medulares que permitan la recuperación de las operaciones y líneas de producción.

Este año, PDVSA desplegó acciones relevantes en materia de inversión para la recuperación de capacidades operativas en las principales instalaciones petroleras y gasíferas a nivel nacional, en las áreas de exploración, producción, refinación, ingeniería industrial, ingeniería metalmecánica y otras.

La amplia gama de acciones incluye rehabilitación de embarcaciones para operaciones lacustres y marítimas, rehabilitación de infraestructuras para el transporte de crudo, rehabilitación de terminales petroleras, recuperación de pozos y macollas petroleras, inversión en materia científica y tecnológica, entre otras acciones relevantes.

Estas medidas implementadas mediante la política de “esfuerzo propio”, ayudaron a estabilizar la producción de crudo y contribuir a la recuperación de procesos medulares dentro de la industria en 2023.

  1. Gestión interna y de talento humano

Este 2023, la conducción gerencial de PDVSA ha hecho énfasis en una gestión de calidad, transparencia y de motivación a su personal.

La nueva gestión se inició con un proceso de auditoría interna que se aplicó de manera total en la industria, develando casos de corrupción graves que comprometieron la estabilidad de PDVSA. 

Adicionalmente, la empresa ha acelerado los procesos de evaluación de su personal y ha incrementado los criterios para la aplicación de sus manuales de procedimientos para lograr más eficacia en los procesos operativos y administrativos. 

Se han desarrollado acciones para la dignificación y moralización de la clase trabajadora petrolera, incrementando los ingresos salariales, pero además, se implementaron políticas de atención integral en materia alimentaria, salud, mejoramiento profesional, entrega de créditos y gestión de la calidad de vida.

La empresa se ha centrado en atender mejor a las necesidades de sus equipos de trabajo, entendiendo que su personal calificado y su nivel de motivación, será clave para recuperar las capacidades operacionales en el corto y mediano plazo.

(Nota de prensa)


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